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jueves, 25 de noviembre de 2010

Fumar Tabaco es Delicioso


Un día se les dio la gana recaudar más por concepto de impuestos a los  estados del mundo. Multiplicar las ganancias de los laboratorios farmacéuticos. Llenar los consultorios médicos. Incrementar ventas de compañías aseguradoras,  perfumerías, fabricantes de purificadores de aire, extractores, filtros y todo tipo de productos para eliminar el olor, rastros y partículas de tabaco, dar trabajo a  agencias de publicidad por campañas en su contra, así como a terapeutas en psicología, medicina alternativa, etc.


Entonces: Aquello que fuera permitido en todos los ámbitos, distintivo de elegancia, estatus, inteligencia, liberalidad, fortaleza, feminidad, virilidad, convivencia. Cómplice y testigo de la creación de los mejores versos, libros, arquitectura, obras de arte, inventos, tratados, convenios y momentos.

A una costumbre ancestral, con efectos curativos, relajantes, ceremoniales y hasta divinos, ahora se le sataniza. Para de esa forma, poder sacarle todo el provecho, por toda una partida de industrias reparadoras de sus efectos. Modificando su anterior etiqueta de costumbre o hábito, a la de adicción.

Causa revuelo general el aumento del IVA del 15 al 16 en productos y servicios y en cambio, nadie dice nada porque en el tabaco se pague más del 320% de impuestos. Pues a base de publicidad, la sociedad, tan buena para endilgar etiquetas, ya ve al fumador como un adicto, antisocial, causante de muertes ajenas, suicida, peor que  delincuente. Y, el fumador confundido y con su autoestima muy cuarteada, en vez de defender su gusto, haciendo valer sus derechos, baja la guardia y se deja vapulear, aceptando el rechazo de los no fumadores y el nuevo precio y condiciones sin protestar.

No conformes con eso, agregan a  los diseños de sus cajetillas, las fotografías más terroríficas con fondo negro y letreros enormes de que provoca la muerte y abortos; no solo de quien fuma, sino de toda su familia y seres queridos. Las niñas ahora en vez de comprar anticonceptivos o la píldora del día después, optarán por empezar a fumar. Los del movimiento emo, darketo o barroco, se sienten comprendidos al fin y a los más empedernidos fumadores les causan gracia los fetos de astracán en cuna de cigarrillos.

Al mismo tiempo, están machacando que las personas que fuman tienen menor coeficiente intelectual, que daña el cutis, que es vulgar, que envejece, que se viven menos años, que… una lista enorme de desventajas. Y, en paralelo se lanzan los argumentos a favor de la marihuana y su legalización.

Quienes no fuman, creen que hasta el olor puede fulminarlos como si fuera insecticida. Siendo que lo que dañaría sería el humo, no el olor. Los fumadores, ya tan acomplejados y marginados, por la intimidación constante; mantienen su gusto de consumir bocanada tras bocanada, esas partículas espiritosas, en lugares solitarios, apartados, ocultos, escondidos, como si estuvieran inhalando cemento, lo más lejos de las miradas despreciativas y narices fruncidas, de quienes pudieran observarlos.

Si es un acto tan legal, puesto que es principal generador de ingresos al estado por gravámenes, bien podrían los fumadores:

Exigir que el producto sea elaborado con el tabaco de la mejor calidad, sin aditivos que si provoquen daño.

Crear centros de acopio de las horrendas cajetillas, para enviarlas periódicamente en contenedores a los legisladores que las aprobaron.

O regresarlos, como hiciera el productor de los Raleigh hace tiempo en USA, antes de que les piratearan la idea los del Teletón y los de Iniciativa México, en que por cada determinado número de cajetillas remitidas, ellos donaban sillas de ruedas, aparatos ortopédicos y prótesis a quienes lo necesitaran, sin discriminar a los no fumadores. Sirviéndoles a las compañías de igual forma para deducir impuestos de manera filantrópicamente mañosa.

Mientras se organiza el gremio fumador, que al pagar tan altos precios, tiene todo el derecho de exigir; si tu fumas y te fascina hacerlo, por el momento compra una bonita cigarrera para que rechaces las imágenes que te han impuesto de manera tan arbitraria, o puedes optar por fumar unos maravillosos Cohíba, Montecristo, H. Upmann, o hasta unos Populares, que como van las cosas, saldrán mucho más baratos que los cigarrillos que hasta el mes de diciembre podrás adquirir a precio de empleado de país subdesarrollado.

Además, no te escondas, ni te dejes intimidar, es tu gusto, tu dinero, tu organismo y nadie mejor que tu sabes y sientes si te ayuda o te perjudica. Hasta ahora no nos hemos enterado de que nadie haya matado, secuestrado o extorsionado por comprarse unos Marlboro; se violente, se ponga “hasta atrás”, o pierda la conciencia de lo que hace., por unos cigarrilos de más. Pero si es notorio, con cuanta satisfacción paladean ese humo mágico, de la manera más amistosa, pacífica y placentera.

Respeta a quienes no soporten el aroma de tabaco y fuma lejos de ellos, también si puedes y lo deseas forma tus clubes, asociaciones, agrupaciones, empresas, etc. etc. “Solo para fumadores”, en donde puedan criticar y debatir, por ejemplo, acerca de la falta de tolerancia de no fumadores.

También recuerda que todo en exceso es malo y mortal, así que fuma por el gusto de hacerlo, de una manera moderada, ejercítate mucho, come equilibradamente, sin grasa, ni harinas blancas, con suficientes vitaminas, bebe bastante agua y deposita las colillas en el cesto de basura, cerciorándote de apagarlas bien y nunca fumes en la cama, si estás cansado,  pues allí si corres el riesgo del abrasador sueño eterno.

Así pensaba cuando fumaba, hasta que dejé de perder el tiempo buscando justificaciones y dejé de fumar, me ha ido de maravilla, al liberarme de esa atadura... Se vive mejor, todo es mejor!

Compay Segundo, murió a los 96 años

jueves, 18 de noviembre de 2010

¡Qué Bicentenario... Ni qué Ocho Cuartos!

¿Qué celebramos?

Si Independencia es el derecho de un pueblo a decidir sus propias formas de gobierno, de desarrollo económico, social y cultural, así como la elección de sus estructuras, y la integridad territorial, sin injerencias externas, bajo el principio de igualdad, bla, bla…

Si Revolución es cambio decisivo y profundo respecto al pasado inmediato, con resultados trascendentales en los ámbitos económico, social, político, religioso, cultural, militar, etc. Por el bien común y erradicando las fórmulas de injusticia y falta de equidad de un pueblo…

Entonces ¡No tenemos nada que celebrar! Cierto, a través de nuestra existencia nacional, hemos tenido muchos tipos de revueltas y sucesos violentos. Ya lo han estado narrando todos los doctos en historia de México. No me ocupo yo de los personajes, ni de las fechas, ni de los acuerdos y tratados, ni de quien le dijo que a quién, ni quien conspiro, ni quien lidió.

Eso ya quedó más que documentado, tanto en los libros de historia, patrocinados y editados, por los ganadores de cada contienda; como de los nuevos investigadores, que han venido desmitificando a las figuras más idolatradas, a la par de la nueva idealización de quienes estaban en la oscuridad del olvido y falta de reconocimiento, según su criterio o el de los nuevos dueños de la verdad.

Todavía no alcanzo a ver que es lo que estamos celebrando, con miles de millones de pesos (también documentado por los periodistas de investigación), en propaganda y publicidad en todos los medios de comunicación, en monumentos, ceremonias, festejos, festines, agasajos y todos los sinónimos que nos llevan a lo mismo: Bodrio, engaño y distracción. Desde Iniciativa México, hasta el bailongo más ridículo del pueblo más abandonado.

Cuánto hemos defendido en discusiones con extranjeros, al mofarse de nosotros, refiriendo la figura del par de indios dormidos, escondidos en sus sombreros y recargados en un nopal. Pero si es la “puritita” verdad.

Eso somos los mexicanos, a pesar de que los españoles tienen rasgos muy positivos y sobresalientes, así como los indígenas también. Siendo ambas razas hermosas y admirables por separado, en la mezcla se obtuvo un maridaje genético malísimo.

Desde hace 3 años los políticos y los empresarios dueños del país, están celebrando el Bicentenario, para que no veamos:

Que a Ciudad Juárez lo tienen hecho mierda, y a casi todos los municipios del país, solo que aquí se nota más, porque siempre hemos sido más gritoncitos, a comparación de los demás poblados.

Que cada vez otorgan mayores privilegios a las trasnacionales, para que continúen saqueando.

Que todos los delitos siguen impunes desde la impunidad oficial, y que al haber un poco de ruido, nos inventan otro chisme conmovedor para que nuestro corazón blandísimo, resultado de nuestra cultura “telenovelera” y “ranchorámica”, como escribieran en un blog muy acertadamente; exculpemos, perdonemos, aunque nunca olvidemos y nos carcoma la impotencia, tan filosa, como las espinas del nopal en que estamos recargados.

¿Qué el IMSS nos está robando? ¡Qué nueva la traen! Si desde siempre han sido servicios deplorables, que pagamos al más alto costo, para que libremente disfruten de  sueldos y prestaciones inmerecidas, empezando por sus tres meses de aguinaldo, sus empleados déspotas, inútiles e inhumanos, quienes tratan a los derechohabientes como animales. ¿Será que los dueños de la Iniciativa México quieran imponernos otra modalidad de seguridad social?

Que no veamos a Peña Nieta muy orondo trepado en vehículos militares, ya ensayándose para saber como se verá cuando llegue. E impartiendo cursos y adoctrinamientos a todos los municipios del país desde su jurisdicción ¡¿?! (Signos de ¿what? de “mucho muy sacados de onda”)

Podríamos seguir con Pemex, Cfe, Issste, las Juntas de Aguas y todas las dependencias, bancos, aseguradoras, afores, sindicatos, escuelas, Ife, Profeco… Interminable la lista.

En este 20 de noviembre, se conmemorarán las distintas revueltas e inconformidades empezadas desde hace 200 años, sin desencadenar todavía en revolución,  o sea, en el cambio  necesario de nuestra mentalidad, porque en cuanto nos llegan al corazón o a los intereses personales, damos carpetazo a las condiciones para rebelarnos por trascendentes que sean y nos dispersamos e individualizamos. Manteniendo una crisis inalterable, que rebasa por mucho más a los 200 años multicitados.

Si los personajes de aquellos levantamientos fueron leales al pueblo, que vergüenza lo inútil que fue derramar su sangre y si no fueron leales, que vergüenza seguir estancados y hasta en retroceso.

Revolución en México, nunca hemos tenido. Seguimos dormidos, recuperándonos de “la resaca” del teatro que nos han montado, al son de “que si Adelita se fuera con otro…” y nuestros mejores corridos, con todos los rebozos, moños, trenzas, cartucheras, tequilas, tamales, pozoles, champurrados, mariachis, banderitas, por cierto, enviadas a domicilio, de la misma oficina presidencial, ¡órale! para envolver entre tanta utilería nuestra estupidez “patriotera” mexicana.

Así que adecuándonos al Bicentenario, como dijeran los mexicanos de antes… ¡Ni qué Ocho cuartos! y si alguien sabe el origen de la expresión, que nos lo explique, Y también ¿Por qué nos gusta tanto que nos den atole con el dedo?

"La Tierra es de quien la trabaja"... ¡Ajá!

lunes, 15 de noviembre de 2010

Amanecimos con diez mil huérfanos en ciudad Juárez, Chihuahua.

 Hace ya tiempo, en mi tierra se le restó importancia a lo correcto. Por ejemplo, un profesionista con tal de ganar más dinero, mintiendo, logró el control, fama y riqueza. Lo que fue confundido con  prestigio y éxito. Los demás lo imitaron y sus hijos aprendieron a  hacer trampa.

Se luchó por ser más que otros, midiendo esa superioridad por cosas materiales y comodidades, conseguidas como fuera, transcurriendo generaciones con abstracción, enajenación y deshumanización.

La satisfacción de deseos fue más fuerte que el valor de las personas. La codicia, robó el tiempo para compartir con los seres queridos, convirtiendo a seres normales y sanos, en esclavos de los imperios que erigieron.

Se inventaron todo tipo de apetitos, a partir del “poder”, en una carrera desenfrenada hacia las alturas, no importando si para ello era preciso hacer concesiones, traicionar, mentir, estafar, matar, en una competencia desquiciadora. Hasta el amor fue sustituido por el placer y a Dios por el dinero.

Los empresarios insaciables, con el consentimiento de autoridades y funcionarios de gobierno corruptos, han abusado de los empleados:

Los empleados explotados, con su estado de malestar, falta de tiempo y frustración, desatendieron a sus hijos.

Los empresarios insaciables por cuidar sus negocios, descuidaron a sus hijos.

Los gobernantes corruptos, por “cuidarse las espaldas”, ignoraron a sus hijos.

Los hijos de todos, cuando piden atención, son rechazados, ignorados, maltratados, burlados y abusados, en cualquier nivel socioeconómico. Creciendo con odio, vacío y resentimiento, en un ambiente bárbaro.

Los medios de comunicación ilustran todos los tipos de violencia y los padres no supervisan lo que reciben sus hijos por falta de tiempo, ignorancia o negligencia.

Los niños aprenden de los padres y de sus maestros, a través del rechazo, falta o exceso de tolerancia. Asunto inmoral e irresponsable, que ninguna razón puede justificar. Fuera de casa se distribuyen y difunden todo tipo de materiales, actividades y sustancias destructivas. 

Nadie actuó para contrarrestar los efectos de lo que era tan evidente, inmerso cada uno en la conquista de su mundo personal. Llegó el momento en que se sobrepasó el nivel y se derramaron las fuerzas negativas, que están tocando ya no solo a inocentes, sino a los dueños del “poder”. Pues ahora si se registraron bajas en todos los frentes, amigos y enemigos. 

Esto lo merecemos, unos por abusones, otros por dejados y arrastrados, cada quien escoja el saco que mejor le siente.

Un día cualquiera… Amanecimos con 10 mil huérfanos en ciudad Juárez, en la guerra contra la enfermedad que todos dejamos avanzar y que ante miles de síntomas previos, no reaccionamos. Entonces, ¡no es un día cualquiera! Sino la marca de una nueva época de luto chihuahuense, irreparable y vergonzoso. 

Ahora, es nuestro deber dar toneladas de amor, en todas las modalidades a nuestros semejantes, para recuperar la razón y el sentido de la vida, mientras sea nuestra. 

El amor es indispensable, como hilo unificador, que nos devuelva el respeto, la autoestima, la confianza y todos los valores que se perdieron,  por el “poder”.

Es preciso ocuparnos en establecer vías seguras y coherentes, entre familia, escuela y  niñez. Recuperar y reajustar la convivencia social, como reflejo del sistema de valores universal.

Así como no es posible separar la crisis de valores de la crisis social, no es posible mantenernos como individuos dentro de la burbuja, separados de la sociedad, por el hecho de que “todavía a mí no me ha tocado”. No esperemos a que “nos toque” para empezar a actuar y a sensibilizarnos.

La tarea inmediata es apoyar a esos 10 mil huérfanos, más los hijos tuyos, míos y los de cualquier vecino o desconocido, que serán el resultado de lo que hoy hagamos por ellos.



lunes, 8 de noviembre de 2010

La Esencia de Pocoyó



Pocoyó es adorable… Su principal objetivo, como el de cualquier niño, es ser feliz y jugar. En compañía de sus amigos Pato, Elly, Loula, Pajaroto y Pajarito, a través del juego, va descubriendo el mundo, las sensaciones que le provocan sus  hallazgos y la manera más conveniente de convivir con los demás.

Zinkia Entertainment, su casa productora, española, ha logrado vender sus  dos series de cincuenta y dos capítulos cada una en cien países. Han ganado premios en abundancia y ya es todo un concepto, cuya marca cotiza en la bolsa de valores.

Tan sólo en YouTube, en el mes de mayo de este año, aquellos capítulos que tenían un record de 500 mil entradas, ya registran veinte o treinta millones de visitas ¿Impresionante no?

Ese nivel de aceptación, me permite creer que los niños, todavía aceptan lo más simple, que los hace reír, emocionarse e identificarse; sabiéndose protegidos, comprendidos y estimulados por los demás. Como centro del mundo que son, o debieran ser.

Sin embargo, muchos adultos opinan que los niños de hoy, son diferentes a los niños del pasado. Yo creo que hoy sus padres y madres, los someten a rutinas aceleradas, lo que junto con las hostilidades del entorno, les afecta enormemente. Por ello hay niños con ansiedad, gastritis, colitis, alergias, neurosis y un sinfín de síntomas más, como alerta de su rechazo hacia lo que están recibiendo.

También creo, que si cada padre y cada madre o tutor, los aman, cuidan y están pendientes de lo que reciben del entorno, los niños pueden reforzar sus recursos psicológicos y emocionales, para digerirlo,  aprendiendo además a discriminar lo que no les conviene.

Es cierto que los niños ya no pueden estar ajenos a la información sobre los peligros a los que estamos todos expuestos. Por ello, hay que explicarles los acontecimientos con la verdad, pero con el suficiente cuidado, para disminuir el impacto negativo.

Un niño bien informado, que sepa evitar situaciones de riesgo, no necesariamente perderá su capacidad para jugar y reír.

Pocoyó es una creación muy oportuna, para divertir a los niños, y para que los grandes recordemos el objetivo primordial de vivir, que es la felicidad. Pues en ese personaje está plasmada toda la esencia infantil, que no debemos perder con los años, ni con las vivencias desagradables. 
¡Sí podemos reconstruir Chihuahua!

miércoles, 3 de noviembre de 2010

La Casa de Las Flores, en Chiapas.

San Cristóbal de las Casas, Chiapas. México


Claudia Castro es una mujer muy rebelde, de esas excepciones encarnadas que no pueden aceptar los “ni modo”, “así es la vida”, ¿qué se puede hacer? Expresiones tan comunes para esconder la mediocridad, la cobardía y la parálisis, ante la desventura de nuestros pueblos, con nombre de miseria.

Esa circunstancia que deriva, todas las versiones de marginación, discriminación, intemperie, hambre, analfabetismo, ignorancia y maltrato, para someter y vapulear a los seres más vulnerables de nuestro México amado: Las mujeres y los niños.

Es difícil aceptar que detrás de un país tan hermoso, se escondan los crímenes más inaceptables, por la carencia de ética de los responsables de la aplicación de las leyes,  haciéndolas invisibles… Inexistentes. Como esas mujeres y niños, rechazados y despreciados.

Claudia, se encuentra en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, entregando toda la energía de su juventud, a decenas de niños de la calle. Les ha prestado su hombro, su potencial y su alma, para que encuentren razones válidas con que aferrarse al mundo, que les ha negado alternativas desde su nacimiento.

“La Casa de las Flores” es el nombre que los mismos niños escogieron, para bautizar las paredes que los amparan, cada vez que lo necesitan. Es una casa abierta siempre para ellos. El oasis creado por Claudia, donde pueden ser niños que ríen, vibrando alto; para soñar con hadas y duendes. Donde crean castillos y construyen mañanas.

Es el sitio que acondicionaron entre todos, con más ímpetu que recursos materiales, para establecer su fortaleza impenetrable. La Casa que cierra el paso a pederastas, puchadores, chulos, padrastros, explotadores y demás representantes del corporativo del infierno, que los acechan y laceran siempre que los alcanzan.

Allí… Con travesuras, bromas o maromas, planchan las arrugas de sus almas y cicatrizan corporal y psicológicamente. El juego, el estudio, la aprobación y el amor incondicional de Claudia, les está dotando de las armas pacíficas, con las que ellos dicen “No” cada vez con más contundencia, aprendiendo en paralelo a vivir.

Sustituyen con ella a la “madre calle”, que era la única que conocían, antes de traspasar la puerta de ese remanso, hacia donde los arrojó su naufragio y su deseo oculto de salvarse. Tan felices como ellos mismos puedan aprender a hacerlo, con la madurez posible, de quienes les fue extirpada su niñez, en sesiones continuas de vejaciones.

Niñas que son madres prematuramente, Niños Trabajando en vez de  jugar

No estamos perdidos, existen Claudia Castro, Lydia Cacho… Como existió Digna Ochoa y muchas mujeres mexicanas que son madres con mayúsculas, porque pueden dar a hijos ajenos, el amor que ellos no tuvieron en sus familias consanguíneas.  Forjando los hombres y mujeres del mañana, que serán los que arreglen el desbarajuste obtenido, por tantos errores y omisiones de las autoridades y de la sociedad.

Lo comparto con tal entusiasmo, porque me enorgullece sobremanera saber que Claudia es de Chihuahua y, que su conciencia no le permitió disfrutar egoístamente de la zona paradisíaca que escogió para vivir sin ver y sin actuar. Ella contrajo un compromiso enorme, con el que se está ganando trocitos de cielo, cada vez que llora en soledad, para reciclar las emociones que le causa la injusticia, de cada caso que enfrenta con los niños que la buscan.

El link de La Casa de las Flores es: http://casadelasfloreschiapas.blogspot.com

Y, si no lo mantiene actualizado es porque está muy ocupada con los niños, que parece que le llueven a diario. Pero, si desean ayudar a su causa, escríbanle un comentario, para que la contacten. Siempre hacen falta muchas cosas para esos niños, que están aprendiendo con ella el significado de la palabra respeto ¡Aporten! Que sepa Claudia que no está sola y que todavía existen personas solidarias, dispuestas a contribuir con  obras como la que ella realiza. Ayudémosla a  impedir que esas flores se marchiten por la indiferencia.