Contra esquina, un niño de unos 3 años con una mujer de unos 65 años. En la mañana, jugando con unas figuras de armar, en el frente de la casa.
A eso de las 11:00 salen calle abajo tomados de la mano. Cerca de las 12:00 regresan con la compra del mercado.
A las 14:00 sentados en un escalón de la entrada, saborean helados de postres. Hablan y mantienen todo el tiempo un contacto estrecho y muestras de amor muy cómplice.
15:00 entran a la casa.
16:00 de nuevo en la escalera, la mujer le lee un cuento, el niño imita la gesticulación de ella. Ríen mucho.
17:00 entran a la casa.
18:00 llega un coche blanco. La mujer entrega al niño a su padre. El niño rompe a llorar como condenado, patalea y grita. Sin remedio la mujer lo entrega. Se van. El niño ya no llora... Berrea.
La mujer se queda con mirada de desahuciada, tristeza que se detecta a metros. Se cruza de brazos, se acomoda el cabello y entra a la casa.
18:40 regresa el padre con el hijo. La mujer sale presurosa. El niño se impulsa a sus brazos que casi parece volar. Ella lo toma con fuerza y lo besa, el niño la besa y le toca la cara con sus dos manos, en una caricia "devuelve vidas".
El papá se va un poco contrariado. Mujer y niño agitan sus adioses triunfantes de las manos hacia el hombre.
Amor de abuela-nieto indestructible, contra esquina de mi casa.
Todo el mundo cumple con su misión con sumisión. Todos contentos.¿Quien puede quejarse?
ResponderBorrarAbrazooo