Después de los chillidos de llantas y suyas, corrió y corrió, hasta desplomarse en la entrada de la que a pesar de todo, el siguió considerando su casa, esa misma casa en que "por travieso, por inquieto" (muy irresponsables y crueles, digo yo) lo motivaron a salir todos los días, "para que se perdiera, o se lo robaran".
Pero... ¡lo atropellaron!. Y yo, su insensible-terrible-nefasta-y-más irresponsable-vecina-porque-lo sabía, no lo impedí. Desde que conocí su circunstancia, debí traerlo para acá y no solo pensarlo, o buscarle otros dueños, acudir a un organismo protector, llevárselo a aquella muchachita que supe que lloró profusamente cuando le robaron a Joel, tan parecido a él.
Pero... ¡lo atropellaron!. Y yo, su insensible-terrible-nefasta-y-más irresponsable-vecina-porque-lo sabía, no lo impedí. Desde que conocí su circunstancia, debí traerlo para acá y no solo pensarlo, o buscarle otros dueños, acudir a un organismo protector, llevárselo a aquella muchachita que supe que lloró profusamente cuando le robaron a Joel, tan parecido a él.
Mis perros y yo, dejamos de ladrar -los tres- Muy tristes, frustrados, rabiosos, porque perdimos al Filogón, su enemigo predilecto... el que todos los días les pasaba tan libre y resuelto, calle arriba, calle abajo y para enojarlos todavía más, de regreso, ya de noche, les resumía todas sus anécdotas en el poste de enfrente, ¡su poste! o lo más cerca posible de las narices de estos, que enloquecían a rabiar.
Pero él se llenaba de orgullo y entusiasmo cuando le gritábamos: ¡Filogón, Filogón!, que era cuando estos también se amistaban y lo saludaban a rabo batiente. "Filogón" nos salió tan natural cuando lo vimos la primera vez, y a él le gustaba serlo y cuánto reían los transeúntes al escucharnos gritarle y verlo tan orgulloso.
Me confié en su pericia para habérselas solito en todas sus cuitas, hasta de torero de carros, Pues ya era ¡Tremendo Filogón!!.
No actué oportunamente, ¡snif!...
Así pasamos algunos días, de duelo y culpa y duelo y culpa.... cabizbajos e incapaces de volver a mirar hacia la esquina por donde llegaba siempre...
Pero ayer, mis perros ladraron con tremenda voz de sorpresa y gusto... ¡Apareció el Filogón, no se murió, no se murió! -entraron a decirme- Y allí estaba, visitándolos, tan vigoroso como siempre... pero ahora muy precavido, amistoso, bañado y guapo, tan acicalado, que hasta parece otro. Y seguido apareció su dueña por él, quien ni nos miró supongo que para ahorrarse nuestro sermón: -Vamos, "Negro" -y "nuestro Filogón", se fue con ella, estrenando obediencia y ella cuidados-
¡Qué disgusto me había llevado!
ResponderBorrarMenos mal que sobrevivió y sirvió de lección a su dueña.
Muy tierno el relato.
Besos
Gracias, Julia.... yo estaba muy disgustada conmigo, por no haberme dado el tiempo de buscarle solución a ese vagabundo.
BorrarUN beso.
Ya estaba pensando en echarte una especie de sermón por no haber puesto a buen resguardo -pensàndolo bien, es imposible acoger a todo perro abandonado- al pobre Filogonio. Si si, se llama Filogón pero me gusta más Filogonio. El caso es que uno cuando va por la calle tiene que hacerse de la vista gorda -sobretodo si ama a los perros- para no llevar a casa a todo can abandonado a su suerte.
ResponderBorrarMe alegro que Filogonio no haya muerto y que su vida cambiara a mejor. Eso es más digno que morir atropellado digo yo como muchos callejeros que no tuvieron la suerte de encontrarse con alguien de buen corazón.
Guau guau mana
Sí... hubiera sido un sermón bastante merecido, yo ya me estaba sermoneando severamente, me sentía la más culpable. El Filogonio, nombre de pila, pero hasta gón de más cariño y confianza, jajajajaja. Es que si lo ves es muy Filogón, jajaja. ¿Cómo le ponen "Negro", así nomás?, de perdida el Negro Filogonio ni tantito le pensaron.... Sobrevivió y ahora sí está bien atendido.
BorrarBesos y guau, mana.
Final feliz. A casa de mi madre llegó un perrito, se quedaba un ratito y se iba, pasados unos días mi madre (ya lo había bañado y alimentado, busco a su dueña y al encontrarla esta le dijo que estaba cansada del perro que siempre volvía a casa, mi madre dijo que ella se lo podía quedar, donde vive un perro cabe otro. Siempre mantuvo que vio brillo en los ojos del perro al oír que se quedaba con mi madre para siempre
ResponderBorrar¡¡Qué hermosa tu madre!! Puedes estar segura de que el perro se sintió feliz al saber la determinación de tu mamá y que sí le brillaron los ojos al saberlo. Acá abundan perros en la calle... : ( me apena y me avergüenza.
BorrarLos dos que tenemos, son rescatados de situaciones de maltrato. Sé que tu no eres afecta a tener y haces bien, porque se sufre con sus circunstancias.
Un beso.
Enternecedor relato .
ResponderBorrarUn abrazo.
Gracias, Armando. Jajaja. Son bellos los perros.
BorrarBesos.
Parece ser que hubo susto, pero al final la cosa acabó bien; me alegro.
ResponderBorrarBesos.
Deja tú el susto... el remordimiento de no haberlo ayudado a tiempo, era enorme. Pero anda completito. Parece que sus chillidos fueron más de espanto que de dolor.
BorrarBeso, Rafa.
Ay paisana, ya le estaba llorando!
ResponderBorrarMe alegro que resucitaras a Filogón....qué nombre tan trabajoso! jeje mejor le hubieras puesto Fulgencio!
Besitos ♥
El negro Fulgencio Filogón, jajajaja. Yo si lloré y mi perro esa noche parecía papa primerizo, solo le faltaba fumar, a vuelta y vuelta en la cochera. La perra se metió y tenía pánico de asomarse. Que decía: Nel, allá afuera están matando. Pero ya estamos en terapia, jajajaja.
BorrarBesos.
Lo importante es que al final todo terminase bien, aunque ahí queda el susto Sara. Espero que estés bien amiga, yo ya estoy de vuelta por el mundillo bloguero. Un fuerte abrazo. @Pepe_Lasala
ResponderBorrarMe alegro mucho Pepe!! espero que hayan pasado unos días formidables. Y sí, ya pasó el susto.
BorrarUn fuerte abrazo.
A veces tenemos que estar al borde para entender y apreciar, lección para aprender su dueña descuidada, ojalá Filogón siga dándoles alegrías y rezongos por mucho tiempo! Un abrazo Sara!
ResponderBorrarOjalá que ya pasado el susto, la señora entienda que debe atenderlo, que depende totalmente de ella y no afloje. Está muy lindo tiene un garbo, que quisiera que lo vieras!!.
BorrarUn abrazo, Cris.
Ay Sara lloré por Filogón pensé que había muerto......pero me alegro el final jajaj (en casa tenemos un poodle que me regalaron y es muy consentido)...
ResponderBorrarUn besito grande......buen fin de semana...
Sobrevivió!!!
BorrarQue sea muy bueno tu fin de semana- ¡Gracias!
Besos, Camelia.
Así me quedé yo de arrugado con los dos hermanitos gatitos abandonados, total, al final, los he adoptado, yo que no soy nada de gatos, ahora le estoy dando vueltas a ver que hago con ellos cuando viaje a casa de mis nietos... :(
ResponderBorrarBesos y salud
Jajaja, ya te veo mimándolos. Ni modo, a veces hay que entrarle a lo proteccionistas de animales.
BorrarMiao, jajaja. Besos, Genín.
UFFFFF, ME TENÍAS CON EL CORAZÓN EN LA BOCA... BUENO, AL MENOS TODO TERMINÓ BIEN.
ResponderBorrarABRAZOS
Y yo ReltiH, estaba tan apenada hasta que reapareció.
ResponderBorrarAbrazos de anís.
No todo el mundo es apto para tener animales, está claro T_T. Por suerte al final parece que todo bien.
ResponderBorrarSaludosss.
Lo tendré bajo estrecha vigilancia, para que no lo vuelvan a descuidar.
BorrarUn beso.
Jaa ese no andaba por aca porque mis hijos bicheros ya lo habian adoptadoooooo
ResponderBorrarLa fidelidad es algo inexplicable
Cariños y buen domingo y claro Sara lo de soñar es despiertos sino no tiene graciaaaaa
Me encantaría que fueran mis vecinos, Qué adorables.
BorrarMuchos besitos, Abu.
Qué sufrimiento !!!!!!! Ya me andaba dando algo al inicio ... Que bueno que sigue vivito y coleando :)
ResponderBorrarA mí me dio de todo con ese bicho travieso. Pero ya pasó.
BorrarGracias Susy, un beso.
Sara! ya se me encogía el corazón con la historia! que bueno que Filogon salió invicto de esta.
ResponderBorrarUn abrazo!
Te asustaste cómo yo. Pero hubo final feliz. Gracias.
BorrarUn abrazo.Buen
Biennnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn por Filogonnnnnnnnnnnnnnnnn
ResponderBorrar:)
Jajaja. Sustazo! Gracias.
BorrarUn beso, Toro.
Hum Sara que tristeza me dio pensar que filogón ya no estaba más en este mundo, hasta cariño le tome a través de tu relato, menos mal que la historia resultó con el final deseado.
ResponderBorrarEsa preciosura que está en la foto es filogón?
Feliz semana
No es él pero es muy parecido. Qué Bella. Muchas gracias. Un beso.
BorrarMenos mal que el final es feliz. Yo me emociono mucho con estos casos. Cuando en Enero murió mi mascota, estuve llorando varios días
ResponderBorrarUn besito. Feliz domingo
Se les toma gran Cariño. Yo quiero mucho a los perros.
BorrarSi recuerdo cuando pediste al tuyo.
Un fuerte abrazo.
Qué bueno que todo terminase con un final feliz.
ResponderBorrarBesos, preciosa.
Gracias Zarzamora.
BorrarMuchos besándose.
En realidad era otro perro de la misma raza, se acerco simplemente por el olor de los orines.
ResponderBorrarUna dueña no cambia de la noche a la mañana en el cuidado de su mascota.
Besos
No me desencantes por favor...
BorrarEstaré muy pendiente de el para que lo cuiden como debe ser.
Besos.
La historia era muy triste hasta que he llegado al final y veo que sigue ¡vivo! ¡Alegría para todos!.
ResponderBorrarUn abrazo Sara.
Se salvó favorablemente.
BorrarGracias, Conchi!
Un abrazo
Un final feliz, pero me has tenido tristona
ResponderBorrarUn beso Sandra
Isa
Qué gusto verte otra vez, Isa.
BorrarUn abrazo!
Bonito relato que se puede convertir en un relato infantil. Ya tendrás para entretener a tus niños.
ResponderBorrarBesos Sara.
Muchas gracias, sí puede ser
BorrarUn abrazo inmenso, Aída!
No te haces una idea cuanto me ha emocionado tu relato, Sara. Ignoro si es real o no, pero ese pequeño detalle no le quita un ápice a la belleza de tus palabras y a la dulzura que has sido capaz de trasmitir.
ResponderBorrarDel corazón encogido he pasado a dar un brinco de alegría con ese final conmovedor.
Dios, que carita más preciosa tiene el negro Filogon!!!
Un abrazote Sara.
Entonces me he cobrado una de las que me debes en lo de mover emociones, jaja.
BorrarMitad verdad mitad ficción, cual debe ser.
Un abrazo grande.
ResponderBorrarSan Francisco de Asís se puso guapo !!
Jajaja y me alegro mucho por Filogón.
Yo tengo seis y aumentando. :)
Cuatro de ellos rescatados de la crueldad humana y de la calle, aunque el mérito no es tan mío, se lo deben a mis hijas que son "animaleras" de hueso colorado y que con tanta súplica yo termino cediendo. Intento por todos los medios el cuidarlos como se merecen, aunque te confieso que me la paso pidiéndoles perdón por no dedicarles más de mi tiempo, pero te juro que hago lo que puedo.
Un besote.
Los animales intensificarán la sensibilidad de tus hijas y su serenidad.
BorrarEs muy bueno que se los permitas.
Un beso.