En Córdoba, Veracruz, México, existió una joven mulata tan hermosa, tan hermosa que todos se enamoraban al verla. Era imposible ser indiferentes ante sus encantos.
Ella, por tradición familiar, aprendió herbolaria y se hizo muy famosa por sus excelentes remedios. Así que la buscaban muchas personas para que los curará.
El alcalde en turno, también se enamoró y como ella lo rechazó, despechado y cruel, la mandó a un calabozo de San Juan de Ulúa, acusándola de ser bruja y de que a él mismo "le había suministrado una pócima" con la que lo hechizó.
Un día antes de su ejecución, por la Santa Inquisición, que no podía faltar en este tipo de crímenes tan atroces de la época, la mulata dibujó un barco en la pared, con un carbón que le consiguió uno de los carceleros.
Cuando fueron por ella para ejecutarla, ella le preguntó al personal, ¿qué es lo que ven en la pared? ¡Un barco!, dijeron.
Y ¿Qué le falta?...
Ella misma les respondió, falto yo. Se metió en el dibujo y desapareció de la celda en él.
Esa tarde, de terrible tormenta, en que ninguna nave estaría navegando en esa zona del golfo, la gente vio como se internaba un barco en el mar, a partir de la citada fortificación.
¡Allí iba la hermosa mulata de Córdoba!
...Tal vez conozcan está leyenda, hay muchas referencias por internet de ella, pero yo acabo de conocerla y por eso la comparto aquí.