Después de la onceva semana en cautiverio, le tomó un gusto sin igual, a salir a pasear por las callejuelas, avenidas, carreteras, brechas, atajos y rúas de los textos blogueros. Algo que al inicio le pareció muy descabellado y ahora es donde mejor se siente... en esas vías escritas.
Demasiadas anormalidades, arbitrariedades, incluso brutalidades, fue lo que encontró cuando pudo volver a salir a lo que antes era mundo real.
Su mundo, lo que se dice su mundo, dejó de existir. Lo desaparecieron, se lo robaron, con total descaro e impunidad, de la manera más injusta que cualquier ser humano con por lo menos un tantito así de lucidez, pudiera ser capaz de imaginar.
Siento que las cosas vayan mal. Un beso
ResponderBorrarSiguen yendo mal.
BorrarUn abrazo.
Es cierto que el mundo está convulso y complicado... y que en este mundo virtual (a veces muy real) uno se encuentra con gratas compañías de letras e inquietudes con lasl que poder cambiar impresiones...
ResponderBorrarAbrazo
Tenemos un mundo saturado de violencia.
BorrarUn abrazo.
Y es muy cierto Sara, el mundo tal cual lo conocimos y disfrutamos de momento dista mucho de lo que fue y probablemente tarde en volver a una normalidad. No te confíes y protégete.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo.
Tú también cuídate mucho.
BorrarUn abrazo.
Cierto, Sara. El mundo que nos quitaron tardará mucho en volver (si es que vuelve). En estas calles nuestras se está algo mejor, aunque no sé si también es una forma de no ver nuestra realidad, que aunque no nos guste es lo que nos acompaña cuando apagamos el ordenador y tenemos que volver.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo, vecina de calle! :)
Adaptarnos a la nueva realidad es un proceso muy doloroso.
BorrarUn abrazo.
Pues si nos roban el mundo habrá que recuperarlo o morir en el intento.
ResponderBorrarRefugiarse en "textos blogeros" condena a nuestros descendientes a la peor de las miserias y a nosotros mismos a la mayor de las deshonras.
Saludos revolucionarios.
:) mucho hay por hacer. Nunca cambies.
BorrarUn abrazo.
Veremos que mundo nos queda tra esto de corona virus.
ResponderBorrarUn abrazo.
Un mundo más injusto y violento.
BorrarUn abrazo.
Una realidad que nos encierra en casa donde no hay peligro salvo el de la inanición. Un abrazuco
ResponderBorrarEncierro voluntario dadas las circunstancias.
BorrarUn abrazo.
A mí de momento mi vida ha dado un giro de 180º y sin retorno...ahora me queda aceptarlo y tratar de vivir mi nueva vida sin permitir que el ánimo decaiga.Besicos
ResponderBorrarQue nunca te decaiga el ánimo. Lo deseo de corazón.
BorrarFuerte abrazo.
así es
ResponderBorrarbesos
Tristemente, Óscar.
BorrarUn abrazo.
Lo escribe como ficción, pero no creas que es tan raro que suceda lo que nos cuentas.
ResponderBorrarBesos
Por lo que estamos viendo, por ahí vamos.
BorrarUn abrazo.
Nunca pensé que algo así nos pudiera pasar.
ResponderBorrarEstuve en el calabozo quince días en Ifni, en la orden del día como primera noticia, aparecía "el soldado Emilio Gil por incumplimiento de sus deberes militares ha sido arrestado a 15 días de calabozo, que los cumplirá en el cuerpo de guardia después de llevar a término sus obligaciones diarias.
De día hacía lo que nadie podía hacer debido a la falta de conocimientos y de los aparatos propios para determinadas tareas, por ejemplo arreglar los detectores de minas que se estropeaban constantemente, poner música a determinas horas para que se escuchara en todo el batallón...
Bien como solamente iba a dormir al cuerpo de guardia sin rejas y sin puertas, nunca me sentí ni encerrado ni confinado, como me ha pasado en la actualidad.
Espero que lleguen tiempos mejores.
Un abrazo.
La libertad nace en nuestro sentir. En nuestro equilibrio. Pero el mundo está como olla de presión.
BorrarUn abrazo, Emilio.
Creo a todos una manera o de otra nos está pasando, un saludo.
ResponderBorrarNo es nada agradable lo que está sucediendo en el exterior. Tú me entiendes.
BorrarUn abrazo.
Tienes razón, demasiadas anormalidades, arbitrariedades que dan pavor en el mundo real, que por desgracia no es exactamente el mismo que dejamos.
ResponderBorrarUn abrazo.
Una decadencia muy violenta.
BorrarUn abrazo.
Hay una vida tan real tras tus palabras que a muchos nos va a pasar factura no la salida a la calle en sí, si no la nueva realidad que nos vamos a encontrar.
ResponderBorrarUn abrazo.
Más limitaciones, desigualdad, violencia e injusticia.
BorrarUn abrazo.
A todos de una o otra manera nos está pasando factura.
ResponderBorrarBesitos Sara.
A todos, Ani. Muy triste.
BorrarUn abrazo.
Con la reapertura en algunos lugares, la gente se relajó ya mucho en cuanto a las medidas de precaución contra el COVID19, y no conviene hacer eso. Confunden la reapertura con una solución ya completa del problema, y no podrían estar más equivocados. Lo peor: en muchos lugares, como aquí en México, la imprudencia y mala acción de los gobernantes combinándose con que solo ciertos sectores de la población hicieron caso y otros no les importó nos llevaron a que la situación nos rebasara. Esperar al paso del tiempo y la muy mencionada inmunidad de rebaño con todo y lo que se tarde, es lo que nos queda.
ResponderBorrarPor no querer esperar, hay que esperar más. La irracionalidad a la orden del día.
BorrarSaludos.
Como la vida misma, esa nueva normalidad, hasta ayer tan deseada, que nos hace sentir hoy como visitantes extranjeros, exploradores cautelosos y desconfiados que habremos de vencer todos nuestros miedos si queremos reconquistar el ahora inhóspito territorio.
ResponderBorrar¿Tal vez, sin olvidarnos de la cautela adulta, deberíamos dejarnos reconquistar también por aquella mirada infantil que todo lo contemplaba con ojos nuevos y anhelantes de intrépidas aventuras?
Abrazotes
Lo has dicho muy bien. Ojalá logremos la respuesta a tu interrogante al final del comentario.
BorrarUn gran abrazo.
Ya lo decía Cervantes en el Quijote "Cambiar el mundo, amigo Sancho, que no es locura ni utopía sino justicia"...
ResponderBorrarSaludos
Manos a la obra, con perseverancia, compañero.
BorrarSaludos.
Un micro relato con una moraleja especial, es cierto que nos han robado meses de vida y nos han hecho caminar por donde no había huellas, ahora creo que no ha cambiado mucho, ese bicho asqueroso que invadió nuestro mundo, está ahí, agazapado esperando, siempre esperando el donde y el cuando.
ResponderBorrarUn abrazo con mi cariño
El verdadero peligro es la dominación, no el virus.
BorrarUn gran abrazo.
Esta situación nos muestra que no somos -tal vez- las personas que creemos ser. Que somos mucho más egoístas, que nuestra patria querida es sólo y apenas nuestro hogar y único mundo. No tenemos otro destino que el cambio de nuestras vidas cuando ésto termine.
BorrarVicente... No perdamos la esperanza de ser mejores después de esto.
BorrarUn gran abrazo.
Esta "nueva normalidad" me produce mucha inquietud.
ResponderBorrarQué le pasa al mundo?...
Una locura.
Un abrazo.
Me identifico contigo. Es muy inquietante.
BorrarUn fuerte abrazo.
Hoy un paseo por lo blogs, sin mascarilla, a cara descubierta y brazos extendidos. Notengo miedo. Haré una parada en el tuyo para merendar. Son casi las seis de la tarde.
ResponderBorrarPrepara estrellas de anís.
Ya está lista la merienda, preciosa. En este lugar donde podemos abrazarnos, reír y vivir y no estar acechadas por ningún maleante.
BorrarNo tardes.
Entre las órdenes excesivas y el excesivo mal comportamiento de algunos ciudadanos, todo se desmadra, por acá, blogs mediante, estamos bien, Sara, un abrazote!
ResponderBorrarSí, María Cristina, todo se desmadra. Y lo que una persona hace, afecta a todos.
BorrarGran abrazo.
*qué bueno que estés y estén bien. A cuidarse mucho.
Hola Sara, yo personalmente creía que esto nos haría mejores persona pero viendo lo visto no se que decirte. Uno de los desafíos que estamos viendo será superar la oscuridad que estamos viendo en el mundo, sin dejar que apague nuestro juicio ni altere nuestras decisiones.
ResponderBorrarUn grande abrazo.
A mí también se me esconde un poco el optimismo al ver lo que sucede.
BorrarUn prolongado abrazo.
Cada día tengo menos ganas de salir. A veces pienso que podría quedar encerrada para siempre... En todo caso, por ahora así será. Aquí aún falta lo peor y va para rato.
ResponderBorrarBesos
Acá falta mucho tiempo también.
BorrarUn abrazo de ánimo.
Está claro que los humanos tenemos la misma tontunez que antes del confinamiento, bueno no, diría que más tontunez y menos sentido común, me niego a formar parte de esa gente gris.
ResponderBorrarCuídate muchooooooo, besines utópicos.-
Tú nunca serías gris... Ni aunque trataran de obligarte.
BorrarUn abrazo.
Desde luego que este confinamiento que sufrimos nos va a dejar a todos un poco tocados
ResponderBorrarbesinos
Más los que ya lo estaban :)
BorrarUn abrazo.
en lo prohibido está el gusto dicen... pero al aparecer después se vuelve pesadilla... saludos
ResponderBorrarPesadilla compartida es lo de hoy.
BorrarUn abrazo.
Por Buenos Aires salir a la calle, está casi prohibido aún. Espero que al salir no encuentre lo que tu nos dices.
ResponderBorrarUn abrazo.
No necesitas salir para enterarte. Solo busca por qué están incendiadas las calles en usa.
BorrarAbrazo.
Parecía cosa de chinos, ahora es cosa de todos.
ResponderBorrarTenemos cosas en común .
El encierro hace que los animales salgan más salvajes a embestir contra todo.
Ya se cansarán y volverán en si... Creo yo!!
Beso
S
Esperemos que todos encontremos la paz, después de esto.
BorrarUn abrazo.
En estos tiempos es una bendición poder pasear por los blogs y sentir los abrazos a la distancia. Tremendo texto. Besos
ResponderBorrarEstrechar a estos amigos, nos sirve mucho para continuar.
BorrarUn abrazo grande.
Ay... cuántos nos sentimos identificados con lo que has escrito.
ResponderBorrarPor muy poquita lucidez que le pongas... esto ya no es lo que era. ¿Hasta cuándo? Esa es la incertidumbre.
Aunque también los hay que cierran los ojos imaginando que no pasa nada. Miedo me da... mucho miedo. Un mínimo de esa lucidez, sí que es imprescindible. Por los demás... por todos en general.
Me ha encantado leerte.
Muchas gracias, Galilea. La violencia está arrasando por las calles reales de muchas partes.
BorrarUn gran abrazo.
Tienes una lucidez impresionante...¡ojalá la pudieras contagiar por la red y fuera de ella!
ResponderBorrarQué bella eres, Pat.
BorrarMuchas gracias por esa energía vque irradias.
Un abrazo.