Un monito de nieve se creía diferente y se apartó de los demás. Pero luego llegó otro junto a él, que también se creía diferente. Después otro y otro y muchos. Hasta que fueron una multitud de monitos de nieve diferentes. Como si solo estuvieran esperando a que alguno se expresara, para todos, seguirlo.
Igual como pasa en cada nueva generación, con las corrientes y las tendencias, al final fueron más los supuestamente diferentes, los que no querían ser del montón, que los iguales a los que no querían pertenecer. Entonces, nada tenían que los hiciera diferentes.
Solo quedó un monito común y corriente. Por ello, relucía y sobresalía entre todos, resultando ser en realidad el único diferente y sin tener que hacer tanto argüende de distinción. Incluso les dijo:
- Ey, diferentes, no se queden allá tan solos y apartados, los invito a una gran fiesta que organicé, para celebrar la tradición.
Ni tardos, ni perezosos, los diferentes aceptaron y disfrutaron igual que si fueran de los que ellos se excluían.
Pero cuando el sol salió, no hubo pose de exclusividad que sirviera a ninguno y todos corrieron con la misma mala suerte.
Ser diferente implica un plus de originalidad que has de crear a cada momento, lo cual no es fácil y llega a cansar si no estás muy convencido de querer ser original.
ResponderBorrarUn abrazo.
Aunque esté muy convencido de su originalidad, estará siendo como otros.
BorrarUn abrazo.
Também na vida do ser humano tudo é efémero e com prazo de validade.
ResponderBorrarAbraço amigo.
Juvenal Nunes
Seguramente, Juvenal. Muchas gracias.
BorrarUn abrazo amistoso.
Un relato muy bello y muy cierto: somos más iguales de lo que imaginamos y cuando viene la adversidad lo hace para todos. Miremos el ejemplo del Covid cómo no hace distinciones entre unos y otros.
ResponderBorrarUn abrazo.
El destino no discrimina a nadie.
BorrarUn abrazo.
El sol derrite todos los hielos y la nieve.
ResponderBorrarUn abrazo.
Por más que tratemos de que no sea así. Hay situaciones, de las qie nadie queda exento.
BorrarUn abrazo.
Somos mas iguales de lo que creemos ¡afortunadamente!. Lo has contado muy bien no hay nada mas que decirte que genial. Abrazos
ResponderBorrarYo también considero que afortunadamente somos más iguales de lo que pretendemos.
BorrarAbrazos.
Buenísimo!!
ResponderBorrarFeliz semana, Sara, un abrazo
Me gusta que te guste como ha quedado :)
BorrarUn abrazo. Feliz semana!
Un bello relato muy bien narrado amiga. ¡Felicidades!
ResponderBorrarUn gran abrazo y buena semana.
Muchas gracias, Juan.
BorrarIgualmente, feliz semana.
Un abrazo.
Ese es también el final de todos nosotros.
ResponderBorrarTodos terminaremos igual aunque algunos se crean diferente.
Besos ♥
Hay situaciones en las que de nada nos sirve ser diferentes.
BorrarAbrazo.
Los que tienen mucho, los que tienen poco, todos quieren tener la sombra de un árbol que los cobije en verano, hermoso Sara! Un abrazote!
ResponderBorrarAsí es, Cristina. Finalmente las necesidades son las mismas parejo.
BorrarUn gran abrazo.
Me ha gustado tu relato, y cuanta semejanza hay entre los humanos.Considero que todas las personas somos diferentes pero pertenecientes al mismo montón y todas acabaremos en el mismo lugar. Besicos
ResponderBorrarDiferentes en detalles, pero finalmente muy parecidos en lo esencial.
BorrarUn abrazo.
El orgullo y el creerse superior suelen conducir al fracaso, al final todos los "monitos" acaban igual, derretidos y absorbidos por la tierra.
ResponderBorrarBuena reflexión, preciosa.
Besos azules.
Hay situaciones de las que no quedamos fuera por más superiores que nos queramos sentir. ;(
BorrarUn gran abrazo.
Y es que en el fondo no somos tan diferentes y al final todos "correremos la misma suerte" nos creamos o no más que el de al lado.
ResponderBorrarMe ha gustado mucho la historia y la forma de contarlo :)
Un abrazo!
Terminamos siendo uno más, y vemos que de nada nos sirve andar haciendo diferenciaciones.
BorrarLa vida nos toma cob el mismo rasero a todos.
Un abrazo, Meli.
Excelente relato que encierra una gran verdad. Ir de "diferente" se ha convertido en moda. El final, chapó.
ResponderBorrarSiempre hay grupos de diferentes y nada que lo son. Gracias.
BorrarSaludos.
Hola Sara , pues que sepas que todos tenemos que pasar por el mismo
ResponderBorrararó tarde o temprano , muy buen relato , con una buena reflexión.
Te deseo una feliz tarde , besos de flor.
Gracias mi Flor consentida. Nadie salva al final de cuentas.
BorrarUn abrazo!.
Todos somos hermanos, por lo tanto en algo nos parecemos.
ResponderBorrarExcelente relato Sara.
Un abrazo amiga
Gracias, mi niña. Somos iguales, aunque queramos ser diferentes
BorrarUn abrazo.
Ya lo dijo Jorge Manrique en sus Coplas, al final todas las diferencias entre los seres humanos desaparecen ya sean reyes poderosos, papas, emperadores y prelados o pobres pastores de ganados.
ResponderBorrarBss
Así como lo dijo él. Al final nadie es diferente.
BorrarMe quedó el arroz espectacular!!! Gracias.
Besos.
Me alegro mucho que te sirviese la receta. Genial si te gustó. Me siento halagado. Gracias a tí.
BorrarUn abrazo
Tienes recetas muy buenas. A mí me encanta la cocina.
BorrarMe alegra mucho que te hayas sentido halagado, porque en la cocina casi que el único halago es ver los platos vacíos.
Un abrazo.
Cuando joven siempre quería ser diferente, ahora algo más mayor ya no me importa ser diferente, creo que he conseguido lo que quería...
ResponderBorrarQuerías ser diferente, al igual que todos los jóvenes lo querían ser. Entonces... ¿diferente a quién?
BorrarUn abrazo.
No ew malo sentirse diferente ;) lo malo es sentirse inmortal :p
ResponderBorrarJeje
Eso está un tantito peor, jajaja.
BorrarBesos.
Si es que el sol no tiene piedad de nada...
ResponderBorrarBesos.
No hay privilegios para nadie en ciertas circunstancias.
BorrarBesos.
Hola Sara. Veo que los muñecos son "tus musas" en estos días. ¡Muy bien por ellos!
ResponderBorrarLástima que duran un suspiro, pero durante ese suspiro son bellos y si son diferentes porque cada niño, niña o familia los hace a su manera.
Pero....
¡El final de todos sí que es el mismo!
Otra historia plena de ternura Sara querida.
Besos
Me alegra que lo hayas encontrado tierno. :)
BorrarUn abrazo.
que bella entrada
ResponderBorrarGracias, Mucha!
BorrarRecibe un abrazo.
Una hermosa entrada amiga,abrazos fuertes.
ResponderBorrarGracias, amiga.
BorrarAbrazos fuertes, claro que sí!!!
Muy linda entrada, el cual nos hace reflexionar sobre la individualidad del ser, de su permanencia y existencia en este plano. Que los que nos hace diferente, nos une al prójimo, y al final lo normal y mundano prevalece e importa ante el resto.
ResponderBorrarAbrazos
Bella interpretación que le has dado. Gracias.
BorrarUn fuerte abrazo!!!
A veces las fiestas terminan mal je... besos para vos Sara!
ResponderBorrarJajaja. Cierto. No tuvieron el cuidado de retirarse a tiempo y resguardarse.
BorrarAbrazos.
Una hermosa reflexión, espero que todos podamos ser mejores.
ResponderBorrarAbrazo
Tanto que debemos mejorar. Tan vulnerables que estamos y todavía no aprendemos.
BorrarUn abrazo!
Para unos y otros el final será siempre el mismo, todos estamos en el mismo costal.
ResponderBorrarUn abrazo.
Todavía no aprendemos a ser incluyentes. La discriminación y el clasismo siguen siendo prácticas habituales.
BorrarUn abrazo.
Que linda histori!!! todos fuimos hechos iguales en esencia, pero somos diferentes en nuestro sentir y actuar, somos únicos. Un abrazo.
ResponderBorrarÚnicos e irrepetibles. Pero a veces bastante imprudentes e inconscientes.
BorrarUn abrazo.
Muy bueno y tan real como la vida misma, tantos se crren diferentes y somos todos iguales y el final es el.mismo ... besos.
ResponderBorrarDe nada sirve creerse diferentes, pues al final todos podemos correr la misma suerte.
BorrarUn abrazo.