La vida es como una trampa de la que nadie puede escapar, en la que se nace contra la propia voluntad. Unas fuerzas extrañas, nos hacen brotar de la nada y si se quiere saber el porqué de la existencia, su sentido y su finalidad, no se recibe respuesta, o nos contestan estupideces y vaguedades.
De pronto viene la muerte, también contra nuestra voluntad. Y del mismo modo que en las cárceles, se juntan los presos, sintiéndose así más protegidos, en la prisión que es la vida de los hombres, a los que aflige una misma desgracia, se sienten aliviados cuando, al reunirse intercambian ideas y opiniones. Así se comprende que el espíritu sea, en la mísera vida, lo unico que nos puede proporcionar consuelo y felicidad.
En el cuento:
"Sala número seis"
de Anton Chéjov, 1892
*sobre nuestra charla y la peli, JIDN. Un abrazo grande.
suena optimista a pesar de hablar de la muerte. Cuando uno toma conciencia de ella cambia todo...
ResponderBorrarCuando asumimos que somos mortales, empezamos a no desperdiciar ni un instante en tristezas y angustias inútiles.
BorrarUn abrazo.
Qué buena entrada está Sara, adoré ese fragmento del cuento.
ResponderBorrarTe dejo un beso grande al alma y que tengas un maravilloso día.
Gracias, Paula.
BorrarUn abrazo.
En el aborregamiento encontramos consuelo.
ResponderBorrarAbrazos.
Por eso la gran angustia de estar un tiempo en soledad.
BorrarUn abrazo.
De hecho, hablando de los tiempos cibernéticos, la blogosfera y demás redes son un ejemplo magnífico de escapismo y culto al ego y sus necesarios intercambios de golpecitos en la espalda entre unos y otros. Para aprender el bien morir hay que aprender el bien vivir, y eso es todo lo contrario del autobombo y afán de reconocimiento. Feria de vanidades.
ResponderBorrarSin duda. La vida perfecta que cada uno se inventa. Quienes manipulan saben perfectamente de
Borrarnuestra naturaleza.
Saludos desde la cárcel. Un beso
ResponderBorrarSaludos hasta la cárcel :)
BorrarUn abrazo.
Si no fuera por la muerte no sabríamos apreciar la vida.
ResponderBorrarBesitos
Sin duda, Rita.
BorrarUn abrazo.
Una visión realista
ResponderBorrarBesos
Así es, Óscar. Realista.
BorrarUn abrazo.
Muy bueno!!!
ResponderBorrarLa vida tiene esa sensación de insertidumbre. Y con lo que estamos viviendo hoy nos dimos cuenta que somos los dueños del destino.
Un besito
Gracias, Pat, por tu interesante comentario.
BorrarUn abrazo.
Aunque nacemos sin que nos pidan permiso le llegamos a coger cariño a la vida y quizá por ello no nos guste dejarla aunque sabemos que es nuestro destino y que para ello nacimos ¿ O será que tenemos miedo a lo desconocido del más allá? Besicos
ResponderBorrarEs un gran misterio, Charo.
BorrarUn abrazo.
La verdad... Cuesta ésto de asumirse mortales, pero el día que al fin lo logras es tan liberador, Vecina del alma.
ResponderBorrarMuchas gracias.
Se vive con más intensidad. Las gracias a ti. Mi vecina del alma. Un gran abrazo.
BorrarNacemos sin permiso y solo ante cualquier desgracia o la en la muerte, nos unimos y valoramos la vida por encima de todo.
ResponderBorrarEsa es la realidad.
Hoy claveles rojos que es la fiesta de Madrid sin celebración y sin nada.
Un abrazo.🌹🌹🌹🌹🌹
Pues, felicitación a todos los españoles por tan lindo día.
BorrarUn gran abrazo.
Me gusta pensar en la vida. La idea de la muerte me produce pena.
ResponderBorrarTendré que ir aprendiendo a asumir que el final llegará.
Un abrazo.
Quisiéramos no morir...
BorrarUn abrazo.
La de la guadaña tarde o temprano vendrá a buscarme. De momento pienso en la vida e intento esquivar el beso eterno de la dama calavera.
ResponderBorrarBesos vitales
Esquívalos todo el tiempo posible.
BorrarUn abrazo.
Aún así la vida es bella y merece la pena ser vivida. Me encanta Chéjov.
ResponderBorrarBesos.
Sí, Maripaz... Su obra nos motiva a reflexionar.
BorrarUn abrazo.
Este CHEJOV! Y la contemplación de la naturaleza dónde queda? Claro que a veces se enoja y nos manda huracanes y terremotos, quizás para recordarnos que no la tratamos bien, en fin, no siento la cárcel, a veces es mejor ser algo estúpida a muy inteligente, parece no? Un abrazote Sara!
ResponderBorrarJajaja... Sentirte libre, no creo que sea estupidez, sino li contrario.
BorrarUn abrazo muy grande.
La muerte es seguro que viene en contra de nuestra voluntad Sara.
ResponderBorrarAbrazos.
Siempre vamos a querer estar más aquí.
BorrarUn abrazo fuerte.
Chejov y sus cosas... muy interesante.
ResponderBorrarsaludos
Jajaja... Gracias, Maríarosa.
BorrarUn abrazo.
Amiga quede con la primer estrofa,reflexionando,abrazo.
ResponderBorrarTe creo que sí, Fiaris.
BorrarUn abrazo.
Es la ley de la vida mi amiga, nacer y morir
ResponderBorrarmientras nos llegue a vivirla de la mejor manera,
muy bello lo que escribiste.
Besitos dulces
Siby
Gracias, Siby. Yo no. Chéjov.
BorrarUn abrazo.
La muerte es el aprecio a la vida.
ResponderBorrarBuen fin de semana Sara.
Un abrazo.
Interesante comentario. Gracias.
BorrarAbrazo.
Todos tenemos una cárcel (sin barrotes) donde vivimos.
ResponderBorrarLo que hay que acondicionarla lo máximo posible para no sentirnos presos de la vida.
Besos.
O la cárcel psicológica.... De qué otra forma se entiende que gente con preciosa casa y todos los recursos, en la pandemia, no disfruten al máximo estar en su casa?
BorrarUn abrazo.
Ese Chejov ¿no tenía nada que hacer? Nada, que me ha dejado pensando, pero es totalmente cierto: Venimos sin querer y nos vamos con menos ganas.
ResponderBorrarSaludos.
Gracias, Naranjito.
BorrarUn saludo afectuoso.
"Así se comprende que el espíritu sea, en la mísera vida, lo único que nos puede proporcionar consuelo y felicidad".
ResponderBorrarBonito final y gran reflexión.
Un abrazo,
Gracias, Meli.
BorrarUn abrazo.
Se nos deja en el papel de polvo, o de producto de él. Pero se nos permite cobrar conciencia propia y del entorno, imaginar y crear, tener incluso atisbos de cosas fantástocas como la dicha infinita, la inmortalidad, el placer sin fin, y otras cosas que sería lo máximo obtener. Todo eso para al final, nunca permitirnos ni acercarnos a tener dichas cosas, y acabar regresando al polvo luego de eso. Y yo solo quisiera saber, y si pudiera preguntársele al autor de Todo: "¿Por qué, eh?"
ResponderBorrar¿Por su amor? ¿Por su respeto a nuestro libre albedrío?
ResponderBorrarUn abrazo.