Ni un minuto más. A las seis veintiocho sonaría la alarma. Todos los días le gano, desde hace dos o tres años. Antes, trasnochaba mucho y tenía que poner un par de alarmas más y no escuchaba ninguna, las apagaba dormida, para al final salir volando y llegar a donde fuera al límite. Aún así, siempre he sido muy puntual. Cuando se podía salir, dichosos tiempos en el exterior de los cuatro muros, me gustaba concertar las citas en horarios inexactos: 6.13, 7:28, 11:36, me parece aburrido lo de 3:00, 1:30... Los números cerrados, cuartos de hora, a las medias horas.
¿A quién podría importarle algo tan insulso como lo que cuento?
Pero es una forma de regresar a esta casa virtual, después de mucho correr en estos días con cara de lunes todos, desde las 6:27 a.m. hasta las 8:33 p.m. en que podría tal vez, ver el capítulo setecientos de la novela turca con la que me enganché a lo lindo. Y que si no fuera porque tengo que ganarle al despertador por la mañana, me quedaba hasta terminarla, en el capítulo 1135 en que más o menos estimo que será :)
Nada... Que aquí ando. Disculpas por mis faltas a sus casas. De mucho me habré perdido seguramente, que son muy creativos y mucho los admiro, porque la verdad yo ya estoy con la mente en blanco. Pero mañana le ganaré al despertador por 2 minutos y 19 segundos. Una de mis más emocionantes competencias actuales. Por decir.
Hola Sara aveces el tiempo nos aprieta, todos nos ausentamos en ocasiones por una u otra cosa, lo importante es que te encuentres bien , eso deseo , cuídate mucho amiga
ResponderBorrarGracias, Jorge. Estoy bien. Sin ideas para compartir, por eso hablo del tiempo, como hablar del clima. En encierro, me parece que todo ha modificado su ritmo y la importancia de cada cosa, me ha variado.
BorrarUn abrazo muy grande.
El horario es variable
ResponderBorrarComo las personas
Besos
Las cosas del horario, pero tú tranquila Sara, lo puntual y la tardanza es de humanos.
BorrarUn abrazo y cuidate mucho Sandra
Un abrazo
Por fortuna, Óscar. Y vaya que estamos cambiando en esta circunstancia anómala.
BorrarUn gran abrazo.
Gracias, Carmen. En este período contemplativo y de clausura, a veces el interactuar no es fácil.
BorrarUn abrazo fuerte.
Creo que no hay nada que disculpar Sara, la vida hay que tomarla y disfrutar de ella tal cual viene. Pero lo principal y fundamental es disfrutarla lo demás se acopla a ella, unas veces se lleva mejor y otras peor.
ResponderBorrarUn abrazo.
Muy importante lo que me dices. Y han sido tiempos que nos exigen mucha creatividad para sobrellevar con éxito.
BorrarUn abrazo grande.
Yo fui siempre madrugador y hasta de joven me costaba trasnochar. Tienes razón, si existen los minutos, ¿por qué movernos por cuartos o medias? ¡Ánimo! Cuando las musas toman vacaciones luego se muestran díscolas para volver al redil, pero tú eres más fuerte que ellas y vas a manejarlas de inmediato.
ResponderBorrarUn Sandabrazo.
Este año ha sido de andar correteando a las musas y estas huyen sin piedad, jajaja. Las citaré a las con 19 minutos de cualquier hora. O sea, tendré que disciplinarme, para dejar tanta vagancia.
BorrarUn gran abrazo, Paco.
Leer es muy importante, diria que mas que atender el blog (ahora que no me lee ningún bloguero) y la vida es mas cosas que un blog, pero a quienes te seguimos nos gusta comentar contigo, no uso despertador, salvo que tenga que despertarme a una hora intempestiva, pero me despierto antes de que suene. Un abrazuco
ResponderBorrarTampoco lo pongo ya, porque ya siempre le ganaba y no quise acomplejarlo más, siendo tan fiel amigo. La actividad la traigo al mínimo posible de exigencia y eso engendra mi vagancia actual.
BorrarUn gran abrazo.
jajajaja buen romper el silencio... me alegra saber de ti, Sara, y te deseo que ganes ese despertar mañana :))
ResponderBorrarBesos.
Jajaja. El clima y las horas, tablitas de salvación para mentes sin tema, para romper el silencio.
BorrarUn abrazo grande.
Hola Sara, me alegra saber de ti. No tienes que disculparte, pues a todos nos ha pasado estar ausentes cada cierto tiempo. Lo importante es que tu manejes tus tiempos como mejor te parezca. Estoy segura de que la inspiración volverá pronto amiga. Aunque por lo que leo, veo que las musas no se han ido jeje. Te dejo un abrazo grande y mis buenos deseos de siempre. Cuídate mucho.
ResponderBorrarHermosa, Lady. Agradezco mucho tu generosidad. Este año, en que llegaste, he faltado al blogueo como nunca antes lo había hecho. La anormalidad me ha movido el gusto por las actividades radicalmente. Hasta veo series ahora, jajaja.
BorrarUn cariñoso abrazo.
A mí también me ocurre. Siempre que tengo que madrugar le gano al despertador. ¡No tengo remedio!
ResponderBorrarUn abrazo
Nuestro despertador integrado es el más infalible, jajaja.
BorrarUn abrazo grande.
la lucha contra el reloj se termina en la jubilación... y, que poca vista tiene el personal: ¡me ragalaron tres preciosos relojes como despedida!! (los tengo en un cajón, sólo me pongo uno de 23 euros que me cuenta los pasos diarios)
ResponderBorrarBss
Te liberaste del tirano que apresura tanto.
BorrarCamina mucho, que es maravilloso el beneficio.
Un abrazo grande.
Mi lucha contra el despertador terminó en el momento que me jubilé, lo llegué a odiar, ahora ya que pasó a la historia me llevo muy bien con él si algún día lo necesito me brinda sus servicios y yo muy agradecida.Besicos
ResponderBorrarYa eres libre!! Es magnífico cuando ya no se tiene que atender el horario.
BorrarTe dejo muchos besitos de anís.
Lo importante es que todo vaya bien.
ResponderBorrarY siempre tan grato saber de ti.
Un fuerte abrazo.
Bien, gracias a Dios... Pero todavía sin esperanzas de recuperar la posibilidad de salir de las casas. Sigue en aumento el contagio.
BorrarUn gran abrazo.
Son tiempos extraños y como tal lo llevamos como podemos o sabemos, lo importante es encontrar la forma de ilusionarnos de nuevo con cualquier cosa que nos haga bien. Besos y para adelante amiga, tú puedes...
ResponderBorrar😀💙
Gracias, querida. La fortaleza se nos va disminuyendo con tantos adioses.
BorrarUn abrazo muy grande.
Todo el tema de la pandemia que no se acaba nunca nos está desquiciando el alma.
ResponderBorrarAbrazos.
Muchísimo... Nos afecta en todas las áreas y crea desazón.
BorrarAbrazos.
Pues lo de quedar a las 18:33 me parece original... jajaja siempre soy tan puntual...(que igualmente estaría a y media) pero cada una es como es.
ResponderBorrarYo también me enganché a una serie, pero la mía solo es de 10 capítulos (esta al menos, la siguiente ya se verá)
Que estés bien, eso es lo más importante.
Besos bonita.
A las 18:33 más interesante que a las y media, ¿no? jajaja. Estoy bien, a pesar del suspenso en que estamos. Deseo que tú también.
BorrarAbrazos.
Original entrada. Por no visitar, no te preocupes, todos pasamos por temporadas así, un abrazo.
ResponderBorrarmarairosa
Justamente llego de regreso de tus blogs, que son una dicha leerlos.
BorrarUn abrazo grande.
Antes ponía el despertador, pero casi antes de que sonara, ya me había levantado y apagaba la alarma.
ResponderBorrarAhora hace muchos años que no lo utilizo.
Un abrazo.
Si no me lo dijeras, lo imaginaria de ti. Eres disciplinado y madrugador.
BorrarAbrazo grande.
Me a recordado a un amigo que siempre quedaba conmigo con ese tipo de horarios, no me acordaba... un saludo.
ResponderBorrar:) Nadie es original, siempre habrá muchos más que hagan las mismas cosas.
BorrarPor otra parte, me alegra haberte inducido a recordar a un amigo.
Abrazos.
Sara! Estuve tres días visistando a mi hija, vengo y veo que andás "relojeando" jajaja, bueno, en estos momentos son las 8 y 24 acá en mi casa, para que veas que tampoco ando con tiempos redondos! Un abrazote!
ResponderBorrarRelojeando y relajeando, tratando de encontrar algún tema en este tiempo de pausa :)
BorrarQué bien que andabas de visita. Espero que hayas pasado días muy felices.
Un abrazote también.
Hola Sara, hay que tomarte las cosa según vayan viniendo. Con el tiempo las cosas van cambiando, por ejemplo, yo antes publicaba más a menudo en mi blog, y ahora me lo tomo con más tranquilidad y salgo a caminar más.
ResponderBorrarCuídate abrazos cariñosos.
Así es, Cristina. Nos vamos adaptando a lo que haya, según nuestras posibilidades. A veces más dóciles que otras veces.
BorrarAbrazos.
Tengo un amigo que no se le escapa ningún capicua y en la presentación de sus libros y sus cosas siempre es a horas parecidas a las que tú tienes tan controladas. Cuídate mucho.
ResponderBorrarBesines utópicos.-
Tienen un gran mérito esas composiciones "al revés y al derecho", tan divertidas. Asiste a la hora que pida, con tal de disfrutar de sus creaciones :)
BorrarBesos de anís.
La tiranía del despertador que nos convierte en robots esclavizados
ResponderBorrarSaludos impuntuales ;)
Siempre algo nos quita libertad. Pero tenemos que seguir.
BorrarUn abrazo.
Se te extrañaba,eso de las citas con esos horarios me encantó,abrazos.
ResponderBorrarGracias, Fiaris. Se me han complicado un poco los días y no me ha rendido el tiempo.
BorrarUn abrazo.
Independientemente de la hora en que te despiertes, solo espero que estés bien, Sara, un abrazo desde Brasil.
ResponderBorrarMuchas gracias por tu generosidad. Es hermoso recibir un buen deseo en un primer encuentro, habla muy bien de ti.
BorrarTe correspondo con el mismo deseo para ti.
Un abrazo.
Buenas noches Sara, despertador y alarmas. Afortunadamente, pocas son las veces que he de recurrir a ello. Mi reloj interno funciona de manera impulsiva; y ya me gustaría apagarlo de vez en cuando. Camina y cuando lo creas necesario o te lo pida el alma, la casa virtual siempre es un recurso.
ResponderBorrarBesos, Ricardo.
Muchas gracias, Ricardo. Tu reloj interno te quiere despierto más tiempo y lo logra.
BorrarUn abrazo.
Bueno el hábito hace al madrugador y la carga de trabajo que es infalible y se ha multiplicado en mi caso, que creía algunas se iban a obviar , pero la normativa vigente no lo permite y ahora arrecia videoconferencia para todo...
ResponderBorrarMi despertador biológico bien lo sabe y es un tirano conmigo, pero siempre me hago tiempo a mis intereses.
Gracias por tus palabras en mi blog.
Cuidate mucho.
Mucho ánimo, amiga. Esperemos que la paciencia no te falte en todas tus actividades.
BorrarGracias a ti poe venir.
Un fuerte abrazo.
Hola Sara, yo lo pongo todos los días el despertador pero mucho antes de que suene ya estoy despierta, no me gusta ir con la hora justa ni ir de correprisas, por eso siempre voy con tiempo a los sitios.
ResponderBorrarBesos.
Conviene tomarse el tiempo necesario para hacer las cosas con holgura. Andar al corre, corre, es muy estresante.
BorrarUn abrazo.
Con la mente en blanco quisiera estar yo y despertar en un mundo lleno de estrellas y en compañía de una guapa como tú.
ResponderBorrarGracias.
Yastá! Solo hay que cerrar los ojos, respirar profundo y guiar a la imaginación, por el cielo azul.
BorrarBesos de anís para esa rubia linda.
Gracias por su visita Feliz semana Saludos
ResponderBorrarUn abrazo. Gracias a ti por tan bellas imágenes.
BorrarNunca me desperté antes de que sonara el despertador, eso sí, en toda mi vida laboral solo he llegado dos veces tarde al trabajo. Sara si vivieras el Londres ¿Que harías con la puntualidad británica?.
ResponderBorrarBesos.
Simplemente, yo no viviría por nada del mundo en Londres. Ni aunque me pagaran. Jajaja. Pero si podría ser puntual donde sea.
BorrarUn gran abrazo.
Es curioso, nunca me habia parado a pensar en que solemos quedar en horas redondas o en cuartos. Y eso que uso el despertador con minutos sueltos, una rareza personal, unas veces a y treinta uno, otras a y treinta y tres jeje. No tengo el despertador a una hora fija, todas las noches varío unos minutos arriba o abajo según el humor.
ResponderBorrar¡Abrazos!
Jajaja... También a mí me gusta programarlo a diferentes minutos. No siempre igual.
Borrar¡Abrazos!