Furiosos soplaron los vientos,
las aves buscaron otros cielos
y en aquel suelo árido,
vencida y sin sentido,
con el alma repleta de tristeza,
queriendo ser Venus,
tuve que ser roble otra vez.
Oh, destino.
Oh, desamparo.
Oh, muerte ventajosa,
envidiosa y cruel,
que siempre quieres lo que yo quiero
y siempre me ganas y me lo arrebatas,
¡tramposa infeliz!
Así siempre eres.
Quisiera odiarte.
pero, ya vamos casi de la mano, casi amigas,
de tanto y tanto citarnos
y retarnos en los mismos terrenos,
a lidiar por lo que las dos queremos.
Sin aves... pues se fueron a buscar otros cielos
huyendo de la furia de los vientos,
a pesar de tanta fealdad circundante,
asfixiante,
llegó hasta mí la perdiz
para darme la mala noticia con su canto.
Tal vez en los siguientes
cielos, cuando yo no sea roble,
ni tú, Adonis, ni demasiado tarde.
*La perdiz nos advierte
la muerte de seres queridos. (Mito).
**A: C.P.A. el más.
Canto triste el de la perdiz...
ResponderBorrarAbrazo
Demasiado y cuando llegan con las malas noticias, uf!
BorrarAbrazo.
Es siempre tan difícil despedirse de alguien a quien amas...
ResponderBorrarUn fuerte abrazo, dulce Sara.
Dificilísimo, somos egoístas y todavía no entendemos por acá lo del tránsito por este mundo hacia la verdadera vida. Gracias por tu abrazo. Lo recibo con gran necesidad.
BorrarEn alguno de mis escritos creo haber comentado que la muerte es envidiosa, sin motivo, muchas veces, te arrebata aquello que más quieres y te deja sumida en la más profunda tristeza.
ResponderBorrarAfrontar situaciones adversas y convertirse en roble, es labor de años, muchas veces los duelos se hacen eternos.
Un bello poema has escrito, pero muy triste.
Cariños.
Kasioles
Tú conoces muy bien de lo que hablo en esto. No es fácil ser roble.
BorrarUn abrazo.
Triste es el tener
ResponderBorrarque despedirse,
mas el que se va
nunca lo sabe.
Besos.
¿No lo sabrán? Yo pienso que lo mismo que nosotros o más, pues aún queriendo no irse, se tienen que ir.
BorrarBesos.
Hermoso y muy triste.
ResponderBorrarBesos amiga 🌸
Muy triste, querida Vero. Mucho.
BorrarBesos.
La tristeza se desprende hoja a hoja, la metáfora no le quita pena ni sentimiento, un poema hermoso que encuentra el cariño del lector. Un abrazuco
ResponderBorrarGracias, Ester. Tu comentario a favor de una entrada, es un aval.
BorrarAbrazos.
Como roble hay que saber sostenerse ante esa tristeza ...nunca es fácil dejar ir.
ResponderBorrarCon todo el amor es lo que nos mantiene unidos en la hora más adversa.
Abrazo.
Bastante complicado. Quisiéramos tener para siempre con nosotros a las personas que queremos.
BorrarFuerte abrazo.
Tremendas letras traiteza que ahoga. Un abrazo grandr
ResponderBorrarGracias. Necesito ese abrazo!!!
BorrarSara, tu poema duele, porque nos va avisando poco a poco de la muerte de alguien querido. La huida de los pájaros, aguantar la soledad como el roble, que hace frente a vientos y sequedades. Y por último ese "diálogo con la muerte" que toma forma misteriosa...Muy bello, amiga. No sabía que la perdiz nos trae malas noticias. Lo cierto es que vida y muerte están unidas, cada noche morimos un poco y renacemos al alba...Te diré que el espíritu de los seres amados sigue unido al nuestro y desde allá nos siguen alentando.
ResponderBorrarTe dejo mi abrazo entrañable y mi ánimo, compañera de letras.
María Jesús. Qué bien me hace sentir tu atención, sensibilidad y acompañamiento. Lo recibo con cariño y gratitud.
BorrarFuerte abrazo.
Sara, hoy, después de leer tu hermoso poema, no me sale más que enviarte un abrazo cálido, que actúe a modo de bálsamo para la tristeza que rezuman tus letras.
ResponderBorrarVuela mi abrazo
Y precisamente como un bálsamo me llega este abrazo tan especial.
BorrarMuchas gracias.
Un poema triste y doloroso, hay batallas que no se pueden dar, un abrazote grande Sara!
ResponderBorrarAsí es, Cristina querida. Contra la muerte no podemos. Siempre sale ganando ella.
BorrarGracias.
Un abrazo muy grande.
Es tremendo despedir a un ser querido para siempre.
ResponderBorrarTu poema refleja ese dolor. Que nunca se va...
Un gran abrazo,
No quisiéramos tener que despedirnos de quienes queremos, Amalia.
BorrarGracias por tu abrazo.
Te abrazo también.
Sara querida, podría hablar de tu poema, de la perdiz, de la vida o de la muerte, del tiempo necesario de hacer el duelo, pero...
ResponderBorrarSolo me sale decirte que pongas tu mano izquierda sobre tu hombro derecho y tu mano derecha sobre tu hombro izquierdo. ¿Lo hiciste? Ahora aprieta fuerte
¡Ojalá estés sintiendo mi abrazo!
Beso
Gracias, Lu. Claro que llega tu abrazo, y con la mejor de las intenciones que es acompañar y apoyar. Gracias de verdad.
BorrarTe abrazo también.
Bello poema aunque trasmita tristeza pero la vida no son todo alegrías ya que va siempre de la mano de la tristezas .Besicos
ResponderBorrarSin tristezas, no apreciaríamos tanto las alegrías. "Esto también pasará" es lo que más ayuda a soportar lo malo, no a vivir tan intensas las alegrías.
BorrarBesitos.
Tu poema nos hace pensar. Sabemos que algún día nos iremos y no es fácil vivir con esa realidad. Por eso, cuando vemos una perdiz, nuestros pensamientos también se van volando en un vano intento de esconderse.
ResponderBorrarPero... qué crueldad!... Matar al mensajero no soluciona nada!
Me gustó mucho tu poema Sara.
Un gran abrazo.
Muchas gracias, Albino. Siempre la muerte es un tema muy delicado. No quisiéramos morir y menos que mueran aquellos a quienes amamos.
ResponderBorrarUn abrazo.
Amiga que triste y bello a la vez,abrazotes.
ResponderBorrarGracias, Fiaris.
BorrarFuerte abrazo.
Me duele tu tristeza.
ResponderBorrarCuando alguien que queremos fallece algo de nosotros muere también.
Un abrazo gigante para ti.
¡Gracias! Es así.. Duele mucho.
BorrarCanto triste el de la perdiz. Poder despedirse de alguien es muy triste, pero creo que más aún es no poder hacerlo.
ResponderBorrarPreciosos poema.
Un abrazo
Gracias, querido Emilio. Las despedidas para nunca volver a ver a alguien querido, son muy tristes.
BorrarUn abrazo.
Creo que me acabas de reconciliar con la poesía, tienes un ritmo clásico y una claridad que fluye suave en el oído como música. Me ha gustado especialmente ese "ni demasiado tarde" porque da a entender que aun no lo es. Un abrazo
ResponderBorrarClaro, en otra vida.
BorrarAbrazo.
Un triste y bello poema, que sale de tu alma herida con un dolor y una fuerza que estremece.
ResponderBorrarTe abrazo en la distancia.
Muchas gracias, Maripaz. Me hace mucho bien tu abrazo.
BorrarPrecioso y sentido poema. Un fuerte abrazo para ayudarte a ser roble, así es la vida. Besos Sara.
ResponderBorrarLa vida, así es, muy linda y muy dura a veces.
BorrarGracias. Besos.
Sara, es un bello y sentido poema. La muerte y la vida caminan de la mano. Las despedidas son tristes, muy tristes, y nunca nos bienes bien, solo nos queda pensar que nuestros seres queridos exinten y existirán, y están con nosotros en cada paso del camino.
ResponderBorrarMuy hermoso. Un cariñoso abrazo.
Muchas gracias, Cristina. Aprecio mucho tus palabras.
BorrarFuerte abrazo.
Muy triste todo el escrito, pero aquel abrazo final que nos lleva a nuevos caminos...
ResponderBorrarTriste por lo que se quedan, hay que ser roble nuevamente...
abrazo
A querer y no, nos toca en ocasiones ser robles, por difícil que parezca.
BorrarAbrazo. Gracias!!!
*Estaba en spam tu comentario.
La muerte siempre gana, eso es seguro. Y no queda otra que tratar de ser roble, aunque no a todos se nos dé.
ResponderBorrarAbrazos
Es un rol que se dificulta mucho asumir. Pero no queda más opción que serlo.
BorrarUn abrazo.
Letras que vuelan silbando entre sueños, aquello, lo que fue, ese abrazo enviado por otras rutas, muy intenso y bello.
ResponderBorrarAbrazo
Muchas gracias, Rosario. Todo pasa.
BorrarUn abrazo.