Emiliano, huye de su casa, cada tarde, a la cochera, en el momento del ocaso.
Sube con gran dificultad, por su corta estatura, al techo del audi rojo, modelo reciente de quien lo parió.
Allí recostado, sueña con ser una golondrina, para irse a vivir a las nubes, tan suavecitas, o debajo de la tierra cuando el sol cae. Con él, si quisiera llevarlo... Se lo pide. Ningún calor podría quemarle más el pecho, que lo que siente.
Pero se va el sol de nuevo sin él, justo cuando lo encuentra quien lo parió y quien lo hace ver las estrellitas a golpes, día a día.
Cuando por fin el llanto lo duerme, aferrado a su almohada, sueña que cada estrellita, es un beso de su mamita.
A dormir
ResponderBorrarBesos
Gracias. Besos.
BorrarQue tierno y dulce relato.
ResponderBorrarAbrazo
Aun maltratados, los niños son tiernos.
BorrarAbrazo.
Tierno y cruel a la vez. Prefiero tus estrellas con sabor a anis entre nubes de azúcar.
ResponderBorrarUn abrazo para ti hermosa.
Cruelísimo. Un infierno para el nino que es maltratado.
BorrarAbrazo.
Triste y emotivo.
ResponderBorrarY mucha dulzura.
Un fuerte abrazo.
Muy triste, Amalia. Los niños son así de increíbles.
BorrarUn abrazo.
Muy triste, ¡pobre niño!, pero a la vez muy tierno.
ResponderBorrarBesos
Pobrecito, sí. El maltrato es imperdonable.
BorrarBesos.
Que triste relato, este niño que recibe los golpes de su madre pero su imaginación los convierte en besos algo muy bello.Besicos
ResponderBorrarLos niños tienen una capacidad sobrenatural para sublimar el sufrimiento.
BorrarBesos.
¡¡Que bonito!!
ResponderBorrarTodo amor y ternura tu escrito, gracias por bajarnos a la tierra con tus palabras.
mariarosa
Pues no... aquí no hay nada de amor. Si es un niño que cocen a golpes.
BorrarUn abrazo.
Qué lástima. Un beso
ResponderBorrarTerrible, Susana.
BorrarBesitos.
¡Que dulces las estrellitas de mami!
ResponderBorrarDudo que piense así... :)
Besos y salud
Seguro piensa en crecer y desquitarse. Eso engendra gran odio.
BorrarAbrazo.
Muy triste pero bonito.
ResponderBorrarDemasiado triste. Gracias.
BorrarUn abrazo.
Pobrecillo, ni soñar le dejan. ¿Como puede ser un relato triste y bonito a la vez? ¿Como lo consigues? abrazos
ResponderBorrarEs que no es bonito. Es un relato demasiado crudo y triste. Aunque haya palabras bonitas.
BorrarUn abrazo.
Ternura y dulzura, dentro de la crudeza.
ResponderBorrarUn beso.
Gracias.
BorrarUn abrazo.
dulce pero cruel a la vez.
ResponderBorrarPobre niño.... :(
Besos
Gracias.
BorrarBesos.
Muy triste su vida,cariños.
ResponderBorrarTerrible, Fiaris.
BorrarUn abrazo.
Se me ha llenado el corazón de ternura, un beso Sara :*
ResponderBorrarGracias.
BorrarBesos.
Ay no Sara, me has hecho llorar. Que relato tan dulce con amargo final. Saludos amiga.
ResponderBorrarGracias,
BorrarUn abrazo.
Un gran sueño
ResponderBorrarno sólo hace volar al protagonista
al lector
y eso lo hace entrañable.
Un besote.
Gracias.
BorrarBesos.
Esto me hace ver estrellitas de indignación, Sara, como si me dieran una trompada en el medio de la cara. Justo ayer vi una película ya comenzada donde había maltrato de una madre desquiciada hacia su hija adolescente ya, pero que fue castigada desde siempre. Hay cosas que son imposibles de soportar, un abrazo!
ResponderBorrarY a mí, amiga, no lo soporto y aunque trate, nunca puedo dejar de actuar y me meto en cada bronca!!!que te has de imaginar.
BorrarBesos y abrazo grande.
Qué dulce, qué bonito.
ResponderBorrarNo, Manuela. Nada tiene de dulce.
BorrarBesos.
La crudeza de la vida, que marca a algunos desde temprana edad...
ResponderBorrarojalá que esa imaginación lo salve de los demonios...
abrazos.
Ojalá, Magdeli. Difícilmente.
ResponderBorrarUn abrazo.
Holaaaaaaaaa mi Sarita guapa ya vuelvo desde mi embrujo de mi alma, mi niña que me ha gustado esta historia, no de los palos como que eso no, menos mal que se durmió pensando en sus estrellitas al final eran besos de su mami
ResponderBorrarun muasckkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk te quierooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo muchooooooooooooooooooooooooooooooooo
Hola, preciosa. Me alegra mucho que vuelvas a estar en tu blog original.
BorrarMuchos besos.
Hola Sara, es un relato muy triste pobre niño. Se te parte el alma solo de imaginarlo.
ResponderBorrarUn cariñoso abrazo.
Si es bastante triste, Cristina.
BorrarUn abrazo.
Hay que soñar para que esas alas sean más fuertes.
ResponderBorrarY ya desde niños hay que hacernos de ese habito.
Triste relato el alma se me encoje.
De nuevo estoy con vosotros amiga, es un placer leerte.
Un beso
Historias que parecieran ficción y sin embargo, abundan. Me alegra tu regreso.
BorrarBesos.
Mucha ternura en tus letras
ResponderBorrarme has gustado un abrazo
Gracias.
BorrarUn abrazo.
¡Vaya!, manera de contemplar estrellitas... pobre criatura.
ResponderBorrarUn abrazo.
Un ejemplo de los muchos niños maltratados por el mundo. Una gran pena.
BorrarAbrazo.
Una triste realidad, que preferimos ignorar para no involucrarnos demasiado.
ResponderBorrarMalamente, porque al no resolverse, aunque sea ajeno el problema, puede llegar hasta nosotros esa violencia.
BorrarBesos.
Ningún niño debería ser maltratado, es injusto, se me rompe el alma.
ResponderBorrarBesos 🌸
A mí también, Vero y se está convirtiendo en un problema recurrente.
BorrarBesos.
Que triste realidad, hay muchos Emilianos en el mundo. Niños tan pequeños y carentes del amor de madre: ¿qué podrán esperar de su entorno?
ResponderBorrarAbrazos amiga.
¡Imagínate! Si el amor de la madre es locqur nutre nuestra personalidad, ¿qué será de ellos?
BorrarAbrazo grande.