Secuestraron al horizonte. Sí, lo cambiaron. Aparecen ahora otros muchos horizontes, suplantando al mío, que es de cielo y montañas.
Allí están posando, de cielo y mar, de valle y cielo, de árboles y cielo. Combinaciones innumerables.
Eso sí, todas con el cielo constante. A ese no lo han cambiado. Y qué bueno, no quisiera un suelo lleno de estrellas. Tendría que volar, no me atrevería a pisar, ni imaginando que fueran de anís.
Tampoco me gustaría mirar hacia arriba y no encontrar nada más que vacío. ¿De qué color es el vacío? ¿Acaso negro? ¿Transparente?
Busco más y no encuentro mi horizonte de cielo y montañas, no sé quién se lo llevó, me descontrola darme cuenta de que no está. Ni él.
Los arrastró la corriente. O a mí.
*Cascadas de Agua Azul, Chiapas, México.
Aparecerá, no te preocupes.
ResponderBorrarOjalá, Tracy!
BorrarHan secuestrado tantas cosas: la esperanza, la fe, la seguridad, el futuro...pero estoy segura recuperarás tu horizonte.
ResponderBorrarBesos Sara
Por poco hasta nos secuestraban la vida, Tatiana.
BorrarPoco a poco compensaremos.
Besos.
El horizonte nos lo podemos pintar nosotros mismos.
ResponderBorrar¡Ánimos!
Eso sí es una gran verdad, Alfred. Gracias!
BorrarUn abrazo.
Tantas imágenes pasan por delante de nuestros ojos ... pero la percepción es nuestra, somos los dueños de nuestra mirada y aunque me dijesen que en el cielo ya no se pueden ver las estrellas aguzaría la vista hasta localizarlas, mi derecho a contemplar lo que quiero ver.
ResponderBorrarUn beso.
Me parece muy bien, hay que esforzarnos por encontrar lo que queremos ver, hasta encontrarlo.
BorrarUn abrazo.
Si hay algo que nadie puede arrebatarnos, es la capacidad de soñar, somos libres para imaginarnos el horizonte que más nos guste.
ResponderBorrarSi tienes un ratito, tengo que darte una triste noticia en mi espacio.
Abrazos.
Kasioles
Esa capacidad nunca debemos perderla y hay que fomentarla en los más jóvenes.
BorrarMuy triste noticia, Kasioles. Muchas gracias por avisarme.
Un abrazo fuerte.
Habrá que seguir dando pequeños pasos, al fin se llegará a ver, un abrazote Sara!
ResponderBorrarGracias por tu confianza en que así sea.
BorrarUn abrazo.
Un par de cosas que nunca nos podrán secuestrar, la imaginación y el pensamiento. Tanto una como el otro son libres de ir y venir. Ya sabes que todo lo imaginado, apoyado por el pensamiento, siempre aparece en un momento u otro. Imaginar es gratis y tiene multitud de colores, como esas cascadas que nos muestras hoy.
ResponderBorrarBesos, Sara.
Nuestra capacidad de soñar, la tenemos que proteger de todo, que es la que nos libra de cualquier cosa adversa.
BorrarAbrazos.
Uffff gran dilema, cuando secuestran nuestro horizonte, y perdemos nuestro "norte"; no queda de otra que armar un nuevo horizonte, con retazo de experiencias del pasado proyectadas al futuro, olores que son importantes los olores, sonidos, y no olvidar en este nuevo horizonte el miedo, aquel indicador del peligro, pero al final pero no menos importante la esperanza y fe, tal cual gemelos siempre de la mano....
ResponderBorrarAbrazo
Así es, Carlos. Hay que
Borrarcultivar la capacidad de adaptarnos a los nuevos horizontes y nunca perder la esperanza y la fe.
Abrazos.
Quien sabe lo hay más allá del horizonte, seguramente el color que lo tiñe ni siquiera existe en el nuestro. Besos
ResponderBorrarEso me hacen pensar las diferentes perspectivas. Hablando literalmente de un paisaje.
BorrarUn abrazo.
Seguro que vuelve. Ya lo verás.
ResponderBorrarUn gran abrazo.
No será, Amalia. Hay partes desde donde no se regresa jamás.
BorrarUn abrazo.
Tenemos la necesidad de ver el horizonte, de ver un poco más allá. Y creo que está en todos nosotros por eso te ayudaremos a encontrarlo.
ResponderBorrarEsa línea azul en la que se junta el cielo y la tierra, volverá.
Mi abrazo solidario.
Gracias por tu solidaridad continúa. Estoy segura de que ese horizonte volverá a delinearse ante mis ojos.
BorrarUn abrazo.
Cada cual crea su propio horizonte en sus fantasías y seguro que el tuyo no tardará en regresar.Besicos
ResponderBorrarMuchas gracias, Charo. Esperemos que sí.
BorrarUn abrazo.
Gracias por tus letras. Las dos hemos disfrutado de sus versos al haberlo conocido.
ResponderBorrarOtro fuerte abrazo para ti.
Kasioles
Demasiado disfrutamos de sus maravillosos poemas, era tan profundo su amor y tan original su manera de expresarlo. Además precioso ser humano. Mucho lo voy a extrañar.
BorrarOtro abrazo grande.
Sara, o teu horizonte de céu e montanhas, vai voltar e teus olhos vão voltar a sorrir e a contemplar a linha mágica que ficou gravada dentro dos teus olhos!
ResponderBorrarUm buen fin de semana
Um abrazo!
Muchas gracias, Albino. Ojalá que pueda ser así como lo deseas.
ResponderBorrarUn abrazo.
La mente es poderosa y todo es posible. Si?
ResponderBorrarBesos 🌺
Claro que sí, Vero. Un abrazo grande 🙂
BorrarBuen poema todo cambia y hasta los horizontes desaparecen en especial con el cambio climático. Te mando un beso
ResponderBorrarAsí es, amiga. Y tenemos que adaptarnos a cómo sea, porque si no, perecemos.
BorrarUn fuerte abrazo.
Buen poema todo cambia y hasta los horizontes desaparecen en especial con el cambio climático. Te mando un beso https://enamoradadelasletras.blogspot.com/
ResponderBorrarGracias. Por qué te cambiaste de nombre, estás cómo el horizonte también? Jajaja. No me asustes.
BorrarBesos.
El sabio consejo dice que hay que readaptarse.
ResponderBorrarEso está bien y uno se va adaptando y adaptando y adaptando para seguir adelante... pero también es cierto que los nuevos horizontes son cada vez más feos.
Besos.
Me entiendes!!! Nos secuestraron la vida.
BorrarUn abrazo.
Psicóloga, a eso se dedicaba.
ResponderBorrar:)
Abrazos 🌺
Nooo! Jajaja ¡qué fea situación!
BorrarBesos.
Siempre encontramos una tabla para seguir navegando...ánimo!
ResponderBorrarAbrazo.
Gracias, querida.
BorrarUn abrazo.
Reinventándose a lo largo del camino, buscando el lugar... volviendo a intentarlo una y otra vez. Tratando de entender la deriva de los tiempos...
ResponderBorrarTu escrito lleva a la reflexión y a hacerse preguntas.
👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
El horizonte en este tiempo cambia de aspecto día a día y es un continuo adaptarnos, que a veces cansa.
BorrarBesos.
¿Estrellas en el suelo? ¡Que horror!
ResponderBorrar...Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger...
...La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor...
Versos de A Margarita Debayle, de Rubén Darío.
Un abrazo.
Gracias, Emilio. Es un poema cuento muy lindo. Lo recuerdo con mucho agrado.
BorrarFuerte abrazo.
Tampoco me gustaría mirar hacia arriba y no encontrar nada más que vacío. ¿De qué color es el vacío? ¿Acaso negro? ¿Transparente?
ResponderBorrarEsta pregunta me la hago yo mas de una vez...
Besos.
Laura, muchas gracias por venir, hace mucho tiempo que no tenía ese gusto.
BorrarRecibe un gran abrazo.
Que bonita reflexion tiene tu poema-cuento, saludos de una mexicana que vive en Upstate New York!
ResponderBorrarHola, Diana, que gusto me da tu visita, muchas gracias paisana.
BorrarUn fuerte abrazo hasta donde te encuentres en N. York.