Estamos muy acostumbrados a ver que les pasen cosas a las cosas. Nosotros se las provocamos, sí, yo sé, pero no me diga que no decimos: se quebró el vaso, se cayó la taza, el mueble o cualquier objeto, se desclavó, destornilló, desbarató. Se le cayó una pata. Se le venció el respaldo, se estropeó, se echó a perder, se hizo añicos. ¿A poco no?
Amigo, no imagino a las cosas, ellas, todas inanimadas que son, tomando ese tipo de decisiones... no sé, no lo creo, aunque he visto de todo, me falta por ver.
Bueno... Pero con esa casa, se lo aseguro, pasó cosa diferente... yo seguido había oído, que las casas se hacen grandes con el tiempo en que vuelan los hijos o que se muere la gente, como dando de sí, igual como nos pasa con los zapatos, que ya luego nos quedan flojos ¿verdad? Pero, en serio, esa casa sufrió un fenómeno inverso, créame, como que yo mismo se lo estoy diciendo.
Se fue escogiendo, que ahora ya no le entraría ni un palillo. Siendo que le cabían: fiestas, risas, voces, convivencia, ecos, juegos, música, cantos, uno que otro chirrido, incluso llantos y ayes, como en cualquier casa. Mucha gente, claro.
Pues... se hizo tan pequeña, que ya no le cabe nada de nada. Se lo juro. Tendrán que derrumbarla. Solo espero que luego no vayan a decir, que se derrumbó.
Un poco triste pero real,abrazo.
ResponderBorrarImagino cómo lo has sentido en este trance, amiga.
BorrarUn fuerte abrazo.
Sola se derrumbó, que un palillo no acogió.
ResponderBorrarBesos.
:) Asimismo, Alfred.
BorrarBesos.
¡Ni mijita, vamos!
ResponderBorrarJeeeeeeeeeeee...
Besos.
¡Hermosa!
BorrarBesos.
La mìa también está encogiendo. Un beso
ResponderBorrarHas algo urgente, cari... que luego no cabrás.
BorrarBesos de anís.
Todos sabemos que hay cosas que encogen con el agua, por lo que si ha llovido en exceso y ha hecho calor, seguro que la casa se ha hecho muy chiquita.
ResponderBorrarBesos
Jajaja... debió ser por las intensas lluvias.
BorrarUn beso, Emilio.
Para muestra bastamos quienes nos vamos encogiendo con la edad, ya lo había notado con mi abuela, con mi mamá, con mi suegra, ahora lo veo en la imagen que me devuelve el espejo. La casa estaría acompañando este natural devenir de la vida, hay que aceptarlo y achicar la ropa, o derrumbar la casa, un abrazo Sara!
ResponderBorrarTodo va escogiendo. A adaptarnos, amiga, si deseamos pasarlo bien.
BorrarFuerte abrazo.
Pues mi casa era así tan pequeña como la que nos comentas, ahora se me va haciendo demasiado grande la verdad, quizás la derrumbe :( besos Sara.
ResponderBorrarQue sigan cabiendo grandes cantidades de risa, alegría y optimismo en tu casa amplia, para que no la tengan que derrumbar, como la que cuenta el hombre de esta historia. : )
BorrarBesos.
Suele ser al revés, Sara, las casas se hacen grades por las ausencias, la que nos dices seguro que hay algún motivo por el que se ha encogido, igual es por soledad, al corazón le ocurre lo mismo.
ResponderBorrarAyer tuve celebración especial. Te mando helado de pitufo... azul.
Me llegó en perfectas condiciones el helado, gracias. Ahora mismo lo disfruto, leyendo tu comentario. Y felicidades, por tu celebración!!.
BorrarHay casas, a las que les falta gente amorosa dentro y se encogen, porque ya no les cabe nadie... por ahí va esta publicación.
Miles de ramitos estrellados, con mi cariño.
Depende de cada uno como se lo tome. Los que están acostumbrados que en su casa siempre ha habido jolgorio y trajín, por la familia amigos y demás, puede que lo sientan. Pero hay muchos que también se hartan, y lo que quieren en su casa es paz y tranquilidad, aunque les resulte inmensa.
ResponderBorrarBesos Sara.
Me dices una gran verdad, Rafa. A veces se llenan de gorrones.
Borrar... Hay una casa que en mis recuerdos está como bella, enorme, iluminada y llena de gente, música, bla... El otro día que pasé por allí, me pareció tan encogida por la soledad que vive. Casi parece que está agonizando.
Besos.
Una casa tan chiquita tiene un fácil derrumbe.Besicos
ResponderBorrarSi le soplamos, seguro la derrumbamos.
BorrarBesos,
No hay que derrumbarla, esperando un poquito se empequeñece tanto que desaparece... :)
ResponderBorrarBesos y salud
Ya hasta con una llovizna, Genín, jqja.
BorrarBesos.
Hola sara , tú has preguntado a los vecinos , te lo digo por que mi abuelo vivía en medio de dos casas , cuando enviudo se fue a vivir con su hijo a la otra parte del pueblo , cuando años más tarde falleció mi abuelo ,los vecinos con las reformas de sus casas , se quedaron un 15% cada vecino de la casa de mi abuelo .
ResponderBorrarYa que en la escritura ponílos metros que tenia y ahora no llega ni por asomo a lo que pone en la escritura . Te deseo una feliz noche besos de flor .
Invadieron la propiedad de tu abuelo, eso es muy triste. En este caso, la casa sola se achicó. Será bueno buscar testimonios, buen a idea, gracias :)
BorrarBesos.
Muy reflexivo y gran verdad.
ResponderBorrarUn abrazo,
Poco a poco entre silencio y ausencia, se fue quedando pequeña.
BorrarBesos.
Sí, Sara, las casas vacías se nos van quedando pequeñas o demasiado grandes, nunca de mediano tamaño. Un beso.
ResponderBorrarSufren una transformación drástica que no se puede ignorar.
BorrarUn abrazo.
Hola Sara, suele pasar que se van yendo y la casa cada vez se hace mas grande, o al contrario que vienen mas y la casa va encogiendo, pero no hace falta derrumbarla, se va agrandando y solucionado, si la derrumban todos los recuerdos y vivido en ella se pierde, de la otra manera se van guardando.
ResponderBorrarBesos.
Será bueno que quienes se encuentren en esa situación, sigan tu sugerencia.
BorrarBesos.