Piensa que no fue tan buena idea morirse... así tan fácil. Sin resistirse. Si bien ya estaba cansado y tenía una serie de dolencias de la edad, una neumonía, tal vez no era para tanto. La hubiera podido resistir y sobreponerse. Se sentía cansado, le iba resultando complicado entender la dinámica de la época. Pero también hubiera podido adaptarse. Al fin que estar jubilado y con su esposa que daba demasiada lata, pero siempre lo cuidó y lo correspondió al máximo, hubiera sido placentero.
Además, aquello para nada ha sido como lo pintan, le ha resultado aburrido. Le falta mucho de lo que llegó a renegar en vida. Trajín, disgustos, retos, dificultades, obstáculos. Todo eso que lo llevan a uno a algunas noches pasarlas en vela, mirando al techo y que cuando ya está por amanecer, llega la solución.
Por eso. Es que a pesar de que en vida siempre le resultaron fatigosos los trámites y lo de cubrir requisitos y eso, se avocó disciplinadamente , hasta conseguir al fin permisos temporales para regresar a la casa de toda su vida de casado. Aunque le decepciona que ninguno de los suyos se ha alegrado de verlo. Solo los niños, sus bisnietos, con quienes pasa gran parte de las tardes. Ellos lo necesitan y a él le inyectan "vitalidad", aunque parezca ironía. Considera fascinante convivir con ellos.
Los niños que llevan a terapia, ahora durante las tardes, justo en sus horas de visita, desde que cometieron la indiscreción de comentar de su diaria convivencia, a pesar de que le habían jurado no decir nada. Ya ven como son los niños, difícilmente se guardan para sí algo importante que les suceda. Tendrá que buscar la forma de visitarlos en otra parte, pero... ¿por qué, si esa es su casa y qué mejor lugar que allí?
Le habían comentado que sería muy difícil regresar, pero él nunca imaginó que su familia pudiera cambiar a tal grado de exclamar, "no es nada", "no es nadie", "yo no escuché", "yo no vi", cada vez que él llega.
efectivamente
ResponderBorrarse puede dejar para más tarde
besos
;) lo más que se pueda estar por acá.
BorrarBesos.
Muy buen relato cargado de emoción y sentimiento. Si es que la sensibilidad y autenticidad de un niño... Una pena que lo minusvaloremos porque nosotros somos "adultos". ¡Cuánto nos perdemos!
ResponderBorrarBesos, Sara
Todo mejoraría bastante, si pusiéramos más atención a los niños y diéramos por cierto lo que nos cuentan. Los adultos enseñan a mentir a los niños.
BorrarBesos.
Muy emotivo, Sara, esas dos manos ya dan para mucho, y ese misterio de los chicos que tienen la percepción que los grandes perdieron, hermoso relato, un abrazote!
ResponderBorrarGracias. ¿Por qué será que conforme crecemos vamos perdiendo capacidad? Es una lástima.
BorrarIgual... un abrazote. Alíviate más!
Con el gripazo que tengo encima, no me ha venido mal tu entrada... :)
ResponderBorrarBesos y salud
Cuídate mucho, Genín cariño. Y ponte bien lo más pronto posible. Te mando un abrazo muy medicinal.
Borrarsiempre deberiamos tomar mas en serio a los viejos y a los niños.
ResponderBorrarno se porqué de pronto pensé no en la idea de morir... sino en cuál sería el peor de los días.
Y precisamente son los dos, los más ignorados... siendo los más valiosos y capaces. Cuál será ese peor día.
BorrarBesos.
deberíamos tomarlos en serio, lo digo siempre
ResponderBorrarme ha gustado lo que has escrito
saludos
Gracias, Kristalle! Los viejos y los niños son increíbles de valiosos, prácticos y sabios.
BorrarSaludos.
Mucho sentimiento en tu relato hoy amiga,saludos buen finde.
ResponderBorrarGracias, Fiaris. Me emociona mucho lo bien que congenian niños y ancianos.
BorrarTú también, un abrazo.
Al menos le quedan los niños. Un beso.
ResponderBorrarHasta que dejen de serlo o las terapias les "ayuden" a no verlo.
BorrarBesos.
Muy conmovedor y tierno relato.
ResponderBorrarNiñez y ancianidad...
Lo mejor y más noble.
Muy bello.
Un beso
Lo has dicho en esas dos palabras: lo mejor y lo más noble... donde cabe lo posible.
BorrarAbrazo.
No me importaría quedarme por este sitio durante mucho tiempo, siempre que me encuentre razonablemente bien y no de trabajo ni disgustos a mi familia.
ResponderBorrarUn beso.
Sería interesante. Por los entornos. Tú fantasma de los castillos y yo de los bosques, arriba de un árbol, jajaja. Cruza los dedos.
BorrarBesos.
Al final niños y viejos se juntan y para ambos es satisfactorio el tiempo compartido. Un relato triste, real por eso es triste. Abrazos
ResponderBorrarGracias, Ester. Creo que sí es triste, pretender regresar a la vida. Aprovechemos el tiempo al máximo.
BorrarBesos.
Esta imagen es una reflexión de la misma vida, me gusta mucho Saludos
ResponderBorrarGracias, José Ramón. Me alegra mucho que te haya gustado.
BorrarUn abrazo.
Hermoso relato, Sara, para pensar.
ResponderBorrarLos mayores y los niños hacen un buen equipo.
Besos, feliz domingo 🌹🍀
Bastante bueno. Mejor dicho equipo ¡Fenomenal!
BorrarDespertando, Vero. Espero que sí sea feliz. 🎵
Besos
Hay cosas que nos dan miedo.
ResponderBorrarUn abrazo.
Con los queridos, los nuestros, no debería ser. Pero da. Deberíamos dejarnos guiar por los niños que todo lo ven natural.
BorrarUn abrazo.
Sara, es un relato conmovedor y emotivo. Niños y mayores, es un coctel para tener en cuenta, pues representa la misma vida.
ResponderBorrarFeliz Domingo! Un calido abrazo.
Y la misma muerte, que podriamos ver con mayor naturalidad
BorrarMuchas gracias, Cris. Igualmente.
Grande abrazo.
Los niños son la alegría y mas cuando se van cumpliendo años , nos dan una vitalidad asombrosa , no tenían que faltar en ninguna casa
ResponderBorrarbesinos
Tan lindos! Pero tan rápido que crecen. Favorablemente en Mexico, los niños todavía abundan. No hay familia sin niños y su consiguiente barullo y alegría.
BorrarBesos y galletas de queso Philadelphia. Hoy las hago en la tarde! Sí!!!
No dejo de pensar en tus galletas, Jajaja.
Que los niños y viejos se junten me parece fenomenal. Los niños pueden aprender mucho, y los viejos, vuelven a rejuvenecer, si esos niños les prestan amor y cariño.
ResponderBorrarBesos Sara.
Algunos hasta reviven, como el del relato, jaja. Recuerdo a mis padres cuando se hicieron abuelos y toda la diversión que armábamos con ellos en casa, con mis sobrinos, era riquísimo. Yo sólo conocí a uno de mis abuelos y me duró muy pocos años. Yo era su zurda de oro, su chatita consentida y me sentía pavorreal cuando me lo decía, jajaja.
BorrarBesos, Rafa.
La inocencia de los niños ayuda a los viejos, ambos saben contar y escuchar. Los adultos le escapan a los viejos, saben que en ellos esta reflejada su última etapa, los ven y se ven y eso los hiere en su orgullo.
ResponderBorrarLos mayores a todo pretenden darle una explicación racional también.
BorrarBesos.
Un bonito relato,los niños disfrutn mucho con sus abuelos, no conocí a ninguno de mis abuelos y siempre lo he echado en falta.Besicos
ResponderBorrarYo solo a uno conocí, Charo. Me perdí de la dulzura máxima que son las abuelas.
BorrarBesos.
al ver esa dos manos estrecharte, se entiende perfectamente todo el mensaje que quieres transmitir, gracias por hacernos pensar.
ResponderBorrarUn abrazo
Muchas gracias a ti, por buscarle un sentido.
BorrarUn abrazo.
Que lindo relato Sara, tan lleno de sensibilidad. Y es que los niños si que saben!
ResponderBorrarOtro abrazo más!
Los niños saben todo, desaprendemos con los años.
BorrarGrande abrazo!
Pero los niños siempre dan grandes lecciones a los adultos que mienten, bonita historia, por cierto hay más tiempo que vida.
ResponderBorrarBesines utópicos, Irma.-
Entonces, hay que meter el acelerador, para no dejar muchos pendientes.
BorrarBesos de anís, utópica Irma.
Gostei muito deste teu excelente texto, "Mala idea morirse", que se inicia assim:
ResponderBorrar"Piensa que no fue tan buena idea morirse... así tan fácil. Sin resistirse. Si bien ya estaba cansado y tenía una serie de dolencias de la edad, una neumonía, tal vez no era para tanto. La hubiera podido resistir y sobreponerse. Se sentía cansado, le iba resultando complicado entender la dinámica de la época. Pero también hubiera podido adaptarse. Al fin que estar jubilado y con su esposa que daba demasiada lata, pero siempre lo cuidó y lo correspondió al máximo, hubiera sido placentero."
Parabéns, querida amiga Sara.
Um beijo.
Pedro
Muchas gracias, Pedro. Qué bueno que te gustó. 😄
BorrarFuerte abrazo!
Para alguien sensible, tu escrito es tan real que conmueve y emborrona la vista. Has unido dos cosas, la vida y la muerte, pero dos cosas que a su vez son hermosas y también injustas. Sara, mi profesión es conservar la salud y si embargo no puedo admitir el final de una vida, me cuesta mucho, sobre todo después de haber luchado y sufrido.
ResponderBorrarHe conocido dos abuelas y un abuelo, pero siempre han estado lejos, apenas he tenido contacto y si algo me encantaría es saber lo que es tener un nieto, pero la naturaleza a veces sorprende con una desgracia y a mi me ha tocado.
Ojalá lleguemos a la vejez con dignidad, comprensión y cariño.
Mil estrellas preciosa.
Cierto, querida Airblue! Cuesta mucho admitir lo que nos provoca sufrimiento y más cuando eso escapa de nuestras manos, de nuestro control.
BorrarSiento mucho que hayan tenido que vivir esa pérdida. Desearía tener la capacidad de aportarte algo nuevo o más útil a lo que ya has conocido, a través de los procesos que realizas por tu actividad profesional cada vez que "no se ha podido", o cuando esa vez, con tu nieto, no se pudo. Pero no lo tengo.
¿Lo justo, lo injusto? ¿Quién podría siquiera definirlo, sin ser injusto?
Quizá ni Dios que es perfecto, si fuera posible que nos expresara su sentir a partir de su propia experiencia.
Hay tantas personas sanas que se quieren morir o muy enfermas de algo incurable en quienes morir sería su alivio y no lo logran, sino a través de prolongadas agonías. Podríamos decir que es injusto para ellos vivir. Pero no, pues existe un misterio, nadie sabemos cuánto tiempo viviremos. Es lo más hermoso de nuestro tránsito por lo que conocemos como vida. El pájaro canta hoy, sin saber que mañana será devorado o accidentado. El árbol echa nuevos brotes y no sabe que todavía bajará de cero el clima. Así es... lo único que podemos hacer es reconocer y agradecer cada milagro (tú estás muy cerca de donde suceden milagros, te habrá tocado verlos, cuando con algún paciente todo esfuerzo se había agotado ante un pronóstico fatal y siguió viviendo) y sobre todo perdonar cada pérdida, cada error, cada accidente, cada sorpresa, cada infortunio. Para vivir realmente vivos, mientras que estemos aquí. Y no muertos en vida.
Un abrazo muy largo y sentido. Deseando que tengamos la fuerza para lo que nos toque experimentar en la vejez, antes de morir. Será más soportable desde la fortaleza, que desde lo justo. ¿Qué nos merecemos? Si Cristo murió como murió.
ResponderBorrarLos niños son siempre los que mejor entienden y aman incondicionalmente. Debemos aprender más de ellos...
Muy lindo tu relato Sara, y la imagen muy tierna. Muchas gracias! Un abrazo con cariño.
Nacemos con una capacidad, sabiduría y una sensibilidad, muy por encima de lo comprensible. El afán humano de pretender comprender todo lo que le sucede, hace que vayamos anulando esa capacidad paulatinamente.
BorrarGracias a ti. Un gran abrazo.
En cierto modo los niños recurren a los viejos y los viejos encuentran la alegría en ellos.
ResponderBorrarUna feliz semana.
Y con frecuencia perciben lo que nosotros no podemos o no queremos. Por miedo a lo desconocido.
BorrarFuerte abrazo!
Esa inocencia que nos hace ver más allá, lástima que los “adultos” la obviáramos hace mucho.
ResponderBorrarUn beso.
Pobres adultos, eh!
BorrarBesos.
Cuando ya no cuentan demasiado con nosotros es una alegría disfrutar del abrazo de un nieto.
ResponderBorrarMe imagino que los de los nietos han de ser de los mejores abrazos sentidos en toda la vida.
BorrarBesos.
Después de leer tu relato, que emociona, tengo que dar gracias a Dios porque me siento una privilegiada, querida y respetada por hijos y nietos, voy caminando despacio y feliz.
ResponderBorrarDe todas formas, reconozco que los nietos son una bendición del cielo.
Cariños en abrazos.
Kasioles
Me alegra mucho que seas muy privilegiada con el amor de tus hijos y nietos. No podría ser de otra forma, seguramente eres muy cariñosa y entregada. Un abrazo grande y muchas Felicidades.
BorrarOlvido e ingratitud son los peores pecados, es triste sentirse relegado.
ResponderBorrarUn abrazo.
Si ha de ser horrible. El protagonista de esta historia murió, no es que lo hayan relegado, por eso es que no lo ven. Sólo los niños.
BorrarUn abrazo.
La vida se pasa en un suspiro.
ResponderBorrarUn abrazo.
Hay que vivirlo intensamente, porque ya después no se puede.
BorrarBesos, Amapola.
Querida amiga, gracias por tu preocupación. El sismo de anoche y el de días pasados han sido en la zona sur, Arequipa, Moquegua, Tacna y felizmente sin mayores consecuencias. Yo estoy en Lima y se sintieron ligeramente como temblorcitos a los que ya estamos medio acostumbrados.
ResponderBorrarLa atención estos últimos días está centrada en la visita del Papa, hoy celebrará una misa que espera la asistencia de un millón de personas. Esperemos que todo transcurra sin novedad. Yo no asistiré, en realidad no puedo con las multitudes.
Un fuerte abrazo y lindo domingo para ti!
Qué alivio! Me alegra mucho que no haya habido consecuencias. Cuando me enteré, de inmediato pensé en ti.
BorrarVi en la tele que en Perú ha sido muy bien recibido.
Qué lástima que no hayas ido, pero si es terrible internarse enmedio de la multitud. Así que mejor por televisión.
Un abrazo.