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lunes, 29 de abril de 2013

Bien limpita!


Desnudo mi alma de vez en vez, porque me gusta el efecto de ese acto imprescindible. Sin prisas, ni  violencia, ni sobresaltos, ni distracciones... que de voluntarioso ya es mucho con el carácter que tengo, como para ensuciarla con intempestividades. Ella necesita el aire fresco y adora la caricia de las gotas de lluvia. Si no hay lluvia, entonces uso lágrimas y cuando no tengo, porque estoy en tiempos de gozo, hago igual como lavo cualquier ropa fina... con suavidad y las mejores alegrías como detergente, hasta sacarle todas las manchas. Luego la cuelgo con ganchos de risa en el tendedero para que reciba su baño desinfectante de sol.

Solo así le permito regresar al palacio donde vivo -que no es otra cosa que mi cuerpo- con su fragancia renovada, en realidad es la que siempre tiene, pero se acentúa al quedar libre de ajetreos, molestias y sudores... Porque el alma también suda, se incomoda, se cansa, y se ajaría mucho, si no la baño con cierta periodicidad. Ella es la que escoge el momento propicio de hacerlo. Recupera la fuerza, la vitalidad, el coraje y la confianza de avanzar, buscando la ocasión de llegar al horizonte, para asomarse al manantial de los nuevos sueños. 

Al hacerlo, encuentro siempre otras almas que también se están lavando, convirtiéndose en un acto comunitario. Y, se van desprendiendo los pudores y los prejuicios, junto con lo dañino, que adheridos, serían peor que el cochambre, estorbando tanto, al dar asilo a los silencios duros, silencios amargos, que luego empiezan a asomarse con sorna, por los cuerpos desvencijados, convertidos en jirones. Las almas cuando se ensucian, corroen nuestro palacio y lo desmoronan como las colonias de termita, en que ventanas y puerta y marcos y techos, nos aplastarían en nuestro derrumbe...

sábado, 27 de abril de 2013

Lo perdido


Cuando se pierde, se gana algo muchísimo mejor. Es con el tiempo que podemos valorarlo. Yo prácticamente perdí alguna vez todo... Lo más preciado y lo más amado, material, humano e inmaterial. ¡Hasta casi mi vida! No sé bien cómo fue que pude resistir, pero aquí estoy. A mí me traicionaron. Muy ocupada en mi existencia, en mis éxitos, logros y conquistas, que parece muy redundante, pero así era... cometí el descuido de no desconfiar de gente débil, a quien le ofendía mi bienestar, sin que yo lo supiera. No hablo de amores, sino de gente a quien yo di mi amistad. Esto tiene relación con la entrada anterior. El domingo vi la nota en un periódico sobre la muerte de cáncer de una de ellas, después de otras tragedias muy fuertes, a las que  no pudo sobreponerse, como el suicidio de uno de sus hijos.

Qué pena tan grande... me consternó mucho su muerte y todo lo que le sucedió previamente, siendo que llegué a imaginar algún día, que algo así me alegraría ¡No fue así! Perdí mucho en gran medida por su culpa, pero Dios me permitió conservar lo único que de verdad es importante... mi ser. Y así como se lo agradezco infinitamente, le pido que esa persona pueda descansar en paz, ofrezco todo lo muchísimo que tuve que sufrir, para aprender a prescindir, que sirva mi sacrificio pasado, para que ella quede liberada de su odio. Yo no tenía la culpa de ser tan feliz.  Como tampoco la tengo de poder seguir siéndolo, a pesar de que me quedé sin lo que me arrebataron. 

Lo comparto para que tomen nota quienes hoy pierden solamente un negocio, un trabajo, un coche, una casa... eso no es nada valioso y se puede reponer en un momento dado. No sufran por cosas materiales... no vale la pena. Cuando se pierde lo inmaterial, eso si es una tragedia... Y sin embargo, llega el día en que hasta lo agradecemos, si nos ayudó para ser mejores. Cada pérdida utilízala para ser más noble, más sensible. A cambio se reciben mil razones para vivir y para gozar más intensamente. No te amargues, solo espera. Después sabrás para qué fue. Él nos ama demasiado y nos lo demuestra sosteniéndonos cuando creemos que todo está perdido, con maravillosa ternura, de tal forma que podemos seguir confiando. Nos fallan algunas personas, pero también surgen personas demasiado valiosas, vamos aprendiendo a encontrarlas.  Él nos las va presentando... hasta por blog ¡Confía!


lunes, 22 de abril de 2013

Nuestra responsabilidad





Nos influye mucho, la gente que vamos encontrando en nuestro andar.  Así como a veces son unos verdaderos ángeles, otros que bien pueden llevarnos directo al despeñadero, aun sin nuestro consentimiento, por muchas razones, pero principalmente porque poseemos algo que a ellos les falta. Creo que sí existe el factor suerte.

Nadie debiera hacernos daño sin nuestro permiso, pero no nacemos con la suficiente sabiduría  como para impedirlo y aun teniendo la intuición más aguda, no siempre podemos impedir caer en las trampas que nos tienden. Pues son tantas las caras que la maldad puede adoptar, que no es nada fácil defendernos oportunamente, sin conocerlas. 

No todo mundo nace y crece en un ambiente sano y amoroso. Hay muchas personas que no pueden tener infancia, a quienes sus circunstancias les llevan a una adultez prematura, llenándoles de sufrimiento y responsabilidades; lo que les impide conservar la ternura, pureza, nobleza y candor, entre otras características de la niñez. 

Quizá no sirva mucho este razonamiento para borrar moretones, cicatrices o traumas, pero si conocemos el origen de su perversidad, en cierta forma podemos comprenderles.  Y al hacerlo, el rencor o resentimiento va anulándose, hasta perdonarlos. Lo que no significa que volvamos a convivir con ellos como antes, pero sí que les vamos a liberar mucho peso, del que ya solos puedan estar cargando por ser como son.  

De todas formas a cada quien se le llega la hora de su cosecha y no nos corresponde a nadie, ejercer presión sobre la cosecha ajena, sino ocuparnos de eliminar a diario, la hierba mala que nos vaya naciendo en nuestra alma, para no caer en los mismos errores que señalamos en los que nos han herido. Eso sí es responsabilidad propia.

domingo, 14 de abril de 2013

Escuché a unos niños



El sábado dijeron unos niños, que los frutos son las uvas, las manzanas, las nueces, los plátanos y los dones. Que agradecen la tierra, la lluvia, el amor, el viento, la familia, los animalitos, la naturaleza, los alimentos, la amistad, la casa... Que es necesario tener fe, porque sin fe nos pudrimos. Me emocionó escucharlos, convencidos y felices... quiero creer que podría no pudrirme



lunes, 8 de abril de 2013

Que se acabe la bamba!!

 

Que la Suprema Corte de Justicia, de este bendito país, gobernado por los complejos de inferioridad de quienes ocupan puestos, el mes pasado aprobó una ley que prohíbe decir: puto, joto, maricón... "en defensa de la dignidad de los gays."

Madre mía!!! Puto, no se le dice a un homosexual, sino a quien hace putadas. Maricón a quien hace mariconadas, o sea jugarretas, actos muy viles, como los de los políticos... Y joto,  no se usa desde hace mucho tiempo,  ni en los más bajos ambientes.

Durante el gobierno del partido opositor al PRI, hubo libertad de expresión. Los presidentes Fox y Calderón aguantaron estoicamente este tipo de ofensas cada vez que se equivocaban... ¡a diario! Pero los de hoy, aún más pequeños y más mediocres, conscientes de que el respeto del pueblo jamás lo van a tener, por su naturaleza y actuación pésimas, mejor deciden PROHIBIR.

La Academia Mexicana de la Lengua salió a defender la libertad de expresión... Ojalá que sea cierto, porque lleva los mismos apellidos Labastida Ochoa, de un excandidato del PRI a quien Vicente Fox le dijera "mariquita", durante sus campañas, cosa que se embrolló hasta la máxima comicidad, porque luego Labastida hizo un spot quejándose de que Fox le había dicho mariquita, con una actitud y una voz de marica, que hubiera sido mejor no haberlo hecho. Si fuera cierto que Labastida Ochoa, en caso de ser su pariente, está defendiendo la libertad de expresión, sería una muestra de madurez... Pero si se está prestando al show como palero, entonces "le lloverá en su milpita".

La PROHIBICIÓN no es decisión de hombres... Y en hombres quedan considerados todos los que, sin importarnos un puto carajo su preferencia sexual, es el que sabe ganarse el respeto, mediante su actuar ético y respetuoso, para lograrlo.

Todavía no sé las sanciones de esta ley tan cómica... si es multa, ya veremos cómo hacemos las coperachas para quien incurra en el delito de putear a los políticos... si es cárcel, muchos estaremos blogueando con mayor holgura desde el fresco bote, gracias a esos putos politiquillos, que no están defendiendo ningún derecho de los gays, con su gran ignoracia, ni sabrían cómo hacerlo.

En ciertas regiones del país, se dicen más puterías que otras palabras, en cualquier diálogo, en cualquier ámbito, y a nadie se le frunce nada, ni les sale prurito, es tan divertido escucharlos, y aprender que puede hacerse con un gran naturalidad y estilo.

Es como quitarnos la alegría y el sabor picante, como si ordenaran ¡que se acabe la bamba! pero más que todo, quitarnos la libertad de expresión, casi la única que nos queda.


 Y acá: Baile Jarocho, con La bamba!

"Para baillar la bamba se necesita una poca de gracia...
una poca de gracia y otra cosita, ay!...
Para subir al cielo se necesita una escalera grande..."
*No más ajos y cebollas en mexicano...
Está por verse, cuando algo se prohíbe
más adrede se ha de hacer.

miércoles, 3 de abril de 2013

Oviusli, de don Jilo



Pueblo muerto... entre muerto y  fantasma. Cómo no, si le han caminado encima tantos traidores, hasta que lograron acabárselo. Lo primero, se fomentó la incultura y la deshonestidad, que se llenó de delincuentes, ellos mismos gobiernan, mandan, contratan, “triunfan”: Opresores, abusones, ególatras y muy asesinos. Es por lo que ya nadie se rebela  =  pobladores espectros.

Es el pueblo donde empieza la desesperanza, por que se llevó entre las patas a los pueblos aledaños, que ya no son sus pueblos amigos, pues se hartaron de tanta puta traición. Escogen y ponen a puro pendejo, muy hambriento y con baja autoestima, que si les dicen mi alma, dan todos los recursos, las llaves del pueblo y hasta las nalgas por adelantado, oviusli…

Créeme que la vergüenza me amarga un chingo… Pero, cómo hacerle, si vi cómo las entrañas de la gente se les fueron poniendo negras. Los decentes se fueron muriendo, o se los echaron. Los pocos que quedan, andan bien madreados, haciendo malabares y con los ideales muy sobajados. Sin lugar, a menos que acepten la misma mierda… perdón, “madurar”. Y qué cosa es… muy fácil Sebas, ni te quiebres la cabeza pinche Sebas, es el precio… que todo y todos tenemos. Ellos juran que así es y que siempre hay manera de hacernos bailar a todos, al son que nos toquen. Ta cabrón Sebas: Neoliberalismo.

Imagínate, todos los próceres… ¿para qué? ¡Chingado! Pudieron vivir a todísima madre, con su familia, sus hijitos…¡Nooo! Ahí van y ¿Pa qué, a ver dime tú Sebas, pa’ que todo el pedo que armaron? Si al fin, aquí estamos, en medio de las peores pesadillas, que ni de chiste tuvieron. Aunque te diré Sebas… Capaz que ni ellos eran como nos dijeron… Y qué si eran también una bola de putos, como los deoy.

Yo ya creo que los odio a todos igualito... No hay quien pueda mantenerse cuerdo… en cuanto asumen su puesto, se desmadran, y ya valió madre todo el pinche asunto. No pueden con la adulación, los lujos, las putas y las drogas, todo dentro del mismo puto paquete, y si de repente su dedo índice, vale más que la vida de poblaciones enteras… sí que es el acabose.

Sabes Sebas… qué ya me estoy enyerbando mucho con el puto tema tan sin fin. Sabes-Sebas-Sabes-Sebas. ¡Aaay güeromais! Con razón eres tan chingón mi buen Sebas, si en el nombre llevas el saber… Ya lo sabías pinche Sebas. Tas recabrón Sebas sabes… te quiero. ¿Hace cuánto que te conozco? Uuh! Jajaja! Un chingo ¡verdad?

Ya estoy hablando puras pendejadas Sebas, quien sabe que mestás sirviendo... más adulterado que qué. Yastás de neoliberal tú también, ya ni lahaces, méndigo Sebas. Era desperarse, de dónde sacas tanta estrenadera de tamañas trocotas. Mejor me voy restirando, sabes Sebas… Qué machin es teoricar contigo. Pero hay que llegar, si no ya sabes la que se me arma con Ester. Luego otro mes sin poder hacer acto de presencia, con tal de no tener la aburridora de a tiro por viaje. Abur ‘tonces. -Don Jilo paga la cuenta, y sale del bar de su amigo-