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domingo, 27 de octubre de 2013

Torcí la pata

Literalmente... Esta ilustre y cada vez más afamada bloguera (juar, juar, qué diera yo, verdad?) torció la pata. Bueno... cuando estoy en casa, me empeño, agarro cada manda de locura, que hoy me puedes ver de albañil, mañana de pintora de brocha gorda, de limpiapisos (que estoy empeñada en rescatar unos mosaicos maravillosamente dañados, a costa de manos y pulmón) de lavandera, planchadora (esto poco, cuando quieras verme fuera de mí, pídeme que te planche algo) y eso que soy muy buena para ello, pero no, no me gusta. Lo hago porque con ciertas prendas no me queda otra, pero NO me gusta. Una amiga mía, se casó con un tipo muy remolón respecto a este tema, ella tampoco "adoraba" planchar, entonces, se le ocurrió a su santa suegra llegar a la casa cuando ella estaba entregada a esa faena y se puso a sugerirle, que si marca el cuello así, que si los puños... Mi amiga, María, le lanzó al centro de la frente la plancha. En eso llegó el marido y le ha puesto una madriza tal, que la mandó al hospital con las costillas rotas y contusiones por doquier. Allí ella recabó entre el personal, lo suficiente para el divorcio y para su boleto de regreso, pues estaba en otra ciudad. Cuando lo cuenta, se ríe a carcajadas al recordar lo maravillosamente que le colocó enmedio de los ojos a la suegra la plancha. Se la pinté en la pura "P" a la pinche vieja pendeja y metiche. Lo malo que con las costillas rotas, poco me podía reír, pero fue lo que me mantuvo a flote para hacer los trámites concernientes. Si a mi Ramón (su hijo) tanto le gusta como usted le plancha, pues, ¡Plánchele entonces usted, vieja bruja, que ya me tiene hasta la madre, con tanta intromisión! La señora solo alcanzó a chillar, chillido que fue mínimo, comparado con el chillido de la carne quemada, en su certero tino del mejor pitcher de las grandes ligas. Hace tiempo que no veo a María, por cualquier cosa un día nos enojamos y ya no nos volvimos a ver, pero cuando plancho, siempre la recuerdo y eso me hace que planche acompañada y divertida. 

Yo no sé por qué vamos al circo y nos extasiamos con los malabaristas y equilibristas... cuando yo me dedico a la lavandería, lleno tantos alambres, que quien lo ve, cree que lavo la ropa al barrio entero. Entonces, como la ubicación del sol con respecto al patio mágico, no me ayuda mucho, he puesto los alambres muy altos, de tal forma en que tengo que hacer equilibrismo, sobre un balde al revés, en ciertas zonas, pues el directorio telefónico no me dio la altura. Lo intenté con el Larousse y el directorio juntos, pero tampoco. Ha sido por simple negligencia, que no he ido a comprar un banquito de uno o dos peldaños. Ayer, muy apurada, porque hoy tendría familia a desayunar y quería evitarme las preguntas como ¡Ay, a poco lavas toda esa ropa todas las semanas y demás! traía dos pantalones en el cuello un par de ganchos de colgar con blusas y un par de pinzas también. Me subo al balde y sopas, que se me tuerce el tobillo del pie derecho, tronó igual que los huesos del pollo cuando lo estamos partiendo... el balde brincó metros adelante, los traidores perros se escabulleron dentro de la casa y yo me fui de espalda, en un mandarriazo, de video viral. Los perros, saben la historia de María, se las he contado, porque los temas repetitivos les aburren muchísimo... entonces, en las noches, cuando todavía traen mucha cuerda y yo ya me quiero dormir, les cuento historias, además no quiero por nada del mundo someterlos al suplicio de los cuentos de hadas, castillos encantados  y duendes, con que a mí me forjaron una idea tan distorsionada de mis posibilidades y realidad, pues mucho esperé a ese príncipe en caballo alado, que llegaba a rescatarme.... Intuí, por su cara de susto, que pensaron "esta ya se nos va a poner ruda también, como María... y estamos muy chiquitos para traer cubetas pintadas en el rostro". Siendo que a pesar de que no me siento "realizada" al lavar, no es una actividad que deteste. En el piso, tenía dos alternativas, arrastrarme por el celular y pedir ayuda, auto encaminarme a alguna clínica, o aguantarme. Viendo que tenía bien asidos la ropa y los implementos, me arrastré a ponerlos a salvo, quedaron sin ni un rasguño. Creo ahora que sí puedo anunciarme con el vecindario: "Sus prendas ilesas, por sobre toda situación".

Luego, lloré, bien a gusto, más y más... fue cuando me di cuenta de que quedé a escasos milímetros de haberme volado la cabeza en la orilla de una jardinera. Qué bueno que no me maté, suspiré. Vi si tenía movimiento: sí, hinchazón: no, moretón: sí. Ya encarrilada, lloré más, hasta por lo que sintió la suegra de María y después María con las costillas rotas, la vecina de enfrente que la abandonó el marido y etc. -pocas veces se tienen esas chancitas de limpiar el interior a profundidad y de llorar "por uno y por todos los amigos"- hasta que vi que el dolor no me lo quitaría toda esa llorazón. Entonces, me puse de pie, siempre he creído que de pie se llora con mayor estilo, me senté en una silla de plástico. Luego di unos pasos y todo bien. ¡Ya fregué! -pensé- Con dolor, pero funcional. Y como salió en una película de artes marciales, en que se curaban las lesiones ejercitándose, seguí en mi faena. Cuando llegó mi hija, yo estaba más cariñosa (que de por sí lo soy) pero más dócil de lo normal. Ella lo notó, pero yo disimulé.  Es súper exagerada en los cuidados que debo tener y para estas alturas, yo estaría prácticamente enyesada hasta el cuello. Así que "en pico cerrado no entran moscas". Comimos y muy bien, luego ella salió y yo me puse a ordenar unos papeles. Se enfrió el mandarriazo, así que cuando regresó, yo ya estaba medio ojerosa. ¡Anda! que crees... que me caí y me duele un poco. -Vamos a que te revisen (te digo, es rete exagerada) Yo: No, no! yo creo que va a pasar. Fuimos, vinimos, hicimos mil cosas, y ella se durmió un rato. Pa' cuando despertó, yo ya estaba con mucho dolor. Arrastrando el piecín, me hice un cocimiento de "Matarique", una hierba que me dijo el indio que sirve para todo tipo de dolor. Y por su olor a todas las yerbas juntas, nadie puede dudarlo, mariguana es poco, es mucho más fuerte. Me bebí un buen trago y luego en la cubeta de mi desgracia puse agua y vertí el cocimiento. Metí mi patita y empecé a ver estrellitas. Es que estaba muy caliente, jajaja. Poco falto para que me lo desollara también. Estuve tanteando, hasta que pude mantenerlo dentro de aquel maravilloso caldo de la larga vida. 

Me fluían sin remedio más lágrimas. Cuando ella despertó: Te duele más, verdad? -Sí! No sabes algún ejercicio de Programación Neurolingüistica para que me ayudes?. Amodorrada por la siesta y sorprendida por mi fobia a los médicos alópatas, bien linda, me dice: Mami, es que PNL puede ayudarte para dolores emocionales y rollos mentales, no tanto para algo que es físicamente evidente. -Ah! bueno, tonces, me puedes ayudar a ir pre-preparando lo del desa de mañana. (Hicimos Menudo, bueno, ella más bien) -Claro, mamita. Yo me quedé al borde de la cama, con mi cubeta ahora terapéutica. Si sacaba el pie me dolía y si lo metía me requetedolía. Hice un ejercicio mental, me relajé, empecé a respirar muy profundo, a imaginar que recibía luz por la cabeza y a concentrar el dolor en un solo sitio del pie, que sería el sitio por donde iba a salir todo, mediante una imaginaria incisión. Luego me fui abandonando en una sensación increíble, que esa ya no la controlé yo, sino que se presentó sola, de que algún quiropráctico me iba ajustando cada falange, cada nervio, etc. Mi pie tamborileaba por toda la cubeta, y todo se fue concentrando hacia el talón, de una manera de verdad insoportable. Cosa rara, porque lo que más me dolía de inicio era el empeine y el arco. Allí me quedé más o menos 15 minutos. Luego me vendé, me unté un poco de bengué antes, y muy docilíta me eche sobre la cama. Más tarde, me empijamé y ya hasta hoy.

Al despertar, moví el pie, ¡padrísimo!, no me dolía nada, pero porque era el izquierdo. Ya sabes, como a veces despertamos desorientados y no identificamos la izquierda y la derecha, más, en virtud de que hasta en lo político y lo social, ya está eso tan confuso, con mayor razón en una pobre sobreviviente de la acrobacia de la lavandería. Moví el otro y, con un ligero dolor, pero el talón en perfecto estado. Me incorporé, me metí a bañar, me arreglé, tuvimos el desayuno, nos la pasamos muy ameno y aquí estoy, viva y ya casi sin dolor. La libré... No me desconchinflé y el mundo no perdió a una de sus más consents del blogueo del siglo 21 (jajaja) y los más importante, con toda la ropa limpia. Eso sí, con lo fortísimo del matarique, todavía veo indios fosforescentes danzando a mi lado... Para estar ad hoc, me vestí con una blusa fucsia espectacular y recibí con huaraches y con mi vendita. Ahí la llevo. Pa mañana estaré lista para un danzón si me lo propongo y claro... ¡Si amanezco! que nunca se sabe. 

Hay que tener cuidado, que en un solo mal paso, podemos borrarnos del mundo.  Y, nunca olvidar que el piso nos queda más cerca de lo que creemos, por más que queramos perderlo.


domingo, 20 de octubre de 2013

Boleto de regreso

En cuanto su marido le dijo que se reuniría con los amigos en “un café”.  Ella, le recordó el compromiso que tenían esa noche:
– ¡Pobre de ti si no apareces!, no me vas exhibir otra vez.  Te lo juro que no volveré a mentir para cubrirte, como siempre que no llegas por andar con todos esos “sinoficio”.
– ¿Cómo crees, mujer? Regreso ¡de volada! Solo voy para ver si consigo algo para la próxima elección… se oye muy fuerte Don Eleuterio, y, hay que ver si vamos perfilando por ese lado... Si no fuera por eso…. Ni siquiera tengo ganas de ir ¡Créeme! Pero nos conviene…   
- Bueno… como yo iré con mi estilista y como tú regresarás tan pronto, entonces, tú te llevas a la bebé que en el café… ¡No te estorba! –le entrega a su hija, con biberón, pañalera y demás. Se despiden, cada uno aborda su automóvil -Ni tiempo le dio a él de rebatir- 
-¡Temprano eh! Que a las 9 nos vamos.
Ella, de regreso a casa, pasa por el café donde estaría su marido, ve el automóvil estacionado, suspira satisfecha. Con su rubio destellante, vestida de canutillos y chaquiras, perfume fino y uñas “estilo francés”, le dan de las 10 a las 3, como la canción de Sabina y que el marido no llega. 
Cuando ya está hecha un “chícharo en lata de sardinas” por toda la casa, llega Don Catarino, el cantinero, muy parsimonioso y paternal, cantando canciones de Cri-Cri a la niña, plácidamente dormida, que fue olvidada en la cantina y antes del interrogatorio, con la habilidad de su oficio, se da a la fuga. 
Casi al amanecer, llama el marido: 
-Mujer, mi amor, por lo que más quieras ¡No te vayas a enojar!, me ha sucedido algo inaudito, No sabes el susto que me he llevado, estoy ahora mismo haciendo una denuncia en la delegación, pues me han robaron el coche, no lo encontré por ningún lado, lo dejé en la mera puerta del bar de Don Catarino y al salir no estaba. Yo creo que ya no vamos a alcanzar a ir a la cena con los Vallesmundis, háblales y diles que nos surgió un terrible imprevisto, inventa algo, tú sabes.
-Y qué hacías en la cantina, si ibas al Café.
- Ay, querida, es que pasaron cosas muy extrañas, no sé… Llegó don Eleuterio y ya sabes como son, muy insólito, ahorita te cuento, cuando llegue a casa.
-Y la niña… dónde la dejaste -le grita-
- ¡Dios mío! ¡Mija!… ¡Válgame... la niña! ¡Nos la han raptado también!



jueves, 17 de octubre de 2013

Reír...

Reír llorando: Juan de Dios Peza


"¡Cuántos hay que cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!
¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa se fíe,
porque en los seres que el dolor devora,
el alma gime cuando el rostro ríe!
Si se muere la fe, si huye la calma,
si solo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma,
un relámpago triste: la sonrisa.
El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas".




*Parte de esos sentidos versos, desde del corazón y la pluma del poeta mexicano (1852-1910) que hoy quise recordar y compartir a todas la latitudes del mundo, nuestra casa, donde bien pueden seguir vigentes...

¡Feliz jueves-viernes!

lunes, 14 de octubre de 2013

La raza... los abucheos

Si de algo nos hemos sentido orgullosos los norteños de esta bella nación, es de ser una raza valiente, leal, nada sumisa, muy trabajadores, exigentes de nuestros derechos y muchas características más, provenientes de los vestigios de la sangre apache quizá... y de que encomendaran a los más aguerridos de los españoles el rollo de la conquista de esta zona, pues les costó un esfuerzo sobrehumano someter a los indígenas de por acá. Así que la cruza de esas dos sangres estuvo muy cabrona. 

¿Qué onda razaaaa? un grito también muy característico para levantar los ánimos y los orgullos, incitar a  sublevarnos. 

Pero resulta... que de muchas formas, hoy, a base de mucha represión, nos han ido doblegando y solo se mascullan las inconformidades, porque el miedo no anda en burro y la gente teme perder el pellejo al expresar las verdades tan evidentes, pero que siente irremediables, optando mejor por apechugar y mejor talonearle* más, para no perder sus fuentes de ingresos que les permitan mantener su nivel de vida. 

Durante el mes de octubre, se desarrolla un festival artístico ya por tradición, que culmina el 12 de octubre (día de la raza) porque Cristóbal Colón, ese día... y todo lo que ya saben y los que no, pues allí está la Wiki.

A lo que voy, desde hace 4 innecesarios párrafos, es que La raza esta mía... me tenía muy decepcionada, porque hemos estado muy agachados, muy dejados, sufriendo y callando, soportando y callando. Bueno, en esta ocasión me ha llenado de alegría, algo que en otras circunstancias debiera ser para causar vergüenza, pero la verdad es que no lo merecen los ¡hdp! y que ha sido la falta de respeto del pueblo hacia los que gobiernan. De tal forma que evento tras evento, al mencionar los presentadores a las dizque autoridades, en que acostumbraban envitrinarse y regodearse, el pueblo asistente, incluyéndome (jajaja) hemos abucheado, vapuleado, vituperiado, rechiflado, a más no poder a los susodichos, quienes ni locos se han atrevido a pisar el escenario como hacían otrora. 

El cierre del festival esta vez estuvo a cargo de Tania Libertad, quien estuvo ¡majestuosa! y se nos dio al cien... Cuando mencionó a los gobernantes, ya saben la tormenta de: ¡Chinga tu madre, ratero, puto, maricón, delincuente,  de un alcalde que para esa fecha tenía escasos dos días en el puesto. A quien por cierto, le debemos la desaparición de nuestras principales avenidas y vías de acceso, por la implementación de un nuevo sistema de camiones errado desde su planeación, pues fue el responsable (léase irresponsable) de ello en la anterior administración local, dándole en la madre  a toda la fisonomía de la que antes de estos últimos gobiernos era una bella ciudad, que dejaron convertida en un pinche pueblo retrógrado, que ellos califican como de vanguardia, juar juar juar, y que en su "nonplusultra" nuevo sistema de transporte colectivo  y en sobarle el ego al megalómano naco-gobernador, a quien todos ellos le rinden pleitesía, porque decide hasta en lo que no tiene injerencia y los otros son de lo más arrastrados con él, porque si no los destituye, aunque tampoco esté dentro de su ámbito de competencia... Con los camioncitos, se triplicaron los tiempos y los costos de traslado de la gente, y dejaron en el abandono los verdaderos temas prioritarios como son la nivelación de las colonias de la periferia que carecen hasta de los servicios básicos, por citar solo algún ejemplo de los muchos que nos perjudicaron a todos. 

El hombre, que todavía se sentía soñado, pues apenas estaba saboreando las mieles de su "ascensión" y ¡tómala Mateo!, que el pueblo se le manifestó, para despertarlo de su sueño de grandeza, al que ingresan en 5 minutos todos los que asumen ese puesto, por la adulación de quienes se benefician con sus convenios, permisos y etc. Y esperemos que el pueblo lo siga haciendo. ¡Bien razaaaa! Lentos estábamos. Una disculpa para Tania Libertad, que tan linda agradeció al "señor alcalde" la invitación, sin esperar la llovedera de mentadas hacia él, al hacerlo... esperemos que ella haya agarrado la onda de que es lo que pasaba y que nada que ver con su persona, a la que aplaudimos de pie... bueno, es que de pie estaban muchos, pues fue en una plaza pública y ya ven que los lugares en asientos y preferenciales son para los vastos séquitos de esos empoderados.

Este alcalde no la va a tener fácil, si la raza se va recuperando gracias al hartazgo. 

*Le comentaba a Inma_Luna hoy en su blog, que los abucheos están generalizándose en los diferentes pueblos, en su interesante entrada al respecto, Ya basta de tanta falta de respeto de los gobernantes hacia sus pueblos y aunque no sea la vía más decente y enorgullecedora, se han ganado a pulso la correspondencia.
** Si ven alguna irreverencia, es que tal parece se me ha viruseado el bloit
p.d. No, qué va... si ahora mismo refrendo el ¡fiu fiu fiu fiu fiuuuu!, o sea rechiflido de chinga tu madre
p.d.2 Ven, algo raro sucede que se escribe solo todoeso.
p.d.3 Dice el Dalai Lama, quien por acá anda visitándonos, que optemos por las medidas pacíficas, Ojalá se quedara a vivir una temporadita, para que vea que ya estos no nos dejan conservar el nivel.

Ah! y no se crean que no es triste, es demasiado, pero no hay otras alternativas. Además, es una terapia mucho más liberadora... (el alma queda ¡limpia, limpita, limpiecita después de una sesión de mentadas de madre, el hígado también nos lo agradece) y pocos tenemos para pagar el diván profesional. Yo por ejemplo, no tengo para eso. Pero sí, gran disponibilidad para dejar escapar los inconformismos en masa y bueno ahora narrarlo en lo individual y entonces, si que me aviento al ruedo sin capote, porque así asumo todas las consecuencias. Y les debo el dibujito, que su imaginación es más grande que cualquier ilustración. Y ahí los vidrios*, no vayaser comprometedor (jajaja). Borradito el jaja, que no es bueno reírse, no sea que les moleste a los presuntos implicados protagonistas.

*Talonear = trabajar
*Ahí los vidrios = ahí nos vemos.

sábado, 12 de octubre de 2013

¡Gracias!

Me emocionó mucho recibir muestras tan cálidas de amistad. La amistad que no sabe de fronteras, idiosincrasias, distancias, colores de piel, niveles, ni ninguna otra condición social separadora, se hizo patente y fue una sorpresa por demás agradable hoy que entré a mi correo y al blog. Yo no pierdo la esperanza, porque todos los días me encuentro con personas dispuestas a compartir, a comunicar, con gran apertura y generosidad. Aun el más desencantado, siempre tiene su lado sensible y muy humano. 

En estas dos semanas que no tuve internet, me deshice de todo lo viejo, desde documentos, fotos, sentimientos y pensamientos inútiles o lacerantes. No leí noticias, casi no tuve contacto con el mundo exterior. Hasta se presentó un segundo sismo en la provincia donde vivo y no me enteré ¡Cuánta ignorancia o desfachatez o egoísta irresponsabilidad! También conviví con parte de la familia y amigos a quienes veo poco, pero con mucha emotividad cuando es posible. 

No suelo hablar tanto de mí, pero en esta ocasión es necesario aclarar que ante un panorama desolador que tenemos por acá, con el azote climático que nos "ha dado hasta para llevar" a los mexicanos, casi que en todo su territorio; ante mi imposibilidad de hacer los aportes suficientes que puedan resolver lo que tenemos, antes de enloquecer de impotencia, o de odio, hacia quienes hasta con las desgracias lucran, que con solo encender la tele, la radio, unos minutos, le erizan a uno la piel con sus mentiras... así que tampoco me acerqué a esos medios, ni compré ningún impreso, y opté por aceptar el mutis cibernético con serenidad y eso sí, mucha música. Pensé mucho, pero pensamientos básicos, nada que ver con cosas elevados, filosóficos, ni nada así... de lo que no sería capaz desde mi simplicidad, jajaja! Disfruté a los perros... ¡Ah! ¡Ya mi mata de chile habanero está dando sus frutos! Uno que otro (no se crean que las rejas llenas, jajaja!) y todas las noches esperé a que aparecieran las estrellas, para maravillarme con su espectáculo solo para mí... claro, desde mi perspectiva. 

Aquí estoy de vuelta, en el sitio del que no pienso separarme por propia voluntad, pues tiene un valor superlativo todo lo que recibo de mis amigos que son tan reales y tan cercanos, desde lugares tan remotos (tan, tan, tan, como campana) Porque para ser amigos, no es necesario verse a las caras todos los días... sino compartir sueños, anhelos, ideales. Aunque lo digamos de diferentes formas... lo que sentimos, debe ser muy similar. Y estoy segura de que es posible ser amigos, por "elinterné", si es que somos sinceros, primero con nosotros mismos. Con lo que somos.