Don Mariano salió decidido de su casa, dejándose guiar por la memoria y la firmeza de su bastón, al que ya más bien iba colgado como
un hilacho, por la fragilidad que a su cuerpo, le trajo la edad. Bajó muy raudo los declives del camino, de su pueblo minero,
hasta llegar al puente que conecta con las oficinas principales de gobierno.
Frente a la reja que resguarda el edificio, muy cerca de la
entrada principal, tomó aliento, ojeó alrededor, se quitó el sombrero, lo puso a un lado de su bastón en el suelo. Rezó una oración, calculó, midió, probó y se ajustó la soga,
con el mismo entusiasmo con que se pusiera la corbata el día en que se casó con Mercedes, décadas antes, en la misma fecha y hora. Miró al cielo y se dejó caer de
rodillas, confiando en que no le serían útiles al arrepentimiento.
Fueron escasos y acariciantes segundos, comparado con la
asfixia de sus últimos años: viudo, anciano, enfermo y sin pensión, como todos
los que como él, dejaron todo lo que fueron dentro de la mina, en que al
cerrarla, ni para emprender en pequeño, les indemnizaron.
Mercedes y sus amigos de siempre, lo recibieron con demasiada felicidad,
con su platillo favorito, la mesa puesta y tortillitas recién hechas a mano. Fue
muy fácil con su determinación, salirse
de un solo intento de aquél cuerpo
destartalado y tembleque, para elevarse y
bailar su segundo vals, con su mujer, irresistible…
seductora y olor de gardenia.
Que difícil es llegar a cierta edad, sentirse tan solo y desamparado, mientras debería ser de otra manera, tendrían que tener todo el reconocimiento a sus manos, que con ellas a trabajando para que otros puedan vivir mejor.
ResponderBorrarUn vals lo espera para ser bailado en un lugar donde supongo e imagino, que tiene mejor recompensa.
Un abrazo Sara.
A veces la vejez les llega a ciertas personas de una manera muy descarnada y cruel. Esperemos que alcancen a llegar a mejor puerto esas almas, cuyas partidas no podemos ignorar, pues existen y cada vez con mayor frecuencia buscan ser abrazados por la muerte voluntariamente... Es muy triste. Es en lo que convertimos a la sociedad.
ResponderBorrarAbrazo Cecy, gracias por venir a casita.
Me parece una decisión muy inteligente la que tomó, yo pienso igual...
ResponderBorrarMuy triste, pero necesario...
Besos y salud
Pues si Genín.. qué hacer cuando ya no se puede para más = (
BorrarBesos y salud mientras que nos dure!!!
Que triste terminar solo y sin nadie que alegre los últimos dias, una pena.
ResponderBorrarBeso
Ha de ser terrible Malque!!! Nunca podremos asegurar como vamos a terminar. A gozar por mientras.
BorrarFuerte abrazo!
Un saludo desde Tlalnepantla, en el Estado de México. Gracias por tu visita y comentario.
ResponderBorrarMira tú... cerquita de donde viví alguna vez, por satélite.
BorrarUn abrazo bien chilango, tonces... de esta norteña chihuahuita!!!
Por eso yo siempre he pensado que para la vejez se queda todo y que es importante pensar en ella aunque no llegues y te mueras antes. Pero debemos aprender a asegurarnos. Claro como en el caso de tu personaje es lo clásico con algunas empresas que explotan y no hacen justicia.,
ResponderBorrarSaludos Sara un buen mensaje.
Tristemente, suceden tantas cosas imprevistas e inauditas que en ocasiones ni teniendo asegurado el futuro, es posible vernos exentos de situaciones como la del protagonista. Son cosas que pasan y más seguido de lo que creemos.
BorrarAbrazo fuerte!
Porque la vida no son mariposas danzando en un mar de cristal, son polillas carcomiendo la razón.
ResponderBorrarSerá por eso que temo mucho más a la vejez que a la propia muerte.
Un beso.
Podemos esforzarnos, pero nunca podremos saber como serán nuestros últimos días. Estamos sujetos a muchos factores, muchos de los cuales no podemos controlar.
BorrarUn fuerte abrazo, Ella. y que Dios diga...
Don Mariano estuvo bailando toda su vida al son que le imponían los explotadores patronos. ¡Cuánta miseria!
ResponderBorrarTerrible miseria! Se echó un vals de 80 años y el eligió el segundo.
BorrarAbrazo!
Hermoso y sutil relato, excelentemente escrito. Una realidad para la mayoría de las personas cuando llegan a la vejez.
ResponderBorrarun abraxo!
Unos por pobreza, otros por soledad, indiferencia o por enfermedad... pero no es cosa fácil... hasta el más bragado a veces termina como indefenso pajarito!
BorrarAbrazo!
La vida es dura, y las personas mayores se quedan tan desprotegidas. El ser humano esta perdiendo los valores, a todos los niveles!. En cada persona mayor, está el reflejo del anciano que algún día seremos. Como se suele decir, ahí veces que la realidad supera a la afición.
ResponderBorrarSara un abrazo.
Quién sabe que le pasaría a ese señor, quizá no tuvo hios, o todos huyeron del pueblo minero, suele suceder. Y qué incongruente es, que en los pueblos mineros hay tantísima pobreza para los obreros.. jo...!!
BorrarBesos.
Que dura es aveces la vida, para quien no.
ResponderBorrarBesoss
Cierto Inma! la vida para algunos es negra en todos sus matices!!!
BorrarBesos!
Desesperante esta historia que desborda realidad amarga.
ResponderBorrarun abrazo
fus
Lo peor del caso es que fue una nota policiaca de la semana pasada, así que fue mi manera de tratar de asimilar una foto publicada... Caso real.
BorrarAbrazo!
Mejor morir de pie que vivir de rodillas.
ResponderBorrarBesos.
Sí Pitt, me identifico con tui pensar!
BorrarBesos tristes.
Triste decisión, pero la culpa no fue de él.
ResponderBorrarBesos Sara, buena semana
No Vero... eso es lo más lamentable. No debiera haber viejecitos solos, pero... ya ves.
BorrarBesos e iguales deseos, Vero.
La tristeza embarga, te soy sincera me duelen las cosas tristes, muy especialmente cuando no se han vivido en carne propia.
ResponderBorrarBien decia un conocido escritor que era más facil hacer llorar a las personas que reir.
Creo que independientemente del entorno, cada uno puede hacerse su destino.
Pero alumna espiritual del querido Dr.Roberto Tálice "la vejentud" puede ser un divino tesoro.
Cariños
Puede se un divino tesoro... solo que a veces señor destino arrasa con una decisiones que nos quedamos helados! Hay personas a las que les llueve sobre mojado. Triste, muy triste!
BorrarBesos.
El suicidio es la ÚNICA decisión absolutamente nuestra, después en cualquier terreno nos gana algún otro... sin ir más lejos, la muerte.
ResponderBorrarDuro este texto.
Un beso enorme.
HD
Sí, mi buen amigo... hoy elegí una cruda realidad, bajé a los infiernos, donde están las cosas así. Yo siempre he pensado en una alternativa así cuando ya no pueda ser funcional, pero albergo la esperanza de que Dios me prenmie con un paro, (vaya siendo yo tan suertudota!!!) para ahorrarme la pena de prescindir de mi misma solita...
BorrarBesos negros.
Que triste y dolorosa decisión, de acuerdo a una realidad no menos dolorosa ni triste.
ResponderBorrarBesos Sara
Bastante triste. Nos agarramos con tanta fuerza a la vida y más cuando ya el final está cerca, que es muy difícil comprender al suicida. Pero si vemos que hay muertes en vida, nos ayuda a comprender al suicida.
BorrarBesos Gaby!
Un texto muy triste. Aunque me parece una escena entrañable la de su reencuentro con sus familiares sigo pensando que quizá hubiera algún motivo más para seguir luchando; siempre lo hay.
ResponderBorrar¡Un beso! ¡Buen relato!
Quizá no tuvo a nadie en esos últimos días que le ayudara a saber que tenía ésos motivos para seguir... no podemos saberlo. Sin embargo, cuando el suicida toma la decisión, ya es prácticamente imposible frenarlo, pues es un proceso largo y muy razonado lo que precede al acto final. Lo de la escena, qué te digo Ana... Es lo que uno deseara, para alguien que se va así, no crees? Pues está del carajo, pasar la vida sufriendo y no encontrar ninguna recompensa NUNCA.
BorrarUn beso!
maravillosa descripcion la que haces y nos haces pensar
ResponderBorrarsaludos
Padre: Yo no sé si realmente pueda condenarse al infierno, alguien que con esa valentía de don Mariano, decide abandonar de una vez por todas su propioinfierno... Yo creo que Dios, es muy benevolente en casos así... aunque me queda la duda.
BorrarAbrazo!
Todos os dias Deus nos dá um momento em que
ResponderBorraré possível mudar tudo que nos deixa infeliz
e tristes.
Para isso precismos ter esperança e acima de
tudo muita fé .
Com esperança e fé tudo pode mudar dentro de nos
as coisas boas começa acontecer mudando toda nossa existência.
Esse é um instante mágico quando passamos a ter fé porque Deus
vem habitar dentro do nosso coração.
Estou deixando essas palavras por ter muito
carinho por você.
Desejo uma semana abençoada.
Beijos no coração,Evanir.
Y fijate, conozco a tantísima gente que nunca dea de creer en Dios y sin embargo, la vida le da cada demoniazo... uno tras otro... que no entiendo!!! mientras otros desgraciados desalmados la pasan tan de maravilla... Son injusticias muy difíciles de digerir.
BorrarBesos.
Triste final el de don Mariano, falta mucho amor para nuestros ancianos.
ResponderBorrarBesos Sara querida,
Y para los niños, lamentablemente.
BorrarBesos Soñadora!
Dolorosísima lectura, a pesar de lo sublime de la forma en que está redactada. Duele más porque es real. Valiente decisión de don Mariano.
ResponderBorrarValiente comentario... así es la vida, unos la viven, mientras otros la mueren. Qué dicha es poder vivirla... mientras se pueda!
BorrarBesos, hijita!