Algo más que ya pasó a la historia: El almanaque.
Duraron siglos y más siglos, hasta que llegaron los internáuticos que se robaron al mundo, a acabar con todo lo físicamente tangible y que yo sigo lamentando.
Recuerdo ciertos almanaques de las casas. En todas partes había.
Algunos con imágenes tan bonitas que al siguiente año, pegaban las hojas del nuevo calendario y seguía la misma imagen dando la función. Se les veía en cualquier habitación. Muy a menudo en la cocina, pero llegaban a estar incluso en la sala, donde todo mundo los viera, ja, ja. Porque además ofrecían bastante información importante, que ya tampoco importa a nadie.
En casa estaba enseguida del refri. Recuerdo una foto en que la modelo con zapatos de tacón, reposaba uno de ellos en un travesaño del barandal de un jardín, en donde ella estaba recargada.
Me creaba bastante angustia, pensaba que tenía atrapado el pie y no podía irse de allí. No recuerdo bien su cara, pero sí que estaba muy seria. Eso me hizo intuir su problema, Lo que nunca olvide fue su pie atorado y mi impotencia de no poder ayudarla. Muchos años después le conté a mamá y ah, cómo nos reímos.
Eran muy comunes los almanaques con dibujos de familias, de niños con mascotas. Se consideraba a los niños regordetes como niños sanos. Tipo querubines, aunque los niños de mi infancia éramos flacos, nos ejercitábamos todo el tiempo.
Me gusta hoy de los almanaques viejos, la publicidad. Muchas cosas y servicios que también ya desaparecieron, al igual que las costumbres de las imágenes. Quedan como joyas vestigios.
*Las fotos también de la mija (muy malas por cierto, no debió reflejar, pero bueno, a lo robado no se le puede poner peros).
Es en el Museo del Calendario, en Querétaro, México... O por allí cerca. No sé muy bien.
Otra cosa que pasó ala historia. Por suerte todavía hay alguna cadena comercial que juega la carta retro y sigo teniendo uno en la nevera. ;)
ResponderBorrarBesos, Sara!
En tu casa, sigue perteneciendo al club del refri :)
BorrarBesos, Alfred!
Los de tu publicación son bien bonitos, Sara.
ResponderBorrarTengo uno colgado en la cocina, ya sabes, de esos comerciales, nada que ver con estos y los que recuerdo.
Besos 🌸
Eran importantes las imágenes. Hoy vamos sobre la sección numérica. .
BorrarBesos, Vero 🌸
En mi país todavía una cadena de carnicerías los regala a fin de año y una que otra tienda de retail, pero son más bien comerciales. Los que tú nos enseñas son muy artísticos. Muy bonitos…y, es verdad como la modernidad va cambiando los objetos y cosas que nos rodean.
ResponderBorrarBesos querida Sara.
Todavía existen ciertos negocios que los regalan. Cada vez menos. Este año no lo conseguimos así.
BorrarBesos, querida Tatiana.
Si los recordaré,anotabamos allí todo lo que había para hacer en el mes,abrazote.
ResponderBorrarEran testigos de la dinámica familiar. Eran muy activos :)
BorrarBesos, amiga.
Pues, efectivamente, ahora son como testigos de la historia reciente, con tantos anuncios y oficios ya desaparecidos.
ResponderBorrarSeguro que ese Museo del Calendario es bien interesante.
Un abrazo!
Es muy interesante observar como se fue transformando y la importancia que ha tenido en las diferentes épocas hasta casi desaparecer hoy
BorrarUn abrazo.
Hola Sara, y que lo digas, aunque en mi casa si se utilizan porque anualmente compramos el almanaque a beneficio de la Asociación Rubinstein Taybi; mi hermano aparece en ellos. Besos :D
ResponderBorrarMuy buen destino, para esa recaudación.
BorrarBesos, Margarita.
Yo todavía consigo alguno y hago anotaciones importantes, Sara, pero los bonitos con ilustraciones ya casi no se ven, un abrazote nostálgico!
ResponderBorrarHabía algunos muy artísticos. y una curiosidad lo que anunciaban, porque ya tampoco existe.
BorrarUn fuerte abrazo nostálgico :)
cartas, almanaques, vinilos y tantas y tantas cosas que se lleva el viento... pero hay resistencias y siempre algo queda como un viejo calendario pegado en la nevera y mi tocadiscos que aún funciona... cartas confieso que ya no escribo...
ResponderBorrarAbrazo
Tan emocionante que era el carteo. Qué bien que has conservado esas joyas.
BorrarUn abrazo.
De los almanaques lo que más me gusta es el nombre. De niño pensaba que venia de alma, esa que todos tenemos presuntamente, era una idea descabellada que se apoyaba en el hecho de que cada día era el de un santo, o santa. Pensaba que era como un listado de almas notables. Algo se me quebró cuando caí en la cuenta de que los almanaque de los talleres mecánicos, e incluso el del peluquero de mi infancia, deberían haberse llamando "cuerponaques" (cuerpos de chicas estupendas con nada de ropa). Sí los almanaques van perdiendo terreno y si a mi me regalan alguno (siempre de publicidad) no sabría dónde colgarlo. Un saludo
ResponderBorrarGracias por tu ingenioso y divertido comentario. Un objeto testigo más.
BorrarUn abrazo.
A mí me gustaban también.
ResponderBorrarEran bonitos y muy prácticos.
El mundo que se podía tocar antes de que todo fueran algoritmos y pantallas.
Besos.
Extraño mucho aquel mundo que podíamos tocar. Tuvimos la suerte de conocerlo cuando era real.
BorrarBesos.
Muy importantes eran, en casa y en el trabajo... ya desaparecieron, como muchas cosas más. Parece que la modernidad quiere acabar con todo.
ResponderBorrarHe estado buscando un post que hice cuando trabajaba y tuve un problema con un calendario de mesa, fíjate bien.🧐
https://elraconetdesalluna.blogspot.com/2012/04/quin-dia-es.html
Besos, Sara.
Cosas que eran muy útiles hoy no sirven a nadie :(
BorrarMuy simpático error del calendario jajaja
Besos.
Y... qué me dices de la casi desaparición del reloj pulsera! Ya lo reemplazó el móvil.
ResponderBorrarBesos Sara
Nunca lo volví a usar. El móvil cambio la manera de vivir. :(
BorrarBesos.
Jamás echaré en falta el almanaque laboral. Quiero perderlo de vista cuanto antes.
ResponderBorrarJajaja. Bueno, ese no no eches de menos. Te sentirás libre.
BorrarMe ha costado mucho poder entrar a comentarios.Yo sigo usando calendarios todos los años, uno lo tengo en la cocina y el otro en mi habitación. Me gustan demasiado y sigo la tradición.Besicos
ResponderBorrarA mí también me gustan. ¿Aquí hay tenido dificultad para entrar?
ResponderBorrarBesos.
Antes también había alguno de esos en casa, ahora tengo unos calendario que me los da un banco que me sirven para marcar la fecha en la que tengo algún evento, normalmente alguna visita al médico.
ResponderBorrarLas fotos de tu hija, no son malas, el problema posiblemente es la falta de experiencia haciendo fotos, pero especialmente es que algo que está protegido con un vidrio, es prácticamente imposible que no tenga reflejos.
Abrazos y buen fin de semana.
Yo todavía procuro tener uno o dos. Sin fotos, solo los días. El refri es el mejor sitio y como tú, es la agenda de lo más importante.
BorrarLas fotos con vidrio, sí que son un problema. Yo lo digo para hacerle broma a ella para cuando entre a ver. Que no sabe que acá traigo fotos de ella desde hace unas entradas.
Abrazos.
Hola Sara. En cierta medida se está produciendo ese abandona del calendario, al que haces referencia detallada en esta entrada, aunque los vendedores de publicidad se resisten a ello y ofertan el mini calendario, con imán para acoplar al frigorífico y es en este formato donde más o menos persiste y nos recuerda las onomásticas y alguna acción puntual a considerar. Gracias por tu buen hacer y comentar.
ResponderBorrarUn abrazo
Gracias a tí, Dionísio, por corresponder mi visita. Siempre es un placer visitarte y que vengas por acá.
BorrarUn abrazo.
El calendario de papel, como dices muy típico en la puerta del refrigerador, nos entregaba información del onomástico y de los feriados y fecha importantes.
ResponderBorrarHoy en día sobreviven los minicalenadrio, incluso acostumbro a tener uno en mi billetera.
Otra cosa que se ha perdido es "las páginas amarillas" libro que entregaba la compañía de teléfonos libro, con índice se servicios comerciales de todo tipo.
Hoy se ha suplido todo con Internet.
Saludos
Sí! Los directorios telefónicos. Los repartían a inicios de año y todos teníamos en casa. Los negocios pagaban publicidad para aparecer allí con sus anuncios. "La sección amarilla".
BorrarEl internet facilitó muchas actividades, pero también ha anulado el trabajo humano. Y sobre todo la capacidad de pensar.
Abrazos.
¡Qué hermoso recordar esos calendarios, Sara! en mi casa también habían y eran como tú dices con niños y mascotas generalmente, o paisajes bellos también, algunos venían con chicas modelos muy guapas...en fin, había de todo, en mi dormitorio yo siempre tenía uno, había otro en la cocina recuerdo. Algunas veces usé esos paisajes para forrar cuadernos cuando acababa el año. Me fueron muy útiles. Gracias por compartir estos bonitos recuerdos. Feliz domingo y un abrazo.
ResponderBorrarEn esos formatos, nos daban para mucho en las familias de antes. Cosas que no volverán.
BorrarFeliz domingo, fuerte abrazo!
Había almanaques preciosos. Todo se va perdiendo con tanta evolución.
ResponderBorrarPero, sin duda, son recuerdos muy entrañables.
Yo todavía tengo algún calendario, pero no tan lindo como los de antes.
Un abrazo.
Amalia querida. Los hay funcionales, pero ya no tienen el arte. Todo se ha ido volviendo utilitario, sin afecto.
BorrarFuerte abrazo.
Muy buena idea tu recuerdo de los almanaques, a mí me encantaban. Besos
ResponderBorrarMuchas gracias, Inma. Desapareció aquel concepto, como tantas las cosas.
BorrarAbrazo.
Que linda entrada😊 me gustan muchos los calendarios.
ResponderBorrarGracias por compartirlo.Abrazobuho! !!
Muchas gracias por tu visita y tu comentario, Buho. Me alegras.
BorrarUn abrazo!
Si, si SARA, en la cocina de mi casa siempre había el ALMANAQUE del año; y tienes razón eran imágenes bellas y muchas de ellas tiernas.
ResponderBorrarPoco a poco todo va desapareciendo, hasta nosotr@s desapareceremos; pero por el momento, toca adaptarse a estos nuevos tiempos, que por lo que parece han llegado para quedarse.
UN ABRAZO QUERIDA ^:^
Conxita. tedeternura
Gracias, Conxita. Llegas y traes mucha alegría, no sabes lo mucho que lo aprecio!!
BorrarAbrazo grande.
Qué bonitos los que has puesto...
ResponderBorrarYo sigo usando los de mesa. Lo tengo en la cocina y ahí voy escribiendo lo que toca en el día... cambio del filtro del agua, fecha y hora de citas varias... etc...
En la cocina yo tengo de los que uno va desprendiendo una hoja cada día y que el reverso traen información variada. Otro ya no de los de imágenes. Si los regalan en algunas tiendas, pero cada vez más escasas
BorrarBesos.