Hace tiempo, cuando un amigo me preguntó cómo estás, me atreví a decirle, estoy mal, muy triste. Antes de que le dijera más, me aconsejó buscar un terapeuta.
Después recurrí a otro amigo, "muy sensible, empático y humano" y en vez de escucharme, me mandó a rezar.
Como pude, fui paliando mi sentir. Pero de todas formas no estaba del todo bien... Funcionaba con el corazón resquebrajado, entre resignada y acostumbrada.
Pero sucedió que una tarde, en un parque un hombre viejo, aceptó que me sentara junto a él, y fluyó la comunicación. En unas cuantas de horas, al estilo Sócrates con su mayéutica, reacomodó todo mi estado interior. Bendito desconocido que me sacó a flote.
Ni terapias, ni rezos, son más efectivos que alguien con mucha vida recorrida, voluntad de escuchar y dar un buen consejo para recuperar la brújula.
*A propósito escribí hombre viejo. Porque viejo es viejo.
Encontrar a alguien así es un premio de la vida.
ResponderBorrarSi puedes sigue hablando con él.
Los amigos, los conocidos, la familia... te van a decir frases estilo "Paulo Coelho" que les sirven para salir del paso y enseguida olvidar tus problemas.
Conocer a alguien empático, con sabiduría de muchos años de vida (esa sabiduría de las personas mayores que el mundo ahora prefiere ignorar) y con verdaderas ganas de ayudar no es fácil.
El destino os conectó.
A te te sirvió de mucho esa conversación y seguro que a él también le gustó ayudarte.
Bien por los dos.
Besos.
Fue algo formidable encontrarlo.
BorrarUn abrazo.
Son muchos los que miran pero no ven. Igual que los que oyen pero no escuchan.
ResponderBorrarAndamos en automático.
BorrarUn abrazo.
Saber escuchar y poder apoyar efectivamente , en este tiempo no es fácil...y es muy relevante encontrar a alguien que sabe hacerlo.
ResponderBorrarTengas un buen fin de semana.
Hay en la gente muchas ganas de hablar y muy pocas de escuchar.
BorrarUn abrazo.
Ese alguien es un tesoro... consérvalo en tu mundo...
ResponderBorrarSaludos
Difícil, conversamos y cada quien siguió su camino. Fue hace ya mucho tiempo.
BorrarAbrazos.
Qué buenos son esos encuentros o momentos en que expresándote con otra persona aún desconocida te permitis "escucharte". Es que expresar tiene eso, la raíz etimológica es la clave, ex-preso, ex encarcelado...
ResponderBorrarAbrazo admirado por la sincera lucidez de comunicarlo.
Importante saber la raíz de esa palabra. Gracias.
BorrarClaro, al contar, nos escuchamos y vamos procesando los problemas.
Un abrazo.
Hola Sara. Tienes mucha razón, a veces buscamos comprensión en quienes creemos cercanos, y sin embargo nos encontramos con prisas, recetas rápidas o soluciones prefabricadas. Pero la vida tiene una manera misteriosa de tender puentes: aparece un desconocido, alguien que escucha sin juicio, una brujula que da claridad en nuestro camino y nos sentimos confortadas. Gracias por compartir una experiencia tan enriquecedora. Besos
ResponderBorrarEs muy interesante tu comentario, de manera muy concreta, tocaste todos los puntos. Gracias.
BorrarUn abrazo.
Hola de nuevo Sara.
ResponderBorrarEstupendas reflexiones. Así lo creo también. Pocas son las personas que están dispuestas a escuchar lo que una, o uno, necesita decir respecto a su estado de ánimo. Con las más cercanas, pasa que intentan distraerte con frases hechas como "ya va a pasar" "salí a divertirte" "cómprate algo lindo", solo por citar algunos ejemplos.
¡Y lo que una necesita es "una oreja! y un abrazo!
Y sucede que, en ocasiones, encuentras una persona desconocida que te escucha y entonces se puede "sacar el rollo afuera".
y has tenido suerte de toparte con una de esas personas!
Gracias por compartir la experiencia
Va mi abrazo
Gracias, Lu. Son verdaderos tesoros, esas personas. Lo fascinante es que no soy de andar sentándome con nadie en el parque y no lo pensé cuando lo vi.
BorrarUn abrazo.
Buenas noches, ¿cómo estás?... ya sabes que sé escuchar, casi más que hablar... dime, ¿qué te preocupa?...
ResponderBorrarBesos dulces, Sara.
Paula, Estoy segura de que puedo contar contigo. Muchas gracias.
BorrarY debes saber que tú también cuentas conmigo.
Lo que les he dicho, sucedió hace tiempo.
Un fuerte abrazo.
Viejo y sabio...todo un hombre de nobleza, de la de verdad, nobleza humana. Un abrazo
ResponderBorrarFue un gran acontecimiento dicho encuentro.
BorrarFuerte abrazo.
Escuchar a los familiares y amigos acostumbra a ser más que saludable.
ResponderBorrarUn abrazo
Desgraciadamente, han ido muriendo las personas con quienes yo contaba para eso.
BorrarUn abrazo.
La sabiduría que dá la edad y, tantas cosas vividas.
ResponderBorrarQué bien lo encontrases.
Besos, buen fin de semana 🌹🐕
Tuve demasiada suerte, porque no soy afecta a andar sentándome con nadie en ninguna parte :)) y esa vez me nació acercarme a ese señor.
BorrarUn abrazo.
A pessoa que encontrou no banco do jardim acabou por funcionar como um terapeuta.
ResponderBorrarBom fim de semana.
Abraço de amizade.
Juvenal Nunes
Una terapia de alto nivel. Así fue.
BorrarUn abrazo.
La sabiduria de la experiencia solo la poseen los que la han vivido, que bien que esa persona lograra recomponer tu estado emociona y ayudarte
ResponderBorrarMe encantó amiga, un abrazo
Una oportunidad que se dio de una manera increíble.
BorrarUn abrazo.
Pues yo suelo poner "un viejo..
ResponderBorrar", y alguna vez me reprochan.
Un rubio, un joven... somos nosotros los qie le damos el valor peyorativo. Aquí es mas importante que sea viejo que que sea hombre. Si hubiera sido joven¿te habrías sentado a su lado? Hubieras inicio la conversación?
Raro es encontrar alguien así, y encima desconocido?
Abrazoooo
No hay razón para dejar de usar la palabra viejo. Si no usarla quitara años, dejaría de usarla. Pero no es así y en este caso, ser viejo fue una gran cualidad en el hombre descrito.
BorrarUn abrazo.
Siempre se ha dicho que es más importante el saber escuchar que el hablar, como nos lo demuestra este ejemplo, y es que además, de las personas mayores es de quienes más aprendemos, por su experiencia y sabiduría.
ResponderBorrarUn abrazo, amiga Sara.
Muchas gracias por tu valioso comentario.
BorrarUn fuerte abrazo.
Sara, me encanta. Es tan importante saber escuchar, sobre todos a los mayores.
ResponderBorrarGracias por tu visita.
Espero que tengas un buen día.
Un abrazo desde Segovia
Muchas gracias, Marisa, por tu visita.
BorrarUn fuerte abrazo, hasta donde estés en Segovia.
This is incredibly touching — it reads like a quiet moment of fate. Sometimes life brings the right person at the exact time we need them, and their presence feels almost sacred. I love how you described the conversation as transformative rather than dramatic — calm, human, and full of wisdom. It’s a beautiful reminder that true guidance often comes from real connection, not noise or complexity.
ResponderBorrarnanajee.com
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Gracias por tu generoso comentario.
BorrarUn abrazo.
Sara, traes un ejemplo magnífico de lo que es la real escucha... no viene necesariamente de un familiar, de un amigo... viene del universo... si uno quiere ser verdaderamente escuchado, lo será...
ResponderBorrarUn fuerte abrazo, muy feliz semana
Es una preciosidad de comentario, Milena. Nos muestras lo conectada que estás con ese lado sensible de la humanidad.
BorrarUn abrazo grande.
Es difícil saber escuchar y entender los sentimientos de las personas.
ResponderBorrarLos mayores, con la sabiduría y experiencia que dan los años vividos, tienen una enorme capacidad de comprensión y paciencia.
Sus conocimientos siempre son de gran ayuda emocional.
Un fuerte abrazo.
Ojalá que como en ciertas sociedades les diéramos un lugar preponderante, porque son quienes más pueden aportar y en cambio, se les discrimina y excluye.
BorrarUn abrazo.
Una realidad muy bien expresada, Sara. El saber escuchar es un arte que se aprende con la vida.
ResponderBorrarEn la actualidad vivimos con tanta rapidez que nos falta tiempo de escuchar.
Y cuanto bien se puede hacer. Tú misma lo has experimentado.
Gracias por contarlo.
Es muy reparador tener la oportunidad de que alguien con mucha vida nos pueda escuchar cuando lo necesitamos.
BorrarUn abrazo.
Siempre he sido más oidor que hablador, lo cual de siempre, he escuchado muchas confesiones, en la vida se me ocurriría mandar a nadie a rezar o a un terapeuta, psicólogo ni nada parecido, simplemente escuchar y buscar que la persona recupere su autoestima.
ResponderBorrarBesos, Sara.