Allí nació, a mitad del desierto, hasta ser tal como lo ves: fuerte, sano, animoso, siempre amable. "Pobrecillo, tan solo y bajo ese sol y sin nadie de los suyos", le decían al mirarlo... ¿Para qué tanta belleza? ¿Para qué tanta intensidad? ¿Para qué tanto amor? Las tarántulas, arañas, serpientes y lagartijas; una y otra y otra... tantas veces, que lo creyó. Fue absorbiendo el veneno esparcido de las lenguas de aquellos bichos. Bichos horribles, envidiosos, muy despreciables, que parecían brotar y reproducirse de la nada, cercándolo con su odio.
Decidió una noche perecer, para ya no estorbarles más. Agachó su flor lo más que pudo, para cortar la circulación de sustancias. Pero las dunas despertaron de emergencia, crearon ondas sucesivas, muy tibias, para dar masaje a sus raíces. Además, deslizaban puñaditos de arena hacia sus hojas, como una brisa recorriendo su tallo, trepándolo, hasta salpicar cada uno de sus pétalos de caricias, con las partículas más finas que también se agregaron.
Así fue como las dunas repusieron todo el amor propio al girasol, que recibió con inusitada vivacidad al sol, todos los días. Los bichos nunca regresaron.
que lindo.. es cierto, muchas veces necesitamos del otro para sobrevivir. Me gusta tu espacio.. Te deje un beso grande
ResponderBorrarGracias! Todos necesitamos de los demás. Un beso de anís para ti.
BorrarQuerida Sara, es impresionante la imagen, una belleza y su significado perfectamente narrado por tí mucho más. Hay tantas veces que uno se siente así: como un girasol en el desierto.
ResponderBorrarUn beso.
Querida Susana, es en "Las dunas de Samalayuca" queda a 3 horas de donde vivo, rumbo a la famosa ciudad Juárez, Chihuahua.
BorrarYa somos dos, que nos hemos sentido así.
Un beso desde el desierto.
Precioso escrito!! Asi son los girasoles crecen en medio de lugar mas inospito.
ResponderBorrarbeXos
Son todo un caso los girasoles, porque parece que les gustan los grandes retos, pues si los cuidas se niegan a crecer... les gusta lo difícil, por eso me gustan.
BorrarBesos agirasolados.
Me ha encantado, resulta tan tierno, tan amoroso, tan cómplice, tan bello. Gracias, solo gracias. Hay días en que leer cosas así hacen mucho bien. Bssss.
ResponderBorrarPor esos días desoladores fue que se me ocurrió... para que quien lo lea sepa que no es el único que se siente como ese girasol. Pero que las soluciones surgen desde donde ni imaginamos. Y que hay que confiar. Si los humanos actuamos como esas arenas, todo nos resultará más fácil.
BorrarBesos de arena MJ.
Preciosos Sara, como a las personas ....siempre hay quienes las acunen.
ResponderBorrarCariños
Y a quien acunar, quien mejor que tú qwue lo sabes, pues nos acunas a muchos(miles)todos los días con tu inmenso amor. Besos.
BorrarUn texto precioso Sara. Un canto bello a la supervivencia, al amor y al compañerismo. Como ese girasol todos necesitamos sentirnos queridos y seguros para no desfallecer en los momentos duros y difíciles.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo, amiga
Al compañerismo, es un decir "seamos como las dunas" no importa que con una apariencia de inospitalarios, quizá hasta sea mejor, por protección, pero con un corazón enorme, dispuestos a responder de inmediato a las emergencias de los demás, sin que nos lo pidan, atentos a sus necesidades. Otro para ti, de duna.
BorrarBella reflexión Sara. Cuando las cosas van mal, siempre hay un buen amigo dispuesto a ayudar dando su apoyo… creando ondas sucesivas de amistad y amor hacia quien lo necesita…
ResponderBorrarUn fuerte y cálido abrazo
Asi es Sneyder, cuando las cosas van mal, algo muy bueno está porsuceder, gente muy linda se va a acercar. Siempre esto se da y hay que esperarlo así, paratener la paciencia requerida y estar atentos a lo que nos llegue, pues allí está la solución.
BorrarUn abrazo suave como las dunas.
Un cuento precioso que bien vale, por su bonita enseñanza, para leer a los niños.
ResponderBorrarHay muchos que intentan desanimarnos, poner piedras para hacernos tropezar y caer, y cuando uno se siente solo en la tarea de llevar color y alegría a un mundo gris y triste, los enemigos parecen multiplicarse.
El girasol estaba ahí para ello y las mismas dunas que le permitieron enraizar en sus movedizas arenas, le recordaron que JAMÁS estaría solo.
Un gran abrazo.
ibso
Qué bien lo resumes! y el amor expresado en forma de solidaridad, es como las dunas, muchas partículas muy finas de arena, capaces de todo eso y más, por el girasol, por lo demás. Hace falta que nos percatemos de nuestro gran poder y usarlo.
BorrarUn gran abrazo desértico.
Gracias por este inmerecido homenaje. Me siento muy honrado de conocer personas como tú que construyen, a pesar de todos los pesares, un rinconcito de alegría y esperanza. Sumando todos nuestros "rinconcitos" conseguiremos un planeta cada vez mejor (y muchos más).
BorrarGRACIAS.
Ningún inmerecido... Pues tu representas para tus blogueros amigos una fuente generadora de inspiración y de amor. tu eres un girasol y un sol muy abrigador.
Borrar¡gracias a ti, por existir y por permitirme estar cerca!
¡Me llegó muy hondo! Besos
ResponderBorrarLo sé! Y vale mucho que sigas siendo tan hermosa, porque para muchos, como yo, tú eres una gran alegría. Besos girasolina!
BorrarEnhorabuena Sara!! Todos somos ángeles de una sola ala, necesitamos a los demás para poder volar...
ResponderBorrarUn Abrazo desde Jaén
http://eltinterodeunaescritoraamparodonaire.blogspot.com.es/
Gracias Amparo. Linda casa que tienes, que encontré de puertas abietas y me pasee por tus versos y tus cuentos y donde dejé unos relatos apartados para regresar pronto y deleitarme.
BorrarUn abrazo desde anís.