Traductor :

martes, 29 de octubre de 2024

Hojeando

No te dije todo lo que quería decirte. Ahora me alegro, porque era despecho, no falta de amor. Ojalá que estés siendo muy feliz. 

Uf! A ti te dije de todo, hasta lo que no quería decirte. Todavía no me perdono tanto veneno. 

No te dije lo que tú pensaste que merecías que te dijera y hoy todavía te pesa el remordimiento. Yo eso hubiera querido, pero ni conciencia has de tener, infeliz y menos, memoria. (*Ojo: Hay que trabajar ese rencor).

Tú en cambio, ni tan solo un pensamiento tendrás jamás de mí. Aunque ya no recuerdo el porqué y sin embargo te estoy pensando. ¿Entonces? Gran contradicción. 

A ti, ni falta hacía decirte algo, si  todo se me notaba. Y te empalagué. No debí ser tan transparente. 

En cambio tú, hubieras hecho lo que fuera por mí y eso me aburrió. Te faltó estrategia. Aaay, dónde estarás, serías ideal ahora. 

... Se terminó el café, cerró las cortinas de la ventana por donde ojeaba la quietud exterior, mientras hojeaba "parte" de su álbum amoroso mental. 

Se fue a ver la serie de espías, después de responder los mensajes a su amor de "cada quien en su casa es mejor". 🍀

4 comentarios:

  1. Muy entretenido, a mí me parece una estupenda respuesta que cada uno en su casa es mejor. Besos :)

    ResponderBorrar
  2. Entre lo que pudo ser, lo que fue, lo que recordamos y lo de... en mi casa, mejor solo.

    Besos.

    ResponderBorrar
  3. A veces es muchísimo mejor ojear que hojear. ;-)
    Y es que cada cuál tiene sus manías, que no tienen porqué ser las mismas de cada quien; por ello las respuestas o pensamientos pueden ser variopintos.
    La verdad es que llegados a una edad, no sé si es mejor cada uno en su casa o todo lo contrario, pero creo que depende del momento y ¡claro!, como el momento no es igual para cada uno... volvemos al principio. :-)))

    Aferradetes, Sara.

    ResponderBorrar

¡Gracias por tu comentario y tu alegría!