Pasó hace tiempo. Pero aún me pesa...
Estaba en el patio, muy metida en "Mundo Alucinante", de Reinaldo Arenas, cuando apareció para atacarme.
Al imaginarlo sobre mi cuerpo y haciéndome mucho daño: tan enorme, asqueroso y terrible. Sin dejar de mirarlo, convertí en arma lo primero que alcancé.
Entonces él retrocedió, pero, me atacaría de todas formas. Por eso me lancé antes a golpearlo, segura de que "quien golpea primero, golpea dos veces".
Me esquivaba y lo perseguía, hasta que entró en la casa y ya se volvió una lucha cuerpo a cuerpo, porque empezó a revisar mi ropa y pertenencias.
¡¿Cómo husmeba toda mi intimidad.?!
Ya cegada por la adrenalina, me armé más y lo fui llevando como una salvaje a otra salida... Él se equivocó de puerta.
Hecha un monstruo, encendí al máximo, el gran horno donde entró y que nunca creí que llegaría a usar para eso.
Entre gritos (míos) y brincos (suyos), logró salir arrastrándose, muy moribundo y todavía lo maté muchas veces más, al indefenso y minúsculo ratón, con mi escoba.
...
Terminé de leer Mundo Alucinante, en un parque, por no volver a correr riesgos.
*Quizá sea bueno una nota, por si alguien no lo ha leído, en varios pasajes, el personaje de la novela citada: Fray Servando Teresa de Mier, tiene que soportar estando preso, la presencia de ratones. La impresión es fuerte y queda mucho tiempo después de leerlo.
Un ratonicidio en toda regla, vaya que sí. Saludos.
ResponderBorrarcumple con las tres agravantes de ley.
BorrarUn beso.
Me ha gustado el relato y la doble interpretación con equívoco incluido, aunque yo utilizo una técnica distinta.
ResponderBorrarBesos.
Ah no!! Es que tu siempre estás a la vanguardia, jaja. Pero el escobazo o chancletazo, siguen siendo infalibles, jaja.
BorrarUn beso.
Pobrecillo jajaja, no me gustan esos bichos, lo reconozco. Pero matarlos tampoco, no tengo el valor.
ResponderBorrarCreo que en parte por eso amo los gatos, porque hacen el "trabajo sucio".
Un beso.
Yo les tengo más miedo a los gatos. Y sí, he matado
BorrarUnos cuantos ratones en mi haber. Pero este, parece que se salió del libro.
Un beso.
jajajja Pobre ratoncito... :(
ResponderBorrarMenos mal que se que es ficción...jajaja
Besos y salud
Jajaja, ya me vas conociendo, Genín. Sabes que podría hacer, ciertas cosas, pero no con ese fascismo, jajaja.
BorrarBesitos y un abrazo al abuelo!!
Alucinante mana, ¡Alucinante! Un ratoncito qué daño puede hacer (nomás convertirse en rata). Hiciste bien mana jaja.
ResponderBorrarBesote
Discúlpame, mana... pero ratón no se convierte en rata ni soñando, tal vez un ratón panzón, si come mucho, pero rata no. Ellos todavía no entran en los rollos de los transexuales y eso.
BorrarPero, alucinante como el libro de Arenas. Jajaja.
Besos.
Yo no hubiera sido incapaz de matarlo, sería sido imposible hacerlo porque habría salido corriendo capaz de saltar obstáculos y alcanzar una velocidad olímpica. Pero con la distancia de lo virtual me has hecho sonreír. Abrazos
ResponderBorrarCréeme que te he imaginado corriendo tal y como me lo dices. Ya te conozco otro dato muy importante. Pero también creo que si te encontrarás a solas con él, lo matabas, casi infartada, pero lo hacías.
BorrarUn beso.
Hola Sara, pues yo no me enfrento a ese "monstruito":), yo salgo corriendo y le dejo hacer lo que quiera jeje, lo malo seria luego volver y no saber donde anda, con tu "guerrero" relato me has echo sonreír imaginando según iba leyendo:), muy bueno.
ResponderBorrarBesos.
Ya te veo, corriendo despavorida y huyendo de tu casa. No es nada agradable, dan miedo, pensamos que nos van a devorar, pero en caso dado y sin opciones, sé que lo enfrentarías. Sale lo guerrero de no sé donde, por supervivencia.
BorrarBesos.
Ella era grácil,ligera ,liviana. La invitaba a pastelitos y muchas veces a comer en cualquier hora del día. Tenía las cualidades innatas para volar y el cuidado de despertarme a cada amanecer haciéndome cosquillas en la cara; como una chiquilla juguetona e incansable...A veces paseaba conmigo en el coche, paseaba conmigo por los parques y en un banco, tomábamos helados de fresas con chocolate. Era realmente adorable y juguetona hasta tal punto, que cada noche soñaba con ella en sueños realmente reparadores donde su amorosa presencia me despertaba con un beso en mis labios o un roce en la piel...Me tenía obsesionado hasta tal punto que sentía celos por ella.
ResponderBorrarUna mañana la eché de menos. La busqué por todas partes, a voces gritaba su nombre con el vertigo de sufrir su maravillosa perdida pero ella, no aparecía. Me asomé a la ventana y allí estaba la traidora; con dos machos jugando a juegos prohibidos...
Con rabia, los pulvericé con insecticida hasta aniquilarla junto con sus amigos y las tres moscas, murieron.
La policía me tomó declaración pues llamé al 091 declarándome culpable de homicidio machista y vinieron a detenerme. Les enseñé las tres moscas muertas en un cenicero y una velita encendida como sepelio...Los policías llamaron a los loqueros y ahora estoy en este hospital con cientos de moscas a las que les doy de comer como quien da semillas a las palomas...Está Irene, Susi, Manuela, Carmen...en total unas 40 moscas cariñosas que hacen ser el loco mas feliz del psiquiátrico...
Jajaja, qué buen relato!!
BorrarEres increíble. Muchas gracias.
Un beso.
Yo también me hubiera ido al parque...
ResponderBorrarTravieso ratoncito y muy bueno el relato.
Un beso grande
Tú me comprendes, Amalia. Eres maravillosa.
BorrarUn beso.
Ya no sale mi perfil.
ResponderBorrarMenos mal que me conoces ¿a qué sí?...
Por supuesto que te conozco, no tengo otra amiga Amalia.
BorrarOtro beso.
Yo también me hubiera ido al parque...
ResponderBorrarTravieso ratoncito y muy bueno el relato.
Un beso grande
Lo malo es que en el parque seguían brotando ratones del libro.
BorrarTercer besito.
Ojo con leer en el parque y lo qué lees, puedes tener visitas inesperadas o alucinaciones esquivas :)
ResponderBorrarMuy bueno tu ratón, me ha recordado una peli de Alfred Hitchcok en la que Paul Newman nos demuestra lo difícil que es matar a un pesado comisario político comunista.
Besos.
Me causó tanta gracia, ayer que leí tu cuento, que nos había pasado algo similar. Te quedó genial. Yo no lancé el libro, porque es demasiado bueno. No lo hubiera soltado por nada. Es una preciosidad de narrativa.
BorrarUn beso lejos de parques, jajaja.
¡Pobrecito el rantoncito!
ResponderBorrarCuidado, mujer, que si te leen
los defensores del reino animal
no quiero ni imaginar el castigo
que para ti con prestancia reclamen.
¡Asesina múltiple de
un ratón! ¡Oh, Oh Oh!
competencia sin parangón
de los gatos del vecindario.
:-)
Besos
Shhhh! No los invoques, que ya imagino sus sentencias de muerte. Raros esos, tan "sensibles", que pueden ser brutales con el ser humano, por defender bichos. Gracias Myriam.
BorrarUn beso.
A veces nos volvemos insaciables por nuestra sed de matar, aunque no podemos hacerlo con algunos humanos, nos desquitamos con los indeseables bichitos que nos rodean, un abrazo Sara!
ResponderBorrarQué comentario tan más ingenioso. A veces quisiéramos, hasta pensamos en algunos políticos para esos fines... Pero
Borrarno podemos, no nos deja la decencia, o será el miedo? Jajaja.
Un abrazo!
Sara, muy bueno el relato. Yo soy más amiga de los gatos que de los ratones, pero nunca he tenido el valor de matar a ninguno, pero uy ganas..
ResponderBorrarbesos
Yo a los gatos les tengo miedo, no sé porqué. Y los ratones, pues hacen muchos estropicios y hay que hacerlo, a querer y no.
BorrarUn beso!
Felicito tu valentía
ResponderBorrarYo del susto aun estaria gritandoooooo
Por suerte los perritos de la casa los mantienen alejados !!!!!
Cariños
Muy cierto, los perritos -algunos- no dejan que se acerque nada a la casa. Los míos hacen como que tienen otras cosas más importantes que hacer, en esos casos, jaja.
BorrarNo pensé que les temieras. No te creas que yo no.
Un beso.
La verdad, Sara, que al empezar creía que era algo realmente grave. Cuando vi que era sólo un ratoncillo, sonreí. Pero no creas, a mí me pasaría parecido con una cucuaracha, aghh, qué asco les tengo.
ResponderBorrarMe alegra haberte encontrado, un abrazo largo.
Son terribles los pensamientos que nos acosan ante esos bichos, realmente indefensos, los sentimos monstruos en el momento, cuando no lo son.
BorrarA mí también me alegra mucho encontrarte.
Un abrazo así de largo.
inesperado relato, me llevó al extremo de temer yo también y aceptar el asesinato como única salida
ResponderBorrarsaludos, muy bueno
Gracias por tu comentario y por regresar después de tanto tiempo por acá, siempre serás bienvenido.
BorrarSobre la entrada creí que lo pescarían desde el principio. Me alegra que no haya sido así.
Saludos!!
Me ha parecido muy interesante tu relato.
ResponderBorrarBesos
Muchas gracias, Ilesin.
BorrarUn beso.
Lo viviste, ese mundo alucinante.
ResponderBorrarTe creíste fray Servanda?
Sonrío.
Adoraba a Arenas y era recíproco.
Otra vez el mar, te relajará más como lectura.
Un beso, mi Chihuahua.
En realidad quedé fascinada, yo lo considero para leerse muchas veces!! es vertiginoso, una prosa poética de magia... indudablemente se identifica con el Fray, por la persecución que de él hicieron también, ya vez que hasta estuvo en el Morro. No sabía de esa reciprocidad en adoración contigo.
BorrarOtra vez el mar, ¿relajante?. No lo he leído, pero que no es en donde le tupe al sistema?
Lo leeré... todos sus libros, si los consigo. Igual de Lezama.
Un beso.
A ver si te mando los que tengo de él y no hayas leído.
BorrarY Virgilio Piñera si no lo has leído te encantará.
Besos lectores, mi Chihuahua.
Hermosa, muchas gracias desde aquí hasta el fin del mundo.
BorrarUn abrazo muy grande y feliz!
Con el miedo que les tengo, ni quiero imaginarme la escena.
ResponderBorrarUn abrazo.
Jajaja, haces bien. Es de lo horrible del mundo, ellos y más uno a lo salvaje tras ellos, hasta darles fin y después sentirnos crueles.
BorrarUn abrazo.
Aggggggggggggggggggg
ResponderBorrarNo quiero recordarlo....
Besos.
Un crimen horrible!
BorrarUn beso.
Una lucha sin cuartel de la que veo saliste vencedora, aunque imagino la escena y no puedo evitar una sonrisa malvada.
ResponderBorrarMenos mal que al final pudiste disfrutar de la lectura.
Muchos besos
Es que de la lectura salían los ratones. El parque quedó infestado, hubieras visto.
BorrarUn beso o muchos.
puede uno imaginar cualquier cosa... es terrible pero a la vez, no se..
ResponderBorrarme dejó desconcertada y tranquola al final
Cuando puedas, lee esa novela y me entenderás.
BorrarUn beso.
Olá Sara,
ResponderBorrarA história foi tomando um rumo de violência que espera no final uma desgraça; mas tudo acabou bem. Parabéns.
Abraço.
Pedro.
Porque salí ganando, dándole fin. Pero sí hubiera ganado el ratón!! jaja.
BorrarUn beso, Pedro.
Muy buen relato aunque da un poco de YUYU.
ResponderBorrarAbracitos.
Da Yuyu, asco y todo, ante un monstruo de tan pequeño tamaño.
BorrarGracias, Maribel. Un beso.
La escoba, esa gran arma contra los ratones, es infalible.
ResponderBorrarUn abrazo y saludos
La escoba sigue siendo infalible y poderosa, jajaja. Gracias, Guillermo.
BorrarUn abrazo.
A veces parece jugar con nosotros...
ResponderBorrarLos ratones digo, de todos los conocidos y los por conocer. Los tuyos son divertido, no sé, eso me contaron...
Abrazos, querida vecina.
Alicia, divertido cuando es pasado, pero qué dolor de cabeza cuando los encontramos. ¿Te digo un secreto? yo he matado solo tres en muy vida, con muchos gritos y taquicardia. Jajaja.
BorrarUn grande abrazo, vecina del alma!
Hablaba de otros ratones. Pero eso es secreto. Cosa de vecinas del alma...
BorrarPor ejemplo los que se llevan gallinas ajenas... Esos también son ratones. Pero, le di el rodeo, siendo un tema tan sensible por años entre nuestros ranchos, y que apenas hemos aclarado y está en proceso de solución.
BorrarSí, por favor que todo eso quede en secreto, vecina del alma. Será mejor que nadie de enteré.
Besos.
Eres valiente al enfrentarte a un ratón. Yo veo uno y peor en mi casa, salgo corriendo y no regreso hasta que me aseguren que el ratón ya murió.
ResponderBorrarSaludos Sara, simpático relato.
Hermosa! Te imagino saliendo a toda carrera y divierte. Gracias.
ResponderBorrarUn beso.
Te dejo un abrazo grande.
ResponderBorrarFeliz fin de semana
Gracias... Yo también, Amalia.
BorrarUn gran abrazo y cariño!!