Creo que las estrellas no me ven
que los árboles no me conocen
y que la tierra no sabe
más que yo.
Creo que soy más que los pájaros
y ni volar puedo.
Hasta creo que mis sueños son míos
siendo el viento quien me los deja
en la almohada, cada noche.
Todos ellos me toleran
con compasiva ternura
mis complejos e ignorancia.
Y solo al fastidiarlos en extremo
convienen con algún sicomoro
que me lance unas hojas.
Pero tampoco así entiendo
que ellos me superan en todo
y son los verdaderamente grandes.
Pues evito mirar esas hojas
cuando van descendiendo
y espero a que estén ya caídas
para pisarlas con salvajismo.
Si al abrir la ventana
abriera también los ojos
y cerrara mi vanidad,
mi maldad y mi soberbia...
Muy buena reflexión Sara.
ResponderBorrar«Si al abrir la ventana
abriera también los ojos
y cerrara mi vanidad,
Un abrazo
mi maldad y mi soberbia.» Otros también nos pisarían
Gracias, Cecy. Un honor. Me emocionas.
BorrarFuerte abrazo.
Fabuloso Sara, los sueños que nos toleran todos los complejos y la ignorancia... Ojalá todo el mundo hiciera lo mismo.
ResponderBorrarBesos
Y el viento, las estrellas, los árboles, las aves, la tierra. Todo lo demás que existe.
BorrarGracias, Chelo, un abrazo.
Tus reflexiones son casi como mi guía, con ellas pasaré la mañana, y alguna frase se me queda pendida por mucho tiempo. Gracias preciosa!
ResponderBorrar¡Gracias, Ester! Me haces sentir muy bien con tu amorosa esencia. La siguiente entrada, tú me la inspiraste el otro día, la publicaré el próximo sábado.
BorrarGran abrazo.
Sara, estos árboles imponen respeto, si queremos sentirnos más es solo un poco de sana envidia, (o no es sana?) No sentirnos más pero tampoco menos, un abrazo!
ResponderBorrarLa envidia nunca es sana, sana sería la admiración. Estos árboles nos imponen respeto solo un momento... Luego por envidia, los talamos, destruidos todo lo que nos supera.
BorrarUn abrazo muy grande.
Destruidos no, quise decir: destruimos.
BorrarDespués de leer con atención tu reflexiva publicación, me quedo co la última estrofa...que ciegos somos!!
ResponderBorrarUn abrazo, Sara
Ven más las moscas que nosotros, y eso que nos tocaron dos ojos a nosotros y supuestamente un raciocinio.
BorrarAbrazo muy fuerte.
No te veo mala, vanidosa y soberbia, no.
ResponderBorrarUn beso.
Abre bien tu ventana y tus ojos, para que veas. Soy aún y aun peor de lo dicho.
BorrarUn beso, Pitt.
Serás sol
ResponderBorrarY tú cielo.
BorrarSi al abrir la ventana... ¡Qué maravillosa lección de vida encierran tus palabras! Precioso poema Sara.
ResponderBorrarBesos
Muchas gracias, María Pilar!!
BorrarFuerte abrazo.
Hay, hay que abrir la ventana, para que se ventile, y que los malos presagios se vayan a la mierda. Menudos árboles con lo que yo he trepado por ellos, y ahora ya no trepo ni en la cama.
ResponderBorrarBesos.
Qué todo lo malo se vaya. Y, ten paciencia, recuperarás tu salud y tu fuerza.
BorrarAbrazo.
Buena reflexión, es bueno abrir las ventana para que corra el aire y podamos ver con más claridad y entre tu luz. Sobre todos la ventana del alma, para no caer en la ignorancia.
ResponderBorrarSara, un inmenso abrazo.
Muchas gracias, Cristina. Qué sol eres.
BorrarUn abrazo igual de bello para ti.
Que pensamiento más sabio Sara, pero lo que no creo que seas es soberbia ni mala, siempre transmiten mucha paz tus palabras
ResponderBorrarbesos
Qué amable, Marijose. Me alegro de que sientas paz al leer mis entradas.
BorrarUn abrazo fuerte.
Que bonito y que bien que escribes. Creo que somos tan pequeños y tan grandes a la vez :)
ResponderBorrarEn el reconocimiento de nuestra pequeñez, quizás encontremos el camino hacia la grandeza.
BorrarUn beso.
Un buen verso lleno de buenas reflexiones, me ha gustado, un abrazo.
ResponderBorrarMuchas gracias, Mari Pi... Fuerte abrazo.
BorrarLa verdad es que ese paisaje de la foto le hace sentirse a uno muy chiquito ante tanta grandiosidad... :)
ResponderBorrarBesos y salud
Es verdad, Genin, impresionantes árboles.
BorrarSomos muuuy chiquitos, con defectos muy grandotes. ¡Gulp!
Abrazo muy fuerte.
Paisana, la foto está buenísimaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
ResponderBorrarpero no sé, si al abrir la ventana.....se me escapa el a/c y la luz está muy cara!!!!
jajaja
besitos♥
Qué bueno que te gustó la foto,
BorrarUn beso paisana tan alegre y feliz.
Besos.
Cuida mucho la energía eléctrica.
BorrarUna preciosa imagen. Un lindo pensamiento para meditar.
ResponderBorrarSaludos preciosa.
En este momento, me gustaría estar en un bosque así, imagínate que delicia.
BorrarMuchas gracias, Aída, un fuerte abrazo.
Una reflexión muy buena la que nos dejas. Muy linda imagen.
ResponderBorrarGracias por tantas cosas buenas.
Un besito
Gracias a ti, por existir eres una gran mujer y te aprecio mucho.
BorrarUn gran abrazo.
Me encantó la imagen pero sobre todo ese punto de inflexión sobre humildad
ResponderBorrar:)
Muchas gracias, Jo... Un paisaje así inspira porque inspira, jaja.
BorrarBesos.
Si al abrir la ventana. dejara salir lo lo negativo.y el lado oscuro de mi alma. Difrutaria más de la luz del sol.
ResponderBorrarBuen poema para reflexionar.
Un abrazo querida amiga.
Pues entonces abramos las ventanas de par en par siempre.
BorrarBesos, amiga gracias por eu cariño que te es bien correspondido.
Hace rato que lo haces, Sara. Y por eso seguimos aquí, porque aprendiste a verte y a verme, a vernos, tal cual somos.
ResponderBorrarGracias por ello.
Te quiero, Vecina.
De rancho a rancho vecina, jaja.
BorrarMil besos.
Voy a bajar un ratín la persiana y os cuento.
ResponderBorrarBesines utópicos, Irma.-
Jaja, encontrarás sólo cosas muy gratas seguro!
BorrarFeliz de verte, preciosa. Un abrazo grande.