En la flor de cinco pétalos, en el perro despeinado, en la nube desgarbada, en todo lo que se puede percibir o imaginar; este día, fácil y claro, con amable soltura, va esparciendo rastros de su existencia.
No es cualquiera. Este día, es la felicidad hecha de tiempo, a disposición de todos. Para después ser fuerza y aliento, con solo recordarlo, si necesitamos un refugio o un consuelo.
Un día muy fácil y claro, para que lo vivamos al natural, sin nada accesorio y que nos sintamos satisfechos, con una felicidad de simple gestión y la inutilidad de lo superfluo muy lejos de nuestro alcance.