Quién sabe qué le sucedió al ser humano, que se aficionó a llegar primero, a saltar más alto, a obtener fama, notoriedad y bienes materiales.
Lujos, viajes, satisfacciones primarias, más y más, insaciables de experiencias y superficialidades.
La humildad, la serenidad y la discreción, son consideradas como mediocridad. Pues se trata de ganar la carrera de quién presume más. Una competencia sin freno por estupideces sin sentido y que extravían.
La felicidad no necesita nada de eso.
La libertad no necesita nada de eso.
La plenitud no necesita nada de eso.
Se teme la pobreza material y se vive con una pobreza espiritual que espanta.
Comprar, comprar y más comprar, para mitigar vacíos.
Hay quien se limita a poseer cosas, personas, bienes, en el más grande de los vacíos interiores.
ResponderBorrarBesos, Sara.
Es triste su situación, consiguen lo que tiene precio y no llena.
BorrarBesos.
Desde que se hizo famoso el libro Guinness hemos perdido la medida, desde que lo fácil tiene premio ya no no nos esforzamos para nada. La felicidad está en nuestro interior y la sacamos a tomar el aire cuando sonreímos, cuando visitamos a un ser querido, cuando saludamos, abrazamos, agradecemos. Que bien nos viene tu texto para que tengamos los pies en el suelo. Un abrazo
ResponderBorrarGracias, Ester.
Borrar"Cuando salgamos, abrazamos, agradecemos"
Cuando amamos.
Un abrazo.
Hoy en día se ha vuelto superpopular la superficialidad. Y la recompensa rápida. Estoy tan acuerdo contigo.
ResponderBorrarSaludos!
Me alegra que estemos de acuerdo y me alegra que me visites otra vez. Aquí es tu casa.
BorrarAbrazos.
ASI ES QUERIDA SARA....
ResponderBorrarLo has descrito muy bien, nada que añadir.
Un beso pre-navideño amiga ^:^
Gracias, Conxita. Me alegra que te haya parecido completo.
BorrarUn fuerte abrazo y cariños para ya sabes.
Brillante, amiga ... "Se teme la pobreza material y se vive con una pobreza espiritual que espanta..." Qué agregar, excepto irrefutable..
ResponderBorrarMuchas gracias, Carlos. Siempre estimulan mucho tus comentarios.
BorrarUn abrazo.
No es más rico el que más tiene sino el que menos necesita.
ResponderBorrarYa desde niños, si no llevas marcas o tiene determinado modelo de lo que sea, los cancelan los compañeros. ¿Qué pueden hacer los padres? ¿Y los padres pobres?
Abrazooo
Los padres pueden... reforzar la autoestima de los hijos, para que no se dejen intimidar por esos compañeros y que puedan andar "sin marcas" como si trajeran las marcas más caras. También enseñarlos a afrontar bulling.
ResponderBorrarO, sacar a los hijos de esos círculos y desenvolverse en círculos a su alcance económico. ¿Cómo para qué necesitan que los hijos se formen en círculos tan presuntuosos? Tal vez aquí hay que empezar por que los padres tengan una mentalidad más humilde.
Abrazos.
Es tal como dices.
ResponderBorrarEso lo he aprendido con los años.
Lo triste del ser humano es no poder traspasar ese conocimiento y sabiduría a las nuevas generaciones.
Todo se encara a lo instantáneo, a lo joven, al disfrute inmediato, al postureo... en fin, a convertir los humanos en unidades de consumo y nada más.
Besos.
Muy poco o nada podemos hacer contra la avasalladora tendencia. :'(
BorrarBesos.
Hay personas tan pobres que solo tienen dinero.
ResponderBorrarCierto!
BorrarUn abrazo.
Iba a responder y salio Cabronidas con su pequeña gran frase, un abrazote Sara.
ResponderBorrarTe ganó la frase.
BorrarFuerte abrazo.
Comprar lo que no se necesita; esclavos del tener, de la apariencia, de la frivolidad, de lo banal... Este es lo que impera. Valores como la austeridad, el ser y no el tener, la humildad, la solidaridad... son los que engrandecen el alma...
ResponderBorrarSaludos
Ojalá que esos valores recobren su poder.
BorrarUn abrazo.
He vuelto, Sara!...
ResponderBorrarVuelvo tras el nacimiento de otro de mis libros.
Un libro que emprenderá su camino, en completa libertad, siguiendo su destino.
Este libro ya no es mío... pertenece al mundo!...
También vuelvo para leer tus maravillosas palabras, que siempre me fascinan!
Te dejo mi abrazo!
Me da mucho gusto, Albino. Enhorabuena y le deseo un destino muy favorable a tu libro. Seguro que así será. Siéntete muy orgulloso de tu obra.
BorrarUn abrazo.
Creo que la felicidad está en las pequeñas cosas, en los momentos dulces disfrutando con familiares o amigos, en una tacita de café ...
ResponderBorrarLas cosas grandes materiales y el ansia por conseguirlas, no aportan esa gran dicha.
Un fuerte abrazo.
Claro que sí, Amalia. En ese compartir nuestros mejores sentimientos.
BorrarUn fuerte abrazo.
Cabrónidas,eso es lo que hay,abrazote.
ResponderBorrarAtinó con la frase!
BorrarUn abrazo grande.
Qué gran verdad.
ResponderBorrarSe puede ser feliz con muy poco...
Besos, feliz semana entrante 🍀🐾
Y a la vez ese poco, es el mucho que nos cuesta tiempo encontrar.
ResponderBorrarGracias, Vero. También feliz semana. .🐾😍
Sara, expresas magníficamente una gran verdad.
ResponderBorrarPara reflexionar sobre ello, además todos esos comportamientos llevan al borreguismo...
Un abrazo, muy feliz día
Muchas gracias, Milena. No seamos parte de ese borreguismo.
BorrarUn abrazo grande y también mis buenos deseos para ti.
Recuperar el gusto por las cosas pequeñas, humildes o incluso imperfectas nos hace más llevadera la vida y sin duda más felices. No se trata de no tener ambición sino de ambicionar lo sencillo
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