Debería existir un refugio, para que las palabras positivas y bellas, no quedaran al alcance de los personajes que están destruyendo al mundo.
O un sistema que les sellara lo labios para que no pudieran pronunciarlas. Por ejemplo, libertad, justicia, igualdad, verdad, ya han perdido su significado positivo. Al escucharlas, según qué personaje las diga, provocan vértigo.
Con las palabras más profundas y dulces en los discursos, logran hipnotizar y dominar a la población cada vez más desinformada.
Y están despojando al poeta de su recurso principal, la terminología del amor, creando un gran vacío de esperanza, muy difícil de restaurar.
Un buen alegato, no todos pueden hablar de justica y libertad sin que la palabra pierda significado, hay discursos, siempre escritos por unos y dichos por otros a los que el tono de mentira no se puede esconder. . Un abrazo
ResponderBorrarMaldad y poder son muy mala combinación. Como has visto, eso expreso en la última entrada de mi blog casualmente. Da miedo en las manos que está ahora el mundo.
ResponderBorrarUn abrazo muy fuerte, Sara.