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sábado, 30 de julio de 2016

Falso

Entras a tu blog predilecto, pero no lo recuerdas,  piensas: Quizá cambió su apariencia. Vas al perfil, no lo reconoces, pero algo te hace creer que eres tú. Empiezas a leer la entrada, te resulta muy familiar, más bien porque vas intuyendo, adivinado el contenido antes de leer palabra por palabra, como si fueras escribiendo tus pensamientos en inmediato, sin deslizar tus dedos o teclear. No te enfada, ni te alarma. 
Es muy extenso, sigues allí,
te internas en una historia ya sabida, como si fuera tu pasado, pero puedes ir corrigiendo antes de cruzar lo que no te agrada o no aceptas, sólo pensándolo.
Aquel pleito, aquella palabra, aquel gesto, aquel adiós.
Se esfuman las palabras, ahora ves, revisas, replanteas, ¡hechos! Pasaste al verbo, sin verbo. Flotas. Termina el tiempo, es un tramo, un lapso, sin conteos, ni medidas. Estás dentro del blog, te miras en un video. Te fascina la sensación, pues teniéndote siempre contigo, resulta que no te conoces tanto, nunca antes te habías observado, en esa especie de desdoblamiento. Corres, brincas, vuelas, te haces muy ágil, te trasladas a muchos sitios, los que siempre deseaste conocer. Ves a muchos amigos de blog, que no habías visto completos, si acaso antes una fotito del perfil, te comunicas con ellos con solo pensamientos, te alegra. No piensas en salirte.
Van llegando más, todos los que sigues y te siguen, se van agrupando, avanzan abrazados, sin tocarse, es un abrazo muy cálido y a la vez sin contacto físico, como si no tuvieran ya piel.
Avanzan, hasta el edificio inteligente que abre sus puertas y entran como si los tragara, suena una música nunca escuchada, dentro de la penumbra y cuando estás por sentir miedo, se abren las letras gigantes:
¡BIENVENIDOS POKEMONES!

lunes, 25 de julio de 2016

He matado

Pasó hace tiempo. Pero aún me pesa...

Estaba en el patio, muy metida en "Mundo Alucinante", de Reinaldo Arenas, cuando apareció para atacarme.

Al imaginarlo sobre mi cuerpo y haciéndome mucho daño: tan enorme, asqueroso y terrible.  Sin dejar de mirarlo, convertí en arma lo primero que alcancé.

Entonces él retrocedió, pero, me atacaría de todas formas. Por eso me lancé antes a golpearlo, segura de que "quien golpea primero, golpea dos veces".

Me esquivaba y lo perseguía, hasta que entró en la casa y ya se volvió una lucha cuerpo a cuerpo, porque empezó a revisar mi ropa y pertenencias.

¡¿Cómo husmeba toda mi intimidad.?!

Ya cegada por la adrenalina, me armé más y lo fui llevando como una salvaje a otra salida... Él se equivocó de puerta.

Hecha un monstruo, encendí al máximo, el gran horno donde entró y que nunca creí que llegaría a usar para eso.
Entre gritos (míos) y brincos (suyos), logró salir arrastrándose, muy moribundo y todavía lo maté muchas veces más, al indefenso y minúsculo ratón, con mi escoba.
...
Terminé de leer Mundo Alucinante, en un parque, por no volver a correr riesgos.

*Quizá sea bueno una nota, por si alguien no lo ha leído, en varios pasajes, el personaje de la novela citada: Fray Servando Teresa de Mier, tiene que soportar estando preso, la presencia de ratones.  La impresión es fuerte y queda mucho tiempo después de leerlo.

martes, 19 de julio de 2016

Envidiosismo rencorosista

Está bien... otra vez,
vacacionen como cada verano,
váyanse a sus paraísos
— pero que no sean fiscales, porque les dejo de comentar en sus posts—
¡Váyanse, lárguense!
De gran turismo
o a lo modesto...
Yo aquí me quedo
en mi jacal,
despertando cuando los pájaros o el sol,
toquen a mi ventana,
mirando mariposas, abejas
y hormigas,
coleccionando piedras
desyerbando y cuidando flores,
desayunando todos los días
en el jardín,
Respirando profundo, arriba de los cerros, dominando como dueña y señora,
toda la ancha ciudad,
debajo.
Explorando grutas,
caminado al lado del río;
leyendo bajo los robles;
mirando vacas, caballos y chivos, o una que otra gallina.
Yendo a la ciudad
—también vacía— en bici,
comprando fruta recién cortada en los mercados
o tianguis.
Metiéndome a los cines
libres para mí solita,
cambiándome de sala,
cada 15 minutos,
para hacer surrealismo,
con cachitos
de todas las que vea.
Rellenando muchas veces
mi bote de palomitas,
para lanzarlas sobre las cabezas de asistentes imaginarios y dejar todas
las salas hechas un reguero,
para que los limpiasalas
tengan trabajo y no los despidan
— siempre, el toque
sociológico benefactor—
O andar de museos, teatros,
y cafecitos o bares,
con trovadores en exclusiva.
Así como todos los parques
con Cuca y Guango,
mis ladradorcitos,
que coman pichones
recién cazados por ellos.
Y en la noche,
una música rica muy alto,
ya en mi jacal, con una carnita asada,
o unos pescados fritos, una
cerveza, o un vino o un daiquiri o un mojito, o dos,
para ver otra vez las estrellas, yéndome a dormir
exhausta. Para al día siguiente caminar y bailar y cantar
bajo la lluvia,
con los fantasmas que queden
alegres,
en cualquier pueblito
cercano, abandonado,
encontrado al azar,
después de coger carretera,
a lo loco.

Vacacionen, váyanse,
qué yo aquí me quedo,
sin vacacionar a esperarlos,
todo el tiempo que quieran
con toda esta aburrición.


viernes, 15 de julio de 2016

Mi paracaídas

¿Alguna vez te han fallado?
¿Alguna vez te han insultado?
¿Alguna vez te han traicionado?
¿Alguna vez te han mal interpretado?
¿Alguna vez te han burlado?
¿Alguna vez te han exhibido?
¿Alguna vez te han calumniado?
¿Alguna vez te han mentido?
¿Alguna vez te han golpeado?
¿Alguna vez te han rechazado?
¿Alguna vez te han dejado de hablar?
¿Alguna vez te han ignorado?
¿Alguna vez te han abandonado?
¿Alguna vez te han sustituido?
¿Alguna vez te han odiado?
¿Alguna vez te han discriminado?

¡A mí, sí!!!, que no todo es vida y dulzura.

No sé dónde quedaron
esas personas,
pero sí sé
que todo eso
fueron bendiciones,
porque aprendí
entre muchas cosas útiles,
a perdonar, a ser más resistente, resiliente
y a usar mejor
mi invisible
paracaídas integrado.

Les doy las gracias por su entusiasta participación
en lo que hoy soy.
Nada de lo que iba a ser,
pero también ¡me gusta!




sábado, 9 de julio de 2016

Hace falta mucho coraje para amar

Hace falta
mucho coraje para amar
siendo testigos
de una humanidad
que nos la desmoronan a diario.
Hace falta
la fuerza de mil caballos
en nuestra voluntad
para seguir creyendo
que pasará la tormenta.

Cómo no sentir pena
—por ejemplo y a propósito
de lo de Dallas—
hacia los marginados de Estados Unidos, condición más dolorosa e inconcebible, que ser marginados en un país pobre...
Porque en su país tan rico y poderoso,
capaz de turistear
en otros planetas
por snobismo
—en vez de subsanar
los destrozos de sus guerras— se hace abismal
la diferencia de clases
y brutal la segregación y la discriminación.

Es muy fácil comprender
a sus veteranos de guerra...
a los niños,  a los jóvenes
y a sus familias
que enloquecen cualquier día
y vengan sobre quien sea
que les represente su sistema,
toda la rabia
de lo frustrante
que es su cautiverio involuntario,
del que ni siquiera tienen conciencia que lo es,
por el permanente
lavado del cerebro
de "que pertenecen
al país más libre del mundo",
siendo lo contrario.
Y los mantienen
además de drogados,
ajenos toda realidad exterior.

Hace falta demasiado coraje
para seguir amando
porque solo el amor
posibilita el perdón
necesario y urgente
para luchar por la vida
y por la paz
en el mundo desquiciado,
que por lo menos a mí,
me destruye.

miércoles, 6 de julio de 2016

Errores en macro

Errores, nos invaden los errores. Nos acorralan los errores, nos manejan con los errores.
Y nosotros ignoramos todo, en esa ignorancia infinita tan humana.  Entonces especulamos, reaccionamos, instintivamente.
Luego nos damos cuenta de que ha sido un error, cuando ya estamos enmedio del odio de unos a otros, una vez más.
Después, los productores de los errores, aceptan sus errores y se disculpan, con un cinismo que nos deja helados, perplejos, patidifusos. Como si fuera tan fácil asimilar que arrasan con países completos.
Y no pasa nada, porque nada podemos hacer, porque nada se les hace a los responsables,
porque no existe la justicia, además aunque se aplicara, de qué forma se reparan ya todas esas vidas perdidas...
De qué forma se restauran familias desmembradas...
De qué forma consolamos a nuestro corazón atiborrado de silencio impotente, por los errores de las grandes potencias. De qué manera recuperamos la calma y la confianza. De qué manera renacemos.



sábado, 2 de julio de 2016

Ya estamos

en... ¡JULIO! Y yo traje a tres:

 El que jugaba a inventar  palabras.

El que de chamaco tiró tu pañuelo al río para mirarlo cómo se hundía. Y: llueve y está mojada la carretera.. que largo es el camino...

Y,  el frutero de por la casa.

Yo los conozco a los tres, a mí sólo me conoce el tercero.

Pasen un mes de julio  ¡De lo mejor! Que lo tienen nuevo de paquete.