Costumbres, creencias, correspondencias.
Hacer o no hacer.
Decir o no decir.
Consentir o rebelarse.
Consentir por amor al otro.
Rebelarse por amor a sí mismo. Qué difícil es lo más sencillo.
Que el cariño sea siempre, sin necesidad de fechas, ni horarios, ni citas previas, ni compromisos.
Libres, como tú creas o como no creas. Aunque,
No creer, también es creer, en nada, pero en eso se cree. Igual, déjame ser a mí como crea yo.
Te entiendo,
te acepto,
te respeto; porque te quiero, te amo.
Te pido, que trates de hacer lo mismo conmigo, si acaso me quieres, me amas.
Claro, eso es libre. No voy a obligarte. Que nada sea obligado, que nos nazca desde el corazón, del alma.
Tú quieres celebrar a tu manera, hazlo.
Yo quiero celebrar a mi manera, lo haré.
Pero, estemos en paz... eso sí es importante. No me obligues a ser o hacer como tú, porque no lo permitiré.
Te quiero todo el tiempo, incluso en Navidad.
P.d. no quiero regalos. Te quiero a ti.