Muy triste, desnudo, molesto, nervioso, solo, tembloroso, angustiado, desolado, sediento, hambriento, somnoliento… sin energía ni para abrir los ojos por la mañana, irritable, sofocado con el menor esfuerzo físico, incomprendido, vulnerable, débil… Te sentirás, en una sola palabra ¡enfermo!
Todas esas sensaciones allí están, pero las has encubierto o disfrazado ¡encendiendo cigarrillos! desde que te sentaste en la antesala de tu muerte, por la que hasta pagas una cuota de dinero diaria, provocándote enfermedad, aunque las sustancias excitantes del tabaco, inhiban esos síntomas.
¡Es muy fácil dejar de fumar! Enciende tu último y mientras se va consumiendo, dile: “Tú no me vas a lanzar al abismo, eres demasiado pequeño como para dominarme, controlarme y destruirme”. Y cuando lo apagues, con toda suficiencia: “Soy mucho más fuerte que tú, hoy te desaparezco de mi vida, no permitiré que nada ni nadie, me ordene hacerme daño”
Al fumar… creemos que no seremos capaces de hacer nada sin ese enemiguillo oloroso y traidor entre los dedos, o entre los labios, al que hemos disfrazado de amigo, para auto engañarnos. También creemos que con ese enemiguillo insignificante, somos los súper invencibles. ¿Por qué no mejor considerarnos simplemente NORMALES? ¡No necesitamos ser los súper nada! Tan solo con eso, ya restamos bastante carga a nuestra competitividad enfermiza.
Los primeros 2-8 días, no serán precisamente placenteros. Sentirás todo eso que describo o algo más, pues a cada quien le afecta de manera diferente, debido a muchos factores. Pero de que afecta no hay duda. No es verdad que te sientes de maravilla de inmediato. ¡No! Para nada es verdad.
Transcurren muchos días, semanas, meses, en que hay que soportar una serie de síntomas bastante desagradables, por el proceso de desintoxicación... ¿Qué mejor evidencia de que se estaba intoxicado?
Pues venden con el tabaco, una gran cantidad de sustancias agregadas con tal de crearnos una adicción casi imposible de afrontar. Tal vez si fuera solo tabaco, no sería tan nocivo, lamentablemente no es puro.
No seas marioneta de los productores de cigarrillos. Ni tampoco de los laboratorios e intermediarios que ahora están rellenándose los bolsillos con los chicles y parches y cualquier tipo de estupidez que no sirven más que tú voluntad y tú decisión.
Libérate, sé solo tú quien mande en tu organismo y tu ser: íntegro, total, absoluto; en tu pensar, sentir, respirar, vivir, convivir y gozar.
Goza de la libertad de no tener adicciones ¡No seas marioneta de nadie!… Es algo que debes hacer solito o solita, de tajo, de último cigarrillo, nada de plazos, ni paliativos, ni del "poco a poco"...Cuando estamos atrapados en esa “costumbre” o adicción, somos capaces de justificarnos de cualquier forma, hasta con argumentos científicos, con tal de seguir atrapados aspirando el veneno engañoso.
¡No te morirás, ni te arrepentirás por decidirte a apagar tu último cigarrillo ahora mismo! Sin embargo ¡ES TÚ DECISIÓN! y solo tú decides como vivir.
* Hace 7 meses dejé de fumar. Es la mejor decisión que he tomado en mi vida. ¡Gracias Jabo, Chus, Fernando, José Vicente, Mariluz, Susana Terrados, Hada Saltarina, Ibso y todos quienes me alentaron! Cada uno sabe la parte que le corresponde de mi agradecimiento infinito.