porque ha sido
mi único sostén
en múltiples situaciones.
No entiendo para qué
puede servirme
la realidad
con toda su crudeza,
sin el paliativo
de que vendrá
la mejoría.
El realismo
no va conmigo
en tiempos de crisis.
O más bien,
yo no voy con él
ni a la vuelta
de la esquina.
Cuando los días
se me tornan grises
los coloreo a mi gusto.
Amo la utopía
porque me da aliento
de vida y me ayuda
a seguir confiando,
en que la muerte
no me desea.
Muchas veces debemos dar color a nuestras vidas y pensar que un mal sueño nos acompaña, pero más bien, pronto que tarde con optimismo y alegría todo puede cambiar, para ello debemos de estar predispuestos a querer y anhelar ese cambio.
ResponderBorrarTu utopía la describes con bellas palabras.
Un abrazo Sara y buen fin de semana.
Gracias, Juan. El optimismo se alimenta de utopía. Una ilusión por la cual ir, nos permite soportar las malas circunstancias o volar sobre ellas.
BorrarUn abrazo, igualmente.
El mundo depende de los ojos con que se mira, si son utópicos como los tuyos mucho mejor. Un abrazo
ResponderBorrarPensar en que sí se puede, es un alto porcentaje de posibilidades de que sí se podrá.
BorrarUn abrazo.
Es necesaria como las ilusiones, como los sueños, como los lapices de colores. Abrazos
ResponderBorrarTodos pertenecen a una misma familia.
BorrarAbrazos, Ester.
Varios autores han dicho que el optimismo es un deber moral en tiempos de crisis. Concuerdo. Sólo desde la confianza en que las cosas pueden mejorar nos animaremos a hacer lo necesario para conseguirlo.
ResponderBorrarBesos
Siempre hay que dar la batalla. Si nos dejamos invadir por el pesimismo, a ninguna parte llegamos. Si lo imaginamos es que puede ser posible.
BorrarUn abrazo.
Cuando la cosa se pone espesa, hay que darle lugar a la imaginación, alejarnos hacia el lugar donde nos sentimos bien y seguros, un abrazote Sara!
ResponderBorrarY si las condiciones no nos permiten alejarnos a ese lugar seguro literalmente, hacerlo imaginariamente. En perspectiva vemos con toda la amplitud posible. Y ya desde allí vemos de qué forma debemos actuar.
BorrarUn abrazo.
Desde la postura estoica y desesperanzada que acepta la realidad como inevitable también se puede destilar la felicidad de los pequeños instantes, placeres, como respirar, contemplar la belleza de la naturaleza, la lectura de un poema o degustar una copa de buen vino.
ResponderBorrarBss
Se puede, claro que sí. Porque cada persona escoge su particular manera de vivir.
BorrarBesos.
Con ella serás capaz de cambiar el color de la vida y hasta los sentimientos.
ResponderBorrarTambién te lo juro.
😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘
Es una especie de inconformismo amoroso. "Esto puede ser mejor, si hacemos tal o cual cosa" y aferrándonos a la utopía, sobreponernos al sufrimiento.
BorrarUn abrazo.
Sin la utopía no tendríamos hacia donde ir.
ResponderBorrarAbrazos.
También así lo pienso, Alfred. Siempre hay situaciones en que se requiere la fuerza que da imaginar que terminará tanto sufrimiento.
BorrarUn abrazo.
La utopía es el camino... Besos
ResponderBorrarSí, Hanna. Aún en medio de lo más insostenible y escabroso.
BorrarUn abrazo.
A veces la realidad resulta hasta grosera. Creo que hay que mantener un sabio equilibrio. Me gustó tu trabajo como siempre.
ResponderBorrarCuídate.
De más de grosera, Vicente.
BorrarMe alegra que te guste mi publicación. Muchas gracias.
Tú también cuídate mucho.
Un abrazo.
No hay que perder la esperanza y vivir la realidad este instante lo mejor que podamos. Saludos Sara.
ResponderBorrarAsimismo, Sandra. Soportar y salir con la fuerza de la ilusión de que podremos lograrlo.
BorrarUn abrazo.
Haces muy bien, Sandra, y te asiste toda la razón. Cuando cerramos las puertas a la esperanza, ya estamos derrotados. Solo cuando nos ilusionamos somo capaces de esperar una realidad que supere a ese presente que no nos gusta.
ResponderBorrarUn abrazo.
Da la fuerza que se necesita para superar todo sufrimiento.
BorrarUn abrazo.
La utopía,
ResponderBorrar¿es algo así como ponerse alas
y volar, lejos del suelo?
¿es un sueño, una ilusión
en la que refugiarnos
cuando todo se vuelve
amargo y oscuro?
Si es así, no estás sola
porque todos tenemos
nuestras propias y queridas utopías...
Utopías a las cuales abrazarnos en los momentos más inciertos y con el aliciente de que no eatamos solos. Así, de la ilusión, sigue la certeza de que podremos estar para cuando la noche tan prolongada desaparezca o la hagamos desaparecer, con mayor humanidad.
BorrarUn abrazo.
Que este presente que no nos gusta tenemos que cambiarlo para poner esa chispa de vida y colorearla en cada momento con ilusión, optimismo para que los sueños invadan nuestros momentos.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo Sara
Y que esos sueños podamos hacerlos realidad.
BorrarUn fuerte abrazo.
La utopía a veces es necesaria en determinados momentos de la vida. Para quienes están viviendo algún conflicto o guerra, la paz puede convertirse en una utopía y también puede ser un estímulo para protegernos del frío en las noches de invierno. Me gustó mucho tu poema, la sensibilidad. Les deseo una gran semana, a pesar de todo lo que estamos viviendo actualmente con la pandemia, en todo el mundo. Abrazos.
ResponderBorrarGracias, Elías. Bienvenido. Siéntete aquí como en tu casa.
BorrarRecibe un abrazo.
Me gusta lo que compartes Sara. Gracias a la utopía la humanidad ha llegado tan lejos. En tiempos difíciles soñar con un mundo mejor es como el motor que nos impulsa a seguir adelante a pesar de todo. Te deseo una linda semana, un abrazo y mis buenas energías para ti.
ResponderBorrarMuchas gracias, Lady... Eres un sol y me alegras.
BorrarUn fuerte abrazo.
Precioso poema Sara!
ResponderBorrarA Utopia nos leva a grandes conquistas. O sonho alimenta todos os impossíveis!
Quem não sonha não vive...apenas existe!
Beijo,
A.S.
A.S. Muchas gracias. Nunca pierdas tus sueños.
BorrarUn abrazo.
Muy real esta reflexión Saludos
ResponderBorrarMuchas gracias, José Ramón.
BorrarUn abrazo.
De eso se trata amiga,abrazo utópico.
ResponderBorrarMe alegra que así lo pienses.
BorrarUn abrazo.
Nada se hace sin una quimera.
ResponderBorrarMi saludo te dejo impreso.
Estoy de acuerdo. Nada.
BorrarUn abrazo.
Asocio la utopía con la esperanza...y la esperanza con la posibilidad de que la utopia deje de serlo... Muy bueno...Un abrazo!!!
ResponderBorrarAsí es como lo asocio yo también.
BorrarGracias, Eli.
Un abrazo.
Recordando lo que contaba Galeano sobre una anécdota que le sucedió a su amigo Fernando Birri... la utopía nos sirve para caminar... no es un lugar preciso, pero si un "lugar" (sistema) necesario... esta distopía que atravesamos es una mala realidad que debemos transformar en utopía...
ResponderBorrarAbrazo
El buen Galeano... Cierto, debemos aferrarnos a lo que nos motive a seguir.
BorrarUn abrazo.