Pertenezco a una bendita generación, que de niños salvábamos pájaros caídos del nido, hacíamos trampas para gatos feroces, curábamos perros sin dueño y regábamos jardines.
Jardines donde en las noches en familia, como siempre eran las noches, mirábamos al cielo. Y allí colgábamos anhelos en las estrellitas más a la mano.
Una generación de guerreros inocentes, que íbamos al cine, a pie, en grupo con toda la pandilla del barrio o de la mano de mamá y papá... y que en los intermedios, mejor que ir a la dulcería, jugábamos a correr, rodar o a las luchas por la alfombra de toda la sala. Al frente siempre los más valientes, fuertes y diestros. Pero entre todos, socorríamos al que saliera lastimado.
Esa generación de valientes, que aún con calcetas y pantaloncillos (ellos) y vestidos (ellas) queríamos cambiar lo que estaba mal en el mundo. Después logramos "igualarnos" con ellos, a través de los jeans.
Una generación de valientes revolucionarios, rebeldes que marchamos, protestamos y gritamos, manifestándonos contra injusticias, desigualdades y desequilibrios, seguros de la fuerza de la unidad.
Pero... no pudimos, no fuimos más fuertes que el mal. Y ahora vamos a bordo de barquitos de papel en la mar de incomprensión por la bendita generación actual.
Pertenezco a una generación "emparedado", más maldita que bendita, contenidos por los de antes de nosotros con brutal represión y por los de después de nosotros, con brutal indiferencia. Y solo los sin remedio, seguimos inconformes y dispuestos, aunque nadie nos perciba.
Que tema querida Sara,para pensar y reflexionar.abrazo.
ResponderBorrarMuchas Gracias, amiga.
BorrarFuerte abrazo.
Además de bocadillos de pan con aceite, muchas collejas, aprendimos a caminar de frente
ResponderBorrarEncajo sin duda en tu descripción.
Besos
André
Yo sé que sí encajas con esto, André.
BorrarBesos.
Bueno amiga, yo soy otro de esos sin remedio, y lo seré hasta que me incineren... :)
ResponderBorrarBesos y salud
Genín, Estoy segura de que tampoco tienes remedio.
BorrarBesos.
Yo fui de esos. Además si alguien por cualquier motivo se hacía una cuquera, nos aguantábamos sin llorar y con una mano en la herida si sangraba, íbamos a casa a que nos curaran, era más el miedo que teníamos a nuestros padres, que lo que nos pudiera doler la herida.
ResponderBorrarBesos
Es que el regaño u el castigo no era para menos, jajaja.
BorrarBesos.
Precioso relato. Yo soy de esa generación. Un abrazo
ResponderBorrarMe alegra y je entristece, porque no ha sido fácil ser sensible. Estamos en extinción.
BorrarUn abrazo.
Una generación en la que con poco, eras feliz. La de la cuerda, el resorte y la rayuela. La de dos pares de zapatos, unos para la escuela y días importantes y otros para salir a jugar. La del respeto a los mayores, donde el frutsi y el gansito eran un manjar. Donde los desacuerdos se arreglaban con un piedra, papel o tijeras. Y si eso no funcionaba un "córtalas" de mínima duración era suficiente.
ResponderBorrarSi, soy de esos.
Del "me juntas" Y de "kinkis" para suspender el juego para ir a tomar agua o descansar, jajaja.
BorrarUn abrazo.
Soy de esas. Y... cuánto lo añoro!!.
ResponderBorrarBesitosss
Lindo que lo pasamos en esa infancia y adolescencia soñadora.
BorrarMuchos para ti también.
Lo añoramos y por eso lo explicamos a todo el que quiera oírnos, ademas de ser como dices íbamos juntos, ahora reina el individualismo. Un abrazuco
ResponderBorrarCreo que ir juntos nos daba mucha fuerza en las decisiones y seguridad.
BorrarUn abrazo de antes.
Bueno, yo también pertenezco a esa época y para mí me aportó unos aprendizajes, aventuras y diversiones que ni de coña lo pueden disfrutar la chavalería de ahora, todo evoluciona, lo sé, me gustaba más lo de mi infancia.
ResponderBorrarUn beso.
Me alegro. Éramos más niños, más libres, ingenuos, llenos de sueños.
BorrarUn abrazo.
Una generación que sabia disfrutar de los pequeños detalles de la vida.
ResponderBorrarbesos
Sin duda, Ilesín. Con muy poco éramos muy felices.
BorrarUn abrazo.
Sin Remedios, mi novela puede hablar de ellos....
ResponderBorrarPero eso de cazar gatos.... No
Besos
Me encantará leerla. Ni lo dudes, que lo haré.
BorrarLo de los gatos, para tu tranquilidad, siempre fueron mucho más listos que nosotros y nunca cayeron en nuestras trampas, : ) Sé que tú los quieres. Yo les temo mucho.
Un beso.
hola sarita buenos dias mi niña que tuve problemas para entrar en los blogger y ya resuelto llego adejarte un saludito salvar a un animal ya es logro para la satisfacion y antes se jugaba de otra manera hoy en dia todo son cosas que salen de una pantalla juegos asi tuve yo tambien como tu feliz dia besitosssssss
ResponderBorrarMe alegro mucho de que ya se te haya resuelto el problema con tu blog.
BorrarUn abrazo de anís.
Dentro de nuestra sencillez y carencia de casi todo, creo hemos disfrutado sanamente de nuestra juventud mucho mas intensamente y divertida que lo harán mis nietos.
ResponderBorrarNi duda cabe, Marcos. Teníamos mucha interacción humana. Lo que nos estimulaba internamente.
BorrarUn gran abrazo.
Me gusta lo que dices y cómo lo dices. Pertenezco a la generación que admiraba a los que siendo un poco mayores, empezaban a resquebrajar el sistema que nos oprimía y siempre les estaré agradecido por ello.
ResponderBorrarBesos.
Vaya que si los admirábamos. Nos daban ansias de ser como ellos o más valientes.
BorrarUn abrazo grande.
Lo importante es pertenecer a una generación en la que haya vida y ambiciones de luchas e ir adelante con los principios.
ResponderBorrarUn abrazo.
Es cierto, eso es lo importante. No ser una generación dormida.
BorrarUn abrazo.
Me siento en parte identificada con esa generación que hablas aunque quizá yo sea anterior pero de verdad que ni sentí ni me enteré de la represión de que hablas, se puede decir que la única represión que "padecí" fue la severidad de mi padre algo que no impidió que me divertiera un montón con la cuadrilla de amig@s siempre jugando e inventando la forma de pasar los largos días de las vacaciones porque claro durante el curso había que estudiar e ir al cole y solamente teníamos los domingos para descansar, divertirnos o ir al cine.Besicos
ResponderBorrar¡Ah, sí... los papás eran demasiado estrictos! Pero de alguna forma nos las arreglábamos para sobrellevar su exigencia.
BorrarUn abrazo.
LA MEJOR DE TODAS A PESAR DE LOS MALTRATOS. HERMOSO AMIGA.
ResponderBorrarABRAZO
La mejor generación... la que nos ha tocado. Ni dudarlo.
BorrarFuerte abrazo.
Qué hermosa imagen de tus vivencias, Sara, un abrazo!
ResponderBorrarMuchas gracias, María Cristina. Me alegras en grande.
BorrarUn abrazo!
Una generación hermosa, Sara, las personas estaban más unidas qué hoy en día. Besos 🌹
ResponderBorrarUna diferencia muy grande en la manera de convivir.
BorrarUn abrazo.
Hola sara , por que será que yo de alguna manera también era de esa generación , yo cuando iba a la EGB creo que ahora le llaman la 4 de la ESO , pues bien yo está en 4 curso y había un niño que era varios años mayor que yo , y de tamaño 5 veces más desarrollado y grande , que yo por que yo era muy pequeña apenas pesaba 35 kilos y media 1'30 y siempre me pegaba y me hacia sufrir mucho , muchas veces hablaba con la maestra para que lo castigaran , pero en otras ocasiones teníamos defensores que me protegian mi amigo Lucas un canijo y pequñin como yo , y mi amiga Marta grandota y fuerte.
ResponderBorrarBesos y muy bonita entrada .
Besos de flor .
Jajaja, tenías tus guardaespaldas y nada malo te podía pasar. Qué lindo lo que me compartes.
BorrarMuchos besos.
POR TODO LO QUE DICES, ES QUE DEFINITIVAMENTE LA VIDA ERA MEJOR.
ResponderBorrarABRAZOS
No podemos decir que fue mejor que hoy, porque hay que ir con los tiempos. Los chicos seguramente dirían que hoy es mejor.
BorrarUn abrazo.
Pues vivir sin miedo, creo e sla mejor enseñanza...
ResponderBorrarpero la indifirencia es cruel
las tecnologías han embobado al ser humano de hoy
y aunque igual se usan para pelear..es de otra manera
hay demasiada confusión en este hoy...
Buen recuento de vida , valiosos recuerdos y sobretodo habla
de esa humanidad que no se debe perder jamás.
Un abrazo.
La gente está más pendiente del teléfono móvil que de quien les habla frente a ellos. Y eso es una lástima y lastima.
BorrarUn abrazo.
Esa generación disfrutaba de las pequeñas cosas que la vida les regalaba…
ResponderBorrarMuy reflexivo tu post querida amiga.
Un cálido abrazo
Y era una generación llena de vida y de ganas de realizar los planes.
BorrarUn abrazo grande.
Olá Sara.
ResponderBorrarMais uma de tuas belas crônica, elegantes e inteligentes. Gostei muito. Parabéns.
Un beso.
Muchas gracias, Pedro.
BorrarUn fuerte abrazo.
Perteneces a esa generación en la que compartir un helado de fresa, una bicicleta en la que todos aprendĺamos a montar, un hueco en el banco del parque y ponerse los zapatos de tacón de nuestra madre, era todo lo que necesitábamos para ser felices.
ResponderBorrarCreo que todos tenemos un sitio en el corazón donde guardar aquellos recuerdos.De vez en cuando conviene abrir la puerta de la memoria y dejar que salgan a jugar con nosotros.
El tiempo no se va, deja huellas imborrables.
Un abrazo azul, querida Sara.
Nos turnábamos para subir a esa bicicleta. Y qué me dices de saltar la cuerda. Teníamos todos los músculos tonificados. O patinar. Jajaja, qué ricura.
BorrarMuchos besitos de anís azul.
Una generación en la que se era mucho más feliz y luchabas por la defensa de tus ideales aunque no siempre se lograran. Son unos recuerdos hermosos Sara.
ResponderBorrarBesos.
Luchábamos incansablemente, las más de las veces por causas perdidas. Todavía no terminábamos con una que ya nos estábamos metiendo en la siguiente. Me gustaba mucho ese entusiasmo.
BorrarUn abrazo fuerte.
Bendita generación con la que me identifico, porque es la mía, querida, Sara. No sirve de nada añorarla o decir que fue mejor, lo importante es que todavía, aunque nos ignoren, seguimos estando llenos de vida y las ilusiones a flor de piel. Besos.
ResponderBorrarDecir que fue mejor sería reconocernos viejas y no lo seremos jamás, porque seguiremos siempre llenas de ganas de vivir y de hacer las cosas con toda el alma y el corazón.
BorrarUn abrazo inmenso.
Te leí recién escrito tu post. Te vuelvo a leer y sigo pensando lo mismo. Esa generación con la que se identifica la mayoría -formo parte. Pero no me idenntifico. Yo nunca quise cambiar el mundo, ni fui de luchas sociales ni tal- somos padres o abuelos de esta generación muy criticada -no por til aclaro- por la forma de vida que les tocó. La falta de valores, el individualismo, la indiferencia, etc. Lo aprendieron en alguna parte. Veo a los niños de hoy, los jóvenes, la cantidad de información que reciben. ¿Qué habrías hecho tú si vivieses en eñ hoy de ellos? Puedes decir muchas cosas mi querida pero nunca lo sabrá porque el hoy es lo que nosotros hicimos o dejamos de hacer ayer.
ResponderBorrarUn abrazo
Quién sabe, verdad. Imposible saber cómo seríamos hoy, porque las condiciones hubieran sido muy diferentes.
BorrarMana, no te imagino sin querer cambiar el mundo de más joven.
Un abrazo.
Es verdad, yo quería ser maestra. No era un sueño. Quería enseñar a los niños. Quería tener novio jaja. Era hippie nice. Amor y paz de forma decente, sin drogas ni sexo deshinibido. Yo nomás quería ser maestra para enseñar a los niños.
Borrar¿Sabes que hubiese sido de esas maestras inolvidables? No por linda sino por mis métodos de enseñanza. "La letra con sangre entra" jaja. Yo nomás quería eso.
Te quiero mana. Me gusta venir a tu blog -cuando puedo- me das o me tomo la libertad de decir lo que siento sin temor a que te enojes. Gracias por esa libertad.
Y no hombre, ceerlo nunca quise cambiar el mundo. Ya había muchos intentándolo y mira como andamos jaja.
¡Faltaba más! Aquí puedes decir lo que quieras que ya sabes que no hay tos.
BorrarYo también te quiero Mana, mucho.
No me identifiqué con los hippies, ni con las amigas que andaban pensando en tener novio, pero casi todas las amigas en eso andaban, así que las aguantaba o les daba café cargado. Me gustaban más los amigos que los novios.
Un abrazo.
"Esa generación de valientes, que aún con calcetas y pantaloncillos (ellos) y vestidos (ellas) queríamos cambiar lo que estaba mal en el mundo".
ResponderBorrarEsta es una de las características que no tiene que perder las nuevas generaciones, hace falta más esperanza, igualdad y solidaridad entre todos.
Que bonito relato, cuantos recuerdos me has traído.
Besos.
Ojalá que no la pierdan Rayén. No hay que dejar que desaparezcan. Los chicos de hoy son como les permitimos y como los educamos.
BorrarUn fuerte abrazo.
El tiempo ha pasado y no ha sido para mejor. No sé tu edad, pero me identifico con lo que dices. Somos los que fuimos castigados a mano abierta por los padres, y criticados por los hijos. ¡¡Es así, sin vuelta e hoja!!
ResponderBorrarVeremos como terminan los actuales.
mariarosa
Es una gran incertidumbre lo que sucederá con los actuales. Deseemos que todo mejore, porque ya va la humanidad tocando fondo y tendrá que salir a flote. No lo sé. En lo social todo puede suceder, pues hay todas las variantes posibles.
BorrarUn fuerte abrazo.