En México, he conocido a un solo tipo de estadounidenses, los que en vacaciones, inundan nuestros lugares turísticos. Mi país es un sitio muy barato para ellos y al que adoran visitar, a pesar de que nos odian a los de raza de bronce, como yo.
Compran paquetes vacacionales todo incluido y pasan todo el tiempo, embriagándose, drogándose, y participando las 24 horas, en las actividades que organizan para ellos en los centros vacacionales, con competencias de cualquier tipo, hasta de quién come más sin respirar o bebe más shots de tequila, bailando casi desnudos o desnudos, hasta el amanecer, en que ya son una piltrafas.
Durante el día bajo el sol, hasta que se les cae toda la piel carbonizada, en su deseo de coger un poquito de color... como el nuestro natural.
Los conozco groseros, prepotentes, irrespetuosos, ignorantes, sucios, muy bajos. En su búsqueda constante de excesos, sex & liquor & drugs.
No dudo que exista otro tipo de estadounidenses, preparados, educados, respetuosos. Sería una pena que no existieran. Pero a ese tipo de personas, nunca las he visto por aquí. Quizá vacacionen en lugares más caros, no lo sé. Hablo de lo que conozco.
También será que yo me he manejado en el ambiente turístico y no en centros científicos o cualquier otra actividad de mayor nivel.
A mí no me extrañó que llegaran a tener un presidente como el que tienen. Él es, justo como el tipo de estadounidenses que he conocido. Para haberlo elegido en un país democrático, como tanto promocionan ser, es porque una parte mayoritaria de gente, se identifica con él.
El que un país sea democrático y rico, no significa que sea un buen país, digamos educado, respetuoso o trabajador. A USA ya la basura le brota por cualquier parte. Y su riqueza ha sido construida a base de abusos, de generar miedo, muerte. Y claro, deben invertir enormes sumas para inventar un prestigio muy diferente a lo que son, imagen que compra todo aquel que no los conoce, en otros continentes, exentos de convivencia con ellos.
Les extrañará, amigos, que yo si estoy muy de acuerdo con el muro. Pero me gustaría que fuera bilateral. Que mi país restringiera la entrada de ese turismo, de esas divisas mal habidas. Así calificadas, porque más nos quitan, que lo que nos dejan. Quisiera que vieran la destrucción que hacen en las habitaciones y por donde pasan. Hacen todo lo que en su "país de libertad" no hacen. Porque allá les dan cárcel y aquí no... por ser turismo gringo ¡Puagh!
Lástima que yo pienso en nuestra dignidad y bienestar, mientras los empresarios y políticos, eso no lo toman en cuenta.
Para ellos lo único significativo es: dinero.
También sería acierto que se rompa el tratado de libre comercio con ellos, que retiren sus fábricas que tienen acá. Centros de inhumana explotación. Claro, sí, que los gobiernos mexicanos han permitido.
Ah, y que nos regresen nuestro territorio, en el que viven, los invasores.
Por lo pronto... yo ya tengo mi muro, en realidad, siempre lo he tenido hacia ellos, desde niña... en el corazón y en la conciencia. Tengo que remozarlo y reforzarlo, para que resista los nuevos embates, con ese personaje que los gobierna. Y deseo que el resto de población que vive por allá, despierte para que muestren al mundo una cara diferente, que esta vez, ya no les fue posible esconder, tras un antifaz diplomático y una sonrisa linda como la de Obama (sanguinario también, pero de lindo rostro y sonrisa, hasta parecía gente decente).
También me gustaría que mis compatriotas que están en USA, regresaran. Más vale comer frijolitos, tortillas y chile, en un lugar donde se sientan en casa, con su idioma y costumbres, en familia y dejen de permitir que los persigan, discriminen, separen de sus hijos, maltraten y deporten, como lo hacen. Aquí hay mil opciones de ganarse la vida, de manera autónoma y sin tanto susto, humillación y dolor emocional.
* Mi muro anti yanquis que sean como Trump.
Los que no. No se sientan aludidos y disculpen mi sinceridad y háganse presentes, para que pensemos diferente de ustedes y construyan otro tipo de nación.