Tres amores: tres.
La calle está llena de otros: mil.
en cualquier presentación.
PRESENTACIÓN mejor en letras grandes.
Porque si los dentros, en todos los comienzos,
aparecieran como DENTROS,
simplemente sería más fácil.
A cualquier edad,
las ilusiones vienen de diecisiete,
y la desilusión, a cualquier edad,
con una amargura de ochenta.
Conforme avanzamos,
vamos queriendo más a fondo.
En vez de aprender,
volvemos a los diecisiete.
Continuamos la búsqueda,
como locos entre esos mil,
al amor soñado, que no existe.
A los cuarenta se aprende… ¡Quizá!
A ti te quedan 997 oportunidades
de revolotear por encima
de todas las vanidades,
edades y apariencias.
Como tú quieras:
Ámalos, trátalos, conócelos, invéntalos…
pero ¡nunca cambies por ellos!
(subrayado y con negritas).
Cambia por ellos pero sólo en la medida en que ellos cambien por ti. La reciprocidad es una buena moneda y si dos seres que se aman se la aplican puede que ambos cambien armónicamente y a mejor. Pero los dos. Como plantas enlazadas que se apoyan la una en la otra. Y aún me quedarían atrás 999 oportunidades, que dudo ya de que quisiera aprovechar.
ResponderBorrarUn abrazo.
Un día, llega esa persona a la que amamos a partir de sus defectos, que también le sientan bien. Y si no los tuvieran, ya no nos gustaría.
ResponderBorrarPorque complementan toda la personalidad, haciéndola magnífica.
Abrazo. Con azúcar y crema lo tomas?
Con un golpe de crema y sin azúcar. Gracias.
ResponderBorrar; )
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