Vuelan, ruedan y hacen
todas las suertes.
Cuando chocan, suenan
a estallidos de alegría.
Son lluvia,
son concierto,
las canicas al juntarse.
La misma alegría
que brinca en el pecho
hasta que logra salir
en tonos de risa.
Y rueda en nosotros
hasta llenarnos
con la "simpleza"
de haber amanecido
otra vez.
En realidad
es muy complejo
echar a andar
el mecanismo entero
lo tan fácil
que es
vivir.
Como reunir la suavidad
y la resistencia,
al mismo tiempo
en las canicas.
Insignificantes para muchos
bellas para algunos
pero capaces de derribar
al más pesado
que pretenda pisarlas.
Precioso poema, yo también recordé las canicas hace mucho, lo titulé "Recordando"
ResponderBorrarAbrazos.
Ya ví tu entrada "Recordando". Me gustó mucho!!!
Borrar¿De qué no habrás hablado en 19 años?
Un abrazo grande.
Jugaba al gua y no se me daba mal, tenia un monton de varios tamaños incluso llegábamos a cambiarlas con los amigos. Hace años que no veo a los críos jugar con ellas. Gracias por la alegría y vivacidad de tu poema. Saltibrincos
ResponderBorrarYo no jugaba a las canicas, no me admitían los jugadores. "eran juegos de niños" pero esos mismos, sí me admitían en el fut ¿Cómo era esa discriminación selectiva?
BorrarBesos.
Las canicas, juegos infantiles de la calle, se los llevo el tiempo y sus nuevas costumbres.
ResponderBorrarBesos.
Costumbres muy sedentarias las de los pobrecitos niños de hoy, que ya ni a brincar aprenden.
BorrarUn abrazo.
Hola Sara, me ha encantado. Un reflejo de las mismas más que acertado y poético. Besos :D
ResponderBorrarMuchas gracias, Margarita. Niños con ganas de jugar y juguetes muy modestos entretenían a lo lindo!!!
BorrarBesos.
Acá las llamábamos bolitas, eran una pasión para los chicos, un tesoro ganar la más grande, tu último verso advertencia para los grandotes, Sara, un abrazote!
ResponderBorrarHubo muchos resbalones de adultos con alguna canica desperdigada. Recuerdo los regaños.
BorrarUn gran abrazo!
Me pasaba grandes ratos con ellas jugando.
ResponderBorrarMe voy corriendo, los nietos la lían en un momento.
Besos.
Corre, corre... Que tienes que estar al pendiente de ellos. Felices vacaciones, preciosa!
BorrarBesos.
Me encantan las canicas, tengo una lata grande llena de ellas, de diferentes colores, tamaños y materiales. Mis preferidas son las que tienen alguna tara. . cuando era pequeño las llamábamos "cheroles"
ResponderBorrarYo también tengo en un frasco una pequeña colección de canicas.
BorrarCheroles, tolonchas, agüitas....
Muchos nombres y de pais en país más derivaciones.
Saludos
Y qué bonitas que me parecían...
ResponderBorrarCada una de ellas era un precioso universo de colores.
Únicas. Un arte fabricarlas tan bonitas.
BorrarAbrazos.
¡Cuántas ilusiones en los recuerdos!... y se quedaron en ellos.
ResponderBorrarComo me duele que esos juegos ya no les sirvan a los niños de ahora. Aprendíamos muchas cosas con ellos, sobre todo a compartir tiempo con los amig@s del barrio.
¡Qué bien lo explicas, Sara!.
Aferradetes.
Compartir, convivir, competir, ganar, perder, aceptar, admirar, respetar, memorizar, agudizar los sentidos. La inteligencia emocional que ahora enseña el terapeuta en su consultorio a los más agraciados.
BorrarAbrazo.
Jugué en mi infancia a las canicas y tu poema me ha traído bonitos recuerdos.Besicos
ResponderBorrarQue las circunstancias tan tremendas que el mundo vive, no destruyan la alegría de quienes la conocimos. Para traumas ya tenemos las noticias.
BorrarBesos.
Tan bonitos recuerdos!.
ResponderBorrarMuy lindas tus letras.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Amalia. Es bonito recordar los momentos de infancia tan felices.
BorrarUn abrazo.
Juegos y juguetes que no volverán. Fueron reemplazados por la tecnología, ya no se juega con amigos en la vereda o en el patio de la casa.
ResponderBorrarBesos Sara
Ya ni siquiera tienen amigos. Han creado una sociedad de individuos, para dominarnos a través del miedo. Y lo están logrando.
BorrarUn abrazo.
En mi amado Chile las conocíamos por bolitas. Las más bellas eran las de cristal de colores también habían unas de acero y, las más baratas eran de arcilla pintadas. En mi infancia jugué con ellas y era muy feliz. Tenía mi tarro de bolitas que era mi tesoro. Mis hijos también jugaron, pero con ellos se perdió la costumbre. Los niños actuales no conocen estos juegos en que solo bastaba tener habilidad y ganas de entretenerse y compartir con los amigos.
ResponderBorrarBesos Sara
Pobrecitos los niños de hoy. Jugar es necesario para su desarrollo.
BorrarGracias por compartirnos tu experiencia. Lo linda que te habrás visto jugando ac las canicas.
Un abrazo.
Precioso escrito, amiga.
ResponderBorrarRecuerdo a los niños jugando.
Siempre me parecieron bonitas y es muy fácil que por pisar sin querer alguna aterrizemos en el suelo :)
Besos, buen fin de semana 🌸🐾
Gracias, Vero. Lo bueno que ese tipo de accidentes ya no pueden suceder, ya son historia. Ya no hay quien juegue a eso.
BorrarUn fuerte abrazo, con mis buenos deseos también para ti.
🌸🐾
Uma colorida realidade que, sendo divertida, pode também ser perigosa.
ResponderBorrarAbraço amigo.
Juvenal Nunes
Por fortuna ya esas caídas son muy poco probables. Pues ya los niños no acostumbran esos juegos. Lo que ac la vez es una lástima.
BorrarUn abrazo, Juvenal.
Es precioso el poema, lleno de vitalidad.
ResponderBorrarBesos.
Gracias, Amapola. Me alegra que así te parezca.
BorrarUn abrazo.
Canicas... Recuerdo lo que me gustaban y las centenares que logré reunir y que perdí... como la infancia que se fue
ResponderBorrarAbrazo Sara
Son hermosas y hermoso es recordar los momentos felices de la infancia. Nos endulzan el presente, porque somos los mismos.
BorrarAbrazo, Ángel.
Qué original poema, con las canicas como "coprotagonistas", me ha encantado.
ResponderBorrarVaya si recuerdo las canicas, con aquellos colores tan atractivos...
Un abrazo grande!
Muchas gracias, Bisílaba. Me alegra mucho que te haya gustado. Pienso que evocar lo bonito que hemos vivido, nos sirve mucho para estar más contentos hoy.
BorrarUn gran abrazo.
Borrar
Me encantó este poema, estimada Sara. Recuerdo cuando yo era chica me encantaba jugar a las canicas con mi primo Julio....era una diversión, Y de verdad ¡pobre del que las pise! pues de hecho se caerá. Recibe mi abrazo.
ResponderBorrarEspero que hayas sido una buena contendiente y que nunca hayas resbalado :)
BorrarUn abrazo.
Pero que prosa poética tan DELICIOSA!!! mi querida SARA :)
ResponderBorrarY el último párrafo me ha encantado; eso de que son capaces de derribar al más pesado, bien cierto es que hay que poner cuidado donde apoyamos el pié, porque SE PUEDE y NO SE PUEDE jugar con ellas.
Yo no tuve las canicas; mi hermano si, entre otras cosas porque me gustaban demasiado las muñecas y las cocinitas de madera.
Pero a mis hijas si que se las compré cuando ya tenían razón para saber que no debían llevárselas a la boca y cuando ellas mismas me las pidieron porque las intercambiaban con los amiguitos.
Pero me encantan las BOLAS DE CRISTAL de COLORES; tengo varias de ellas grandecitas; y me hipnotiza mirarlas; el cristal es BELLO, ya sea en forma y tamaño de canicas o como pisa papeles; las adoro.
PRINCESITA DE LOS BESOS DE ANÍS, TE DESEO UN LINDO DÍA ^:^
Conxita
Gracias, Conxita. Son tan hermosas, que es un gran placer mirarlas. No he visto esos pisapapeles, han de ser muy bonitos.
ResponderBorrarReciprocidad de buenos deseos. Un abrazo.
Son de cristal de Murano (Italia) más adelante haré una publicación y pondré todos los que tengo especialmente para ti ^:^
BorrarMe gustará mucho conocerlos.
BorrarBesitos de anís.
lindos recuerdos de mi niñez con las "canicas", acá conocidas como las bolitas, y la de mayor tamaño los bolacos.
ResponderBorrarrecuerdo cuantas reglas inventábamos, jugábamos a los tres hoyitos, o la cuarta, el chiri, incluso en el recreo del colegio, se hacían campeonatos de las bolitas, se formaban equipos, incluso un profesor al ver esta actividad tan masiva, ideó un campeonato intercomunal, donde primero se elegía el mejor equipo del colegio, pasando a competir con los otros colegios de la comuna, como también existían clasificaciones por edad, sub7, sub10 y sub12 y de los 13 años se consideraban Seniors.
Tomo tanto vuelo, que salió el profesor en los periódicos de la zona, donde se incentivaba la competencia sana y lejos de los vicios.
Al final del campeonato hubo premios, copas y medallas, uno casa de galardones realizó la donación, te cuento de algo que sucedió hace 30 años, hoy en día completamente impensado.
Era donde no existía la internet, o no era de uso masivo, era que no existían los teléfonos "inteligentes" y si alguien tenía era un adulto.
Lindos recuerdos, que pienso que hoy costaría mucho replicar...
Un fuerte abrazo
Feliz Semana
Es muy hermoso saber lo importantes que fueron cuando estaban niño y todo lo que lograron organizar con ellas. Unas competencias de lo más sanas y divertidas que interesaron a muchos para participar. Como bien dices, hoy sería imposible. Cambio la manera de vivir radicalmente.
BorrarUn fuerte abrazo!!!
Estimada Sara
ResponderBorrarCreo entender que las canicas son bolas de cristal con las cuales juegan los niños, o jugaban. En tus versos unes magistralmente el encanto y la consecuente alegría, con la condición humana de sobrevivir un día más. La “estocada” final: las canicas también pueden ser peligrosas :)
Encantadora como siempre, un abrazo, para llevarme tu fragancia de anís.
Hermosa, Rud. Gracias por siempre alegrarme, con tu extraordinaria calidez.
ResponderBorrarFuerte abrazo.
Recuerdos de niñez,Sara amaba las bolitas,como les llamabamos acá,algo en extinción,abrazos.
ResponderBorrarLas adorábamos. Es una lástima que los niños ya no juegan. Hoy los juguetes hacen las cosas por los niños y tienen otro tipo de desarrollo.
BorrarUn abrazo.
Recuerdo tiempo de mi niñez y su juego...
ResponderBorrarlinda manera de ver una interpretación de lo que convoca la vida.
Abrazos.
La alegría de que estamos vivas, amiga.
BorrarUn fuerte abrazo.