Huele a café,
una felicidad ronda
por mi olfato.
Alguna familia
con albricias de cariño
desde su cocina-albergue
para los buenos sentimientos,
se abre al mundo
junto con la mañana.
Y los recibe
Y los capta (los sentimientos)
Y crea un día más que
esplendoroso,
conforme esparce ese aroma
que se fijará en las mentes
de quienes mañana
lo harán el más dulce recuerdo
de sus vidas,
desde este preludio de caos.
Café, aroma caricia
en qué sostener el sentido
de pertenencia del amor
a una familia, a un hogar,
a un yo, intactos, ilesos,
vivientes.
Que bonito es tener ese hogar familiar...y que triste cuando ya todos marcharon y el hogar queda vacío ¡¡cuanta soledad se siente!! Besicos
ResponderBorrarHola Charo , la verdad es que es muy triste una casa sin niños correteando , es señal de que la casa está vacía.
BorrarPero hay un refrán que dice "Cuando un hijo se va de casa , siempre vuelve con pareja y los hijos vienen después y la madre gana a una hija"
Saludos de flor.
Sí, Charo, queda la soledad. Pero el aroma de nuestro café vuelve a traernos los momentos felices de toda la familia junta y ya lo gozamos también.
BorrarBesos.
Sí, Flor. Apenas se sale de un hijo y regresan más, el caso es que la jodienda nunca termina, jajaja.
BorrarBesos.
¡Un canto al café! Besos
ResponderBorrarTan rico!!!
BorrarUn abrazo.
Hola Sara ,que entrada más dulce y cuanto amor y cariño
ResponderBorrarhay en la entrada de hoy , una casa con la familia es uno de los mejores
regalos , que tenemos y debemos conservar , te deseo una buena tarde , besos de flor.
No siempre se puede conservar a la familia. Mueren, hay disputas o se van lejos;
Borrarpero el café los trae de vuelta en los recuerdos.
Besitos.
Cuando el café se compraba en grano y se molía en casa con aquellos viejos molinillos que seguro recordarás, el aroma nos reunía y con su sabor convertimos lo malo en bueno.
ResponderBorrarHe molido el café muy temprano,
El molino hace un ruido exquisito,
sorberé mi café favorito,
lo he molido con mi propia mano.
Hoy tu sabor a anís lleva un poco de ese café.
Un abrazo siempre.
Qué esperas para venir a disfrutar conmigo de este café tan rico que he hecho hoy.
BorrarNo sé necesita más, para encontrar entusiasmo para comenzar el día.
Besos.
Muito belo o teu poema Sara!
ResponderBorrarSento carinho nas tuas belas palavras e quase senti aqui, esse aroma maravilhoso do café que deixa nos lábios um mágico e delicioso sabor!
Un abrazo, siempre!
Muchas gracias, es un comentario muy hermoso.
BorrarUn abrazo fuerte.
Los aromas que se quedan intactos, siempre prendidos en nuestra memoria, nos trasladan a tiempos felices (generalmente) en el hogar.
ResponderBorrarBello poema, Sara.
Besos.
El café a mí me sabe a papá.
BorrarBesos, Sa Lluna.
Los aromas quedan prendidos en nuestra memoria. A mi me lleva a la casa de mi abuela en donde había una olorosa sopa con choclo y albahaca.
ResponderBorrarAiynss, qué rico huele eso, me has antojado.
BorrarUn abrazo.
Siempre da gusto ver la casa llena de vida. Se agradece y se siente. El amor familiar es un gozo que algunos no saben apreciar en toda su magnitud. Un café en familia tiene doble aroma.
ResponderBorrarUn abrazo y feliz resto de semana.
Sin duda, el café en familia sabe a Gloria.
BorrarUn abrazo grande.
Es el aroma de mi hogar, desde chiquitita. Somos muy entusiastas del café, tanto que en verano hago refrescos con él.
ResponderBorrarLas mañanas desde tempranito se extiende su olor por toda la casa ummmmmm ¡Qué rico!.
Una entrada magnifica y...apetitosa.
Brsotes.
Pues entonces huelen similar tu hogar y el mío. También acá nos encanta beber café.
BorrarBesos, preciosa.
Cuántos dulces recuerdos me trae ese aroma de café recién hecho!!!!.
ResponderBorrarTan entrañable todo.
Un abrazo grande.
Sí, siempre nos trae alegría beberlo
BorrarUn abrazo grande.
Ojalá que llueva café en el campo
ResponderBorrarQue caiga un aguacero de yuca y té
Del cielo una jarina de queso blanco
Y al sur una montaña de berro y miel
Oh, oh, oh, oh, oh
Ojalá que llueva café...
Hubo una época que me tomaba 6 cafés italianos diarios casi sin azúcar, hoy me suelo tomar uno descafeinado y es que la edad no perdona.
Me encanta la canción, también el café. Solo tomo uno o dos diarios.
BorrarUn abrazo.
Y es que el aroma de café además de familiar envuelve, y ya sabemos que el olor es el último recuerdo que se pierde. Soy cafetera, tomo varios al dia y los disfruto segun la epoca o el momento, a veces parece que me estoy tomando una copa. Un abrazo y unos granitos aun rojos de café
ResponderBorrarEl café, la vainilla, la canela y el chocolate, mmm... Qué ricos aromas!!!
BorrarGracias por esos granitos de café.
Un abrazo grande.
Los nidos se quedan vacíos, a veces regresan los polluelos y la casa recupera las sensaciones de hogar, ni que sea por unas horas.
ResponderBorrarAbrazos.
El aroma de café conserva los mejores recuerdos de las familias completas.
BorrarUn abrazo.
Me encanta el aroma a café! Más que tomarlo en sí. Precioso tu poema con aires de hogar y familia, un abrazote Sara!
ResponderBorrarEstá lleno de emociones y recuerdos.
BorrarUn gran abrazo.
Hace una eternidad que no lo pruebo.
ResponderBorrarMe produce insomnio.
Besos.
Lamento que no lo puedas beber.
BorrarAbrazo.
Hay olores, aromas que nos transporta al pasado, a momentos gratos, a nuestro hogar, donde nos sentimos bien.
ResponderBorrarAbrazo
Tenemos una memoria olfativa muy fina. Cuántas veces un aroma nos traslada a momentos especiales.
BorrarUn abrazo.
No soy muy cafetera, pero se apreciar el aroma de un buen café y de vez en cuando saborearlo.
ResponderBorrarBesos.
Es un aroma muy rico.
BorrarBesos.
Café recién tostado y molido, creo que es un pasaje directo al cielo y cuando lo pruebas te deja postrado ahí, reconociendo todo, la vida, la muerte, los colores, los sabores.
ResponderBorrarTe dejo un abrazo con aroma a café
Muy buena descripción. Gracias por ese abrazo lindo.
BorrarUhmmm me llega el aroma entre tus versos. Muy bueno! 👏🏼👏🏼👏🏼
ResponderBorrarDecirte que me ha llegado por email tu respuesta a mi entrada: "Por ellas", pero no veo que salga publicada en mi blog. Se ve que algo está fallando. Por tu respuesta veo que además lo has intentado varias veces...:
Sara O. Durán ha dejado un nuevo comentario en la entrada "Por ellas":
Fíjate que ayer te comenté dos veces y en cuanto quedaron escritos, se borraron. Seguimos con erroresv en la plataforma de los blogs.
Excelente trabajo. Eres magnífica escritora.
Besitos de anís.
Pues ésta última tampoco. 🤬🤬Qué lata, de verdad...
En fin... agradecerte tu lectura. Muchos besicos, compañera.
Estamos batallando mucho con comentarios, se pueden o van a dar a spam. Yo rescaté hace poco 45 comentarios que allí se encontraban.
BorrarBesos.
Saludos estimada
ResponderBorrarque bien que una taza de café tenga esas vivencias familiares poderosas, que nos remonta a esos momentos más queribles y que son los que inundan nuestra vida cuando nos faltan sus presencias ...no soy adicta al café, pero si al menos una taza al día sobretodo en la mañana para iniciar el laboro.
Te dejo un abrazo grande.
(tengo el problemita que no se fijan en la caja mis comentarios...debo repetir varias veces , no es bueno eso)
Yo tampoco soy muy cafetera, solo tomo un café en las mañana, me parece exquisito.
BorrarTodos tenemos ese problemita en comentarios desde hace meses y no lo arreglan.
Un abrazo.
Café merece mesmo uma poesia tão bonita, é uma bebida deliciosa, beijos ;)
ResponderBorrarPensamos igual sobre este tema, Jeanne!
ResponderBorrarMuchas gracias. Días felices.
Me encantó,soy cafetera a rabiar,abrazos amiga.
ResponderBorrarMe alegro, gracias Fiaris.
BorrarUn abrazote.
A veces, sentir el adios se hace con el aroma del café...El adios es la prolongación del alma. Su aroma, ofrece un conjuro para el recuerdo que entra por tu nariz y por tu ropa; calándote hasta los huesos mientras ese sentir fluje olvidando todo lo demás. Un buén café es la buena compañía que acompaña al sentimiento. La mirada se pierde pensando en no se qué, el tiempo se pierde ausente de cuerda y el camarero, te deja el ticket con 1.30...Con el sabor del café la tensión arterial se sube, el corazón se acelera con lo que nunca quizás llega...Y camino bajo sus efectos abrigado de otra lucidez. El adiós de una estación de tren es un ir y venir de maletas y de gentes. Paseo por la avenida dejando atrás la estación. Trago saliva con sabor a café y tu imagen, más que nunca ahora, solivianta ese deseo de querer que aún estuvieras aquí por lo menos, para sentir lo que ahora siento...Gracias al café.
ResponderBorrarOh, qué belleza! Muchas gracias.
ResponderBorrarUn abrazo.