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viernes, 26 de febrero de 2016

De mano levantada

Hoy recuerdo los días de escuela, cuando los profes preguntaban: Quién desea participar?

Yo de inmediato levantaba la mano, pero no siempre tenía la suerte de que me dieran el turno luego luego, y cuando al fin me tocaba, ya no recordaba que era lo que quería decir, jejeje.

Así hoy. Tantas cosas que deseé compartir en estos dos meses y ahora que ya tengo Internet otra vez, no sé ni por dónde empezar, jajaja. Hasta llegué a creer que me quedaría muda, ante la incomunicación por este medio, Qué no fue por gusto.

Por lo pronto: 

Hola... ni crean que se libran de mí así como así, eh! Gracias por sus visitas, por sus comentarios tan alentadores. Sentí muy hermoso, me sentí querida y sorprendida muy gratamente.

Poco a poco... porque si Roma no se hizo en un dîa, Paquimé y Tenochtitlán tampoco, solo imagínense a sus constructores cargando semejantes piedronones al lomo desde quién sabe dónde!

Cuando he visitado pirámides, he pensado, que ya estando arriba y casi por dormir en esa época, y se antojara un vasito de agua... uf, a bajar cientos de escalones hasta ir a la noria más cercana y eso... para luego regresar, quizá con más sed y ya sin sueño. No pensaron en los ascensores, re buena pierna que habrán tenido de seguro de tanto sube y baja. 

Bueno.... que iré pasando por sus casas, esperando también encontrar las puertas abiertas y que estoy muy contenta de regresar.





domingo, 14 de febrero de 2016

Si veinte años no es nada...

Espero que unas semanas más, no sean gran cosa, aunque me esté pareciendo como un siglo...  por lo mucho que los extraño.

Me he dado cuenta en estos días sin publicar y sin visitar, que ya existen lazos muy reales y fuertes de amistad -¡Qué fortuna y alegría!- que ni la falta de Internet (todavía así estoy y no sé cuanto tiempo más así estaré) podrán romper.

Gracias a Dios estoy muy bien... gracias a cada uno de los que me han escrito para preguntarme... está siendo un año muy bueno para mí y  deseo que así se encuentren ustedes también.

¡Hasta pronto! No me olviden, que los quiero mucho y de verdad!!

Un fortísimo abrazo, como si fuera en persona.