Nació un árbol quimérico. Con ramas muy fuertes y robustas,
pero con flores de muchas especies, que se transformaban en una miscelánea de jugosos, nutritivos y aromáticos
frutos.
Acudieron a él centenas de aves, mariposas, abejas,
avispas, mariquitas, pulgones, moscas, gusanos… Completándose la cadena alimenticia.
Sin embargo, a los animalitos poco les importó comerse entre sí. Era mayor el
placer de las degustaciones de los frutos del árbol, y mientras más le comían,
más producía.
Llegaban jirafas, monos, osos, ardillas,
inclusive animales carnívoros, que aprendieron a disfrutar de su vastedad de manjares,
olvidándose de sus encarnizadas costumbres. Fue normal por ejemplo, que un chango
compartiera sus recolectas con un león, o elefantes sirviendo de escalera para
las liebres… En fin.
Llegó un tucán hambriento y cansado, al que aceptaron igual.
Se posó en una rama supuestamente de la izquierda y
en cuanto se repuso empezó a socializar para sobresalir, mediante largas argumentaciones
sobre la repartición equitativa, los
trabajos compartidos, el bienestar común…. Poca atención conseguía de los moradores de esa comunidad, atenidos a
las bondades del árbol y ajenos a esos preceptos, por no serles necesarios, en
su hermandad lograda.
Pero, las aves sí se encandilaron con el dichoso tucán y, promocionaron intensamente sus mensajes en
el exterior. No se hicieron esperar todos
los integrantes de la real rapiña, que a base de labia se granjearon al tucán, repartiéndose
los sitios de sus ramas más cercanas, para mantenerlo –por si acaso- fuera del
alcance de los demás animales y ayudar a administrar los frutos. El árbol se
enjutó y murió.
Apoyada en la naturaleza nos muestras una moraleja. Un abrazo
ResponderBorrar¡Gracias Ester, por ver algo adicional! Un fuerte abrazo.
Borrar¿Ese Arbol no se llamaba Mexico? (perdona mis sin acentos,)
ResponderBorrarPodría ser, jajaja! No te preocupes por los acentos.
BorrarFuerte abrazo.
Igualito que está pasando con el planeta Tierra...
ResponderBorrarBesos y salud
Nos lo estamos acabando : (
BorrarFuerte abrazo.
Una moraleja escondida entre naturaleza herida.
ResponderBorrarBesos de gofio.
La hemos herido mucho, Gloria, es verdad.
BorrarFuerte abrazo.
Muy buena moraleja... esa destrucción a cuenta gotas genera el desastre a largo plazo.
ResponderBorrarMuchos abrazos
carlos
Cierto Carlos... tendríamos que revisar todo lo histórico, para tratar de salvar lo salvable del mundo.
BorrarFuerte abrazo.
Un escrito cuyo fondo desvela la cruda realidad de nuestros actos para con el planeta.
ResponderBorrarMe ha encantado leerte amiga, un abrazo.
Ah! muchas gracias Jorge, eres mucho muy amable.
BorrarFuerte abrazo.
Una moraleja con mucho sentido común, lo que les falta, a quien no quiere ver lo que se avecina. Es mejor mirar para otro lado.
ResponderBorrarSara un cariñoso abrazo.
Nos evadimos de muchas formas para no ver, es cierto.
BorrarUn fuerte abrazo.
Una moraleja para pensar,cariños
ResponderBorrarSí amiga, puede que no sea el mejor camino.
BorrarFuerte abrazo.
Asimismo es nuestra historia pero contada con gran encanto, algo que no es tan sencillo aunque lo pudiera parecer.
ResponderBorrarBesos fuertes ♥
tRamos
Ay TRamos... las historias están todas entretejidas, nada es ajeno finalmente.
BorrarFuerte abrazo.
Un lindo cuento con una gran enseñanza bien expresada Sara!!!! ¡grandes saludos!
ResponderBorrarEl cuento triste de la incongruencia.
BorrarFuerte abrazo.
Precioso cuento, más bien fábula con su moraleja final.
ResponderBorrarBesos
Muchas gracias María Pilar.
BorrarFuerte abrazo.
Como yo veo la parábola: Si existiera el país de Jauja, tendría amos (multinacionales, bancos, cárteles, políticos, etc.) que marcarían el compás para que bailaran sus habitantes. Sería una rareza que mataran la gallina de los huevos de oro.
ResponderBorrarNo la matan pero terminan agotándola de tanto explotarla.
BorrarFuerte abrazo.
“los integrantes de la real rapiña” acabaron con ese árbol y acabaran con todo lo que se les ponga por delante, la avaricia no tiene fin.
ResponderBorrarUn abrazo.
Tienes razón... nada la sacia. Es muy triste.
BorrarUn fuerte abrazo.
No sé qué tiene esta palabra -tucán-, que me encanta. Es sólida. Es exótica también. Una buena combinación de vida. Besos
ResponderBorrarEs una palabra muy hermosa. Y el tucán también lo es.
BorrarUn fuerte abrazo.
Al final se nos comen a todos Sara, pero vamos a tener esperanza y a no dejarnos comer. Me gusta mucho tu escrito en el que se expresa la realidad. Un fuerte abrazo y buen fin de semana amiga.
ResponderBorrarHay que conservar la esperanza, a pesar de todo. ¡Gracias, igual para tu fin de semana!
BorrarFuerte abrazo.
Las leyendas están llenas de sabiduría popular y esta historia no podía ser diferente.
ResponderBorrarBesos.
Gracias Paco, te pasaste de generoso!
BorrarUn fuerte abrazo.
¡Hola, Sara!
ResponderBorrar¡Qué hermoso escrito, qué armonía! Pero finalmente siento una fragancia de sentimientos políticos, de aquellos que sobrevuelan y se valen de la mitomanía para salirse con al suya :)
Deseo que pases un maravilloso fin de semana
Gracias Rud, es un comentario muy hermoso! Mismos deseos para ti.
BorrarUn fuerte abrazo.
Según el relato, del paraíso pasamos a la cruda realidad, y es que nada es estático, todo se mueve y balancea y por desgracia los favorecidos son siempre los mismos.
ResponderBorrarHay un fondo político claramente en la fábula seguramente referido a tu país, :)
No puedo opinar de lo que no conozco.
Bien construída la fábula.
Besos.
Así es Ohma, a veces se pasadel paraíso a la cruda realidad. Tiene dedicatoria a "la izquierda" de cualquier país, en que no haya servido para el colectivo, sino para unos cuantos. A cualquiera que esté así. Gracias por tu interpretación.Mi país no ha tenido izquierdas en el gobierno, sin embargo ya agotaron su riqueza que parecía infinita.
BorrarMuchos besos.
Cuantas enseñanzas que tiene esta historia. Me gusta porque me dejas pensando en ellas.
ResponderBorrarMuy interesante.
un beso
Muchas gracias Karin, me agrada que me lo digas.
BorrarUn gran abrazo.
Sabia metáfora de la arena política que triunfa en las altas dunas del poder. Digo arena porque prometiendo agua fresca desiertos traen esos bichos.
ResponderBorrarMenos mal que el árbol de la sabiduría sigue fructificando, a pesar de los exilios, a pesar de la voracidad de la ignorancia.
Un abrazo Sara :)
Gracias Ximo por tu comentario valiente. Eso es lo que traen esos bichos de real rapiña, creo que es menos ofensivo que decirles pájaros.
BorrarMuchos besitos de anís.
¡Hola Sara!
ResponderBorrarMe ha encantado,y como has utilizado a la madre naturaleza,me he quedado si palabras.
Bello,y real.
Cuando he empezado a leer la comunidad,la cadena alimenticia,sin palabras.
Muy bueno. Siento no pasar a menudo,tengo unos días muy intensos!
En fin,siempre es un gran placer leerte,y esa imaginación de como utilizar a la naturaleza,la palabra a el vocablo, bla,bla...
GRANDE!!
Cuídate mucho.
¡Saludos cálidos desde Tarragona!
Mi querida Elisa, la fábula, la parábola, la metáfora... serán los recursos que nos dejen para expresarnos ante las mordazas. Peor no hay que callar.
BorrarUn abrazo grande, lleno de anís!
Ciertamente, tu relato es muy bueno y encierra una gran lección.
ResponderBorrarLindo leerte, como siempre.
Un beso y muy feliz fin de semana.
Ciertamente lo que pasa, es que tu siempre eres muy generosa conmigo, eres un amor!! y muchas gracias, siempre.
BorrarMuchos besitos de anis, feliz finde!!
Ahora esas plumas vistosas están sucias, rotas, podridas. La corrupción y los falsos tucanes que la trajeron pudieron más.
ResponderBorrarHay un extraño hedor en Latinoamérica, un hedor a Patria muerta.
Abrazos, Veci del alma
Puro carroñero mi veci tan querida, tucanes por fuera y zopilotes por dentro. Pero llegará el día en que el jardín mismo los expulse y todo vuelva a florecer.
BorrarEl abrazo de sábado.
HAZ CREADO UNA ODA A LA CORRUPCIÓN. JEJEJE.
ResponderBorrarBESOS
Algo así, me salió del alma, con tanta cosa, jajajaja!
BorrarBesos Reltih!
Gran metáfora, felicitaciones y saludos.
ResponderBorrarHola Boris, muchas gracias!
BorrarUn abrazo.
Una buena fábula con explicita moraleja. Así son los gobernantes, los poderosos que con su labia lo matan todo.
ResponderBorrarUn abrazo
Sor.Cecilia
Asi es Sor Cecilia, una lástima que acaban con todo.
BorrarFuerte abrazo.
Una encantadora parábola sobre la amistad, la compartición de bienes materiales, y el egoísmo que es capaz de crear unión para que desaparezca de la casa común todo atisbo de parcialidad. Si sucediese así en nuestra vida cotidiana más de la mitad de los problemas del ser humano estaban solucionados. Esta imaginación para fabular y enlazar hechos aparentemente de poca importancia es muy beneficiosa para quienes leemos con lentitud este excelente relato.
ResponderBorrarUn cariñoso abrazo, querida Sara.
Hola Antonio, muchas gracias por tu visita y por tu comentario desde tu criterio siempre tan acertado. Lástima que al final, toda esa lindura, se echó a perder por la codicia, como en todas partes ¿verdad?
BorrarUn abrazo enorme para ti y tu querida compañera a la que admiro tanto!!!
Muy buena Sara, qué decir que no se haya dicho ya... aparte de tu hermoso talento para concebir de una forma tan natural la estropeada esencia del ser humano. A pesar del final, no todo está perdido, pues por triste que parezca, hay lecciones que se aprenden así, y bendita sea mientras se pueda volver a comenzar, pero de "cero".
ResponderBorrar¡¡¡Un abrazo inmenso envuelto de tus anises y estrellas!!!
Ay mi Raquel, es que no me canso de admirar la naturaleza y no puedo dejar de tenerlo siempre presente en mi vida. Aunque en este caso, pobre tucán, tan lindos que son!! no creo que le guste nada que lo utilizara de personaje.
BorrarMuchísimos besos, estrellas y anises, mi querida amiga.