Un sábado de verano en la tarde, compramos de emergencia un "vochito" como este, pero blanco, porque me encargaría de trasladar a la universidad y a todas sus actividades, a mi hermana Raquel, que estaría en silla de ruedas unos meses.
Antes de pensar cómo haríamos el siguiente lunes, sin yo saber manejar, pasó Óscar "El Fu Manchú", apodo perfecto, pues era idéntico al personaje. Además entre sus disciplinas que practicaba y "otras hierbas", siempre andaba un temple muy amable y sedado.
-¡Qué bueno que te veo Óscar!, ¿No llevas prisa... me enseñas a manejar?
-¡Eh! ¡Qué maravilla, estrenando!... ¡Órale... vamos!
Subió en brazos a mi hermana al asiento de atrás, se sentó en el lado del copiloto y rápido nos explicó, incluyendo el truco de la reversa de esos cochecitos. -O.K, ahora sacas el clutch y aceleras simultáneamente, despacio pero segura, ¡vamos! siente como solito él te va pidiendo cuándo debes cambiar de velocidad... ahora... luego tercera... ¿ves?...
Fuimos por calles tranquilas, haciendo cambios, frenando. Luego la reversa, el estacionado.
-¡Ves qué fácil? Fíjate en los semáforos, espejea seguido, avanza... sigue... nunca te pongas nerviosa, así te coman a claxonazos, tú ignóralos, que todo fluya... eso es todo. Pero si te dan mucha "carrilla", entonces dejas que te rebasen... incluso si puedes, te orillas y esperas, respiras, te calmas y continúas, todo está en la mente, blablablabla. ¡Qué bien vamos, Sara! ¡Tú dale por donde quieras! -Jugaba con su brazo fuera de la ventanilla, muy relajado, piropeando a las chicas que veía al pasar-
Ahora entra a la avenida, para ir hasta el centro y te acostumbres al tráfico... Da vuelta a la derecha en esta. ¡Suave, suave! no gires tan brusco. Bien, ahora acércate a la acera, en la siguiente cuadra, pon direccional y frena.... suave, suave, haz alto total... correcto... así. ¡Qué bien lo has hecho! ¡Bravo, te felicito -y bajó-
-Luego nos miramos, ya aprendiste... salúdame a tu carnal. Voy aquí cerca ¡Súbele al radio! grito sonriente cuando se alejaba. ¡Y ya!, aprendí así aquel día, siendo todavía muy lepa.... : )
Bien por Fu Manchú!!!
ResponderBorrarBesos.
Jajaja... solo falta que ni supiera manejar.
BorrarBeso.
No es exactamente el mismo lenguaje, pero me ha recordado el tiempo que estuve en Venezuela, incluso un día que nos paró un fiscal (guardia) para decirme que me había comido el amarillo, (me había saltado el semáforo en ámbar) y después de hacerme dar unas vueltas por calles próximas diciéndome que me iba a llevar a la cárcel, me pidió una propina y me dejó ir.
ResponderBorrarYo aprendí en Madrid (España) pero me costó algo más ya que luego tenía que hacer un examen.
Saludos
Aquí también hay que cubrir muchos requisitos previos para obtener licencia... curso, exámenes, pero yo no podía hacerlo porque era menor de edad y así anduve un año, sin problemas, favorablemente, y sin tener que otorgar "mordidas" (así se les dice a esas propinas). Tuvimos demasiada suerte.
BorrarSaludos
Aquí a la gente nos cuesta más aprender a "manejar" (decimos conducir, pero me hace más grcia manejar), lo tuyo fue en un abrir y cerrar de ojos, jajajajajaja.
ResponderBorrarUn beso, linda Sara, y salúdame a tu carnal.
Cuesta igual que acá, pero no podía por la edad y era necesario. Ya después fue...
BorrarSi en un súbito "abrir y cerrar de ojos" Y lo peor es que ahora creo que el Fu Manchú solo quería el aventón al centro y ni manejar sabía, jajaja. Lo otro, "Simón, deja que le caiga al su cantón".
Besos, sweetty Pitt.
Que buena clase. Para mi es una asignatura pendiente, los nervios no me lo permiten...
ResponderBorrarBesos
Yo creo que es algo que si no se hace en la edad de la inconciencia ya después cuesta más trabajo. "Es fácil, solo subes a un loco a tu coche para que te dé ánimos y aprendes porque aprendes", jajaja
BorrarBesos.
Creo que me gustaría aprender todas las mañanas me he divertido mucho. Un abrazo conductora.
ResponderBorrarMemorable el tipo, jajaja.
BorrarBesos.
Y cuanto te ahorraste: aquí hay que ir (obligatoriamente) a una autoescuela y examinarse.
ResponderBorrarAcá también es obligatorio, pero tuvimos que hacerlo así, por las circunstancias.
BorrarBesos.
Clases fáciles de manejo en una sola sesión y por ai un aventon, ¡Bien!
ResponderBorrarBeso
Barato, fácil y obligado. MNo hubo otra opción mejor. Jajaja.
BorrarBeso.
Fu Manchú, líder de la autoescuela para principiantes en el aprendizaje de la conducción de vehículos. Ja ja. Me ha gustado tu publicación y sobre todo la palabra manejar que usábamos en Canarias hace ya mucho tiempo.....sabes el significado de la palabra fonil? Ja ja.en desuso también por desgracia.
ResponderBorrarUn abrazo.
Un abrazo
Pues acá sigue usándose y por eso no la "traduje" (jajaja) Fonil acabo de ver en San Google que es "embudo" ¿cierto? no la conocía, si es otra cosa, me dices porfas.
BorrarUn abrazo.
No me lo puedo creer,
ResponderBorrar¿No habías manejado nunca y en un ratico ya aprendiste?
¡Eres una genia! jajaja
Besos y salud
Si Genín, es cierto. No tuve tiempo de aprender más que sobre la marcha. Suertudamente nunca choqué en ese lapso... Eso sí, me daba un relinchidos espectaculares, con los respectivos "ayes" y recordatorios de madre hacía mí de mi malhablada pasajera... de por sí que son muy brincones esos coches y seguido se "me mataba" en las subidas. Buscaba rutas planas mientras dominaba el freno a clutch, me sudaban las manos de miedo, jajaja.
BorrarBesos.
Me encanto:el solito te pedira el cambio!!!....si hay mucho transito y bozinazo dejalos pasar....GENIAL!!!!!!!
ResponderBorrarCreo que lo bueno de manejar y ser transportados al lugar que queremos con comodidad, sin los apretujamientos del transporte publico(lease omnibus) es un placer que hay que saber disfrutar!!!!!!
Dejarse fluir detras del volante,no necesita ninguna hierba ja ja!!!!!!
Gracias por siempre estar y tus cariñosaspalabras
Un abrazo
Yo necesitaba a uno muy enyerbado y bastante sedado para tener el valor de subirse sin yo saber, cosa que ni papá ni hermanos se hubieran atrevido a hacer.
BorrarSiempre estaré, preciosa.
Besos.
Hola Sara, un fabuloso relato que me hizo integrarme a tu momento metida en el bochito. Jaja.
ResponderBorrarPrecioso.
Lo maravillosos que eran esos coches, casi que ni gasolina necesitaban, aguantaban de todo. Me gustaba mucho su versatilidad, Jajaja.
BorrarBesos.
Felicidades!, me alegro que te fuese tan bien, pues no se consigue el manejo con tanta facilidad, lo que no comprendo que no te exijan exámenes oficiales.
ResponderBorrarMuy buena labor con tu hermana, un beso.
Los exigían y los exigen... no es fácil conseguir la licencia de conducir. Solo que nosotras por necesidad de quien la trasladara y no habiendo más personas disponibles para ello en casa, nos tuvimos que brincar esa parte por un tiempo, hasta que tuviera la edad mínima permitida para poder conducir con licencia.
BorrarBesos.
Me encantó,asi de facil jajajaja abrazotes.
ResponderBorrarA veces hay circunstancias y necesidades que no dan tiempo de pensar mucho y tenemos que irnos a la acción, Además de jovencitos todo nos parecía tan fácil, por la irresponsabilidad que no alcanza a visualizar los riesgos, Jajaja.
BorrarEl buen maestro es superado por su alumno, ¡bravo Sara¡, en mi caso ni alienigena conseguiría que yo maneje, me dan miedo el restos de los autos.
ResponderBorrarBesos fuertes,
tRamos
¿De verdad? Cuando vaya por tus lares te enseño en una tarde, con la técnica de Fú Manchú, jajaja.
BorrarBesos.
Pues vaya que te fue fácil, te felicito; pero yo más bien creo que por tus cualidades o destreza que por el tal profesor.
ResponderBorrarBesos
A los 17 años todo es fácil... no se piensa en los riesgos. El profesor ese solo me sirvió para creer que podía hacerlo y dejarme en el centro con decenas de coches a mi alrededor que tuve que salir de allí como pude, jajaja.
BorrarBesos.
Siempre fue un artista Fu Manchú :)
ResponderBorrarUn beso.
Imagínate, hasta clases de manejo en versión chihuahuense, Jajaja.
BorrarUn beso.
Sara, enhorabuena por tu capacidad pero no están fácil. Pero también es verdad, que cuando no se piensa mucho las cosa es cuando todo sale mejor.
ResponderBorrarUn cariñoso abrazo.
No es fácil vencer el miedo... pero ese profesor ni tiempo em dio de sentirlo. El miedo fue al estar en casa a salvo de regreso, allí sí me entro la temblorina, jajaja.
BorrarBesos.
Que gran historia Sara, no sólo es divertido sino que encima demuestra que cada persona, a su modo y manera posee muchas habilidades. Eres muy buena alumna y tu hermana super valiente... sin duda Fuman-chú un crack.
ResponderBorrar¡¡¡Un fuerte abracito mi niña!!!
Más que valiente, presionadora y otorgadora de responsabilidades antes de tiempo, pero me sirvió. Y el otro, más Fuman que chú... el qué, consiguió su traslado al centro de la ciudad, jajaja.
BorrarUn abrazo igual, hermana.
Aprender así de fácil tiene un mérito enorme.
ResponderBorrarA mí me costó un buen número de clases, ja, ja.
Me gustó tu relato.
Besitos. Feliz semana.
Estoy seguro de que lo hubieras hecho, si hubieras tenido una razón fuerte. Sobrevivimos, pero aprender como debe ser cuesta algo que solo se consigue con el tiempo que es madurez y prudencia.La imprudencia ha sido mi compañera de vida.
BorrarBesos, igual para ti la semana.