Cada vez que deseaba cambiar de lugar, le surgían imprevistos que lo obligaban a quedarse.
Cuando deseaba volar, la tierra le reforzaba sus raíces, para impedirle irse.
Así fue que pasaron sus mejores primaveras.
Ahora en pleno invierno, se afana por dar cobijo a diferentes familias de pájaros errantes, cuando hacen sus escalas yendo rumbo al sur y, son ellos quienes le cuentan lo que hay detrás del horizonte, que escucha con emocionada atención.
Lo goza y ya no intenta irse. Piensa que no volverá a tener el deseo de irse, al menos no lo ha pensado en los últimos tiempos, por eso echó tantas raíces, pero como su esencia inquieta es fuerte, todo puede pasar. Ser árbol no debe ser ninguna limitación, podrá ingeniarse alguna salida, con tal de no quedarse donde mismo.
Ya le dirá su estrella lo que deba hacer.
Es un intento de regreso. Mi imaginación salió de vacaciones y está bastante perdida.
ResponderBorrarAbrazos a cada uno.
Lo que surgió de la imagen.
ResponderBorrarA veces sólo se está echando una siesta más larga de lo que imaginamos. Una vez le dije a una amiga, parafraseando Ratatouille: las palabras siempre llegarán a los que amamos escribir.
ResponderBorrarMe gustó, es lindo.
Abrazos
Eres muy amable. Dios te oiga.
BorrarAbrazos.
Pues suscribo a Gildardo, sigues manteniendo tu "sustancia" para escribir, ya la ampliarás.
ResponderBorrarMe gusta la entrada, eso para terminar hoy.
Besos.
Gracias, amiga. Eso espero.
BorrarBesos de anís.
Sus raíces van abriéndose camino sin importar los obstáculos.
ResponderBorrarLos árboles son sabios...
Bonito texto, Sara, bien libre como los árboles y como los pájaros que estos cobijan... Buena semana, besos
Los árboles me parecen "espíritus libres" jajaja. La manera como sacuden sus hojas cuando algo les gusta lo dice.
BorrarBesitos de anís.
Si hay otra vida yo quiero ser árbol.
ResponderBorrarY si me ves haces un bonito post eh, jajjaajaja
Besos.
O un nido, para vivir en ti.
BorrarBesitos de anís.
Con tus palabras el árbol ha recuperado vida e historia...
ResponderBorrarAbrazo
Cuando veo ese tipo de raíces, me parece que quieren salir corriendo, jajaja.
BorrarUn abrazo grande.
Para no tener inspiración te inspiraste bastante Sara! Lo cubriste de sueños al árbol, un abrazote!
ResponderBorrarAy, amiga, qué dices! sí que me estimas, jajaja. Sigo triste.
BorrarUn gran abrazo.
Otro abrazote grande desde acá hasta allá, Sara!
BorrarMuchas gracias, Cristina. Me cae de maravilla tu abrazo. No he podido todavía reponerme.
BorrarSara, no hay duda de que el árbol te habló con su cercanía y tú lo escuchaste...La naturaleza tiene sus propias voces y sus valores, que nos comunican constantemente...Sólo falta que nosotros sepamos escucharlos y sentirlos, como tu haces en tu hermosa prosa poética, amiga.
ResponderBorrarMi abrazo y mi ánimo para que sigas compartiendo con todos nosotros.
Muchas gracias, Ma. Jesús.
BorrarSeguramente nos dicen muchas más cosas de las que podemos imaginar.
Recibo tu abrazo con gusto y te envío el mío.
Seguro que su estrella le dice que se quede, pues, Quien cobijaría a las aves migratorias si se va del lugar? Besicos
ResponderBorrar¿Y si les deja una nota con el mapa para llegar a su nueva ubicación? ☺️
BorrarBesitos de anís.
Siendo cobijo de los pájaros es su migración, el árbol se siente útil, lo cual no de ja de tener su importancia. Veremos qué le dice su estrella.
ResponderBorrarBesos.
¡Seguro! Y viaja imaginariamente en cada historia que le cuentan los pájaros. Su estrella le dice que lo acompaña o lo guía, pero que la decisión es sólo de él. ☺️
BorrarBesos.
Bonita fotografía, al igual que el texto.
ResponderBorrarBesos, Sara, buena semana😃
Gracias, Vero. Eres muy bella.
BorrarBesos!
A muchos nos gustaría ser nómada, (Libertad de ubicación, libertad de estilo de vida, ahorros por costo de la vida, aprendiendo distintas culturas) y sin embargo pese a sus ventajas, al final siempre echamos raíces.
ResponderBorrarYa que sus desventajas son evidentes. (Dificultad para establecer rutinas, sentimientos de soledad, descuidar la salud).
El árbol monumental precioso, casi tanto como el texto.
Abrazos
Muchas gracias, Emilio, por desentrañar el verdadero significado de este texto.
BorrarFuerte abrazo!
Vengo a saludarte y agradecer tu acompañar siempre.
ResponderBorrarlinda semana.
Yo también te agradezco que permitas nuestra cercanía, querida amiga.
BorrarUn fuerte abrazo.
Hermosas y fuertes raíces las que echó el árbol. Las necesita por ser el afortunado refugio de tantas familias de aves.
ResponderBorrarTen paciencia contigo querida Sara, vendrán días mejores. Un abrazo grande!!
Gracias, Cecy. Te haré caso y seré paciente.
BorrarMuy grande este abrazo!
¡Quién no se ha querido marchar alguna vez?. ¿Quien no se arrepintió de no hacerlo, después?... Pero la vida es una (que sepamos) y no nos sirve mirar el pasado, más bien estar conformes con lo que hemos elegido, porque la elección siempre es nuestra.
ResponderBorrarMuy buen relato poético de ese árbol, aunque la historia podría ser de cualquiera de nosotros.
Besos, Sara.
Todos alguna vez lo quisimos hacer y quizá hasta lo hicimos. Cambiar de lugar es bueno y a veces muy necesario. Por ahora yo me estoy planteando esa posibilidad. No soporto el clima de mi ciudad es demasiado extremoso. Quizá!
BorrarClaro que eso no va de un árbol.
Abrazo grande.
Empeñados en cercenar sus raíces y su libertad, pero resiste y ahí sigue, sobreviviendo, resistiendo y dando cobijo y sombra.
ResponderBorrarUn saludo.
Gran ejemplo de resistencia, que nos enseña.
BorrarSaludos.