Me pareció muy duro cuando escuché: "Yo no espero nada de nadie". Cuánta decepción podría tener esa persona para llegar a tal conclusión.
Sin embargo, muy pocas personas nos sorprenden positivamente, en lo individual y en lo colectivo. Yo siempre "doy el beneficio de la duda", pensando que en alguna ocasión descubra que alguien es "un garbanzo de libra".
Siempre he sostenido que no se puede ser amigos con diferentes ideologías políticas. Y es algo que me ha tocado constatar recientemente. Con lo de las guerras, lo de las elecciones, lo de las independencias y las revoluciones, hay que definirse y no falta que alguien a quien teníamos en muy alta estima, en alguna plática de pasillo, diga algo que va en contra de nuestra ideología, y que alcancemos a escucharlo o en el caso de los blogs, a leerlo. Y sería lo de menos si opinaran respecto a la ideología, pero a veces dicen algo realmente ofensivo contra algunas nacionalidades, y viniendo de alguien a quien estimamos, como lo dije antes, duele. Hay expresiones muy racistas de quienes"van" de buena onda, abiertos, humanos e incluyentes. Mucha simulación o hipocresía, pienso, la verdad tarde o temprano sale a la luz. Decepción.
La culpa no es de esa persona o de esas personas o grupo(s), sino de quien da "el beneficio de la duda". O sea, yo. Quién me manda a andar creyendo en ciertas personas que de entrada pudiera ser que nos salgan con algo así.
Pero, todavía no quiero decir: "no espero nada de nadie", aunque a menudo, razones no me falten.
Prefiero confiar y ya si en el camino conozco la parte que no me sea favorable, a secarme las lágrimas y con la dignidad en alto, a seguir con otras personas congruentes, mientras lo sean, siendo yo también congruente y sincera, porque es cruel pensar que vamos solos por la tan bella vida.
Besos.
Parece que ha sido grande la decepción. Así me da la sensación. Lo malo no es ser diferente, sino no respetar las diferencias de los demás.
ResponderBorrarEn la frase "no espero nada de nadie" es cierto que generalmente se dice desde la decepción, pero si lo pienso bien, así deberíamos relacionarnos con los demás: sin esperar nada, simplemente disfrutando de descubrir cómo son. Porque las expectativas son una de las mayores causas de sufrimiento, rara vez no traen consigo decepciones. Y no tengo que esperar de nadie nada con lo que no se haya comprometido. Es una utopía, porque creo que inevitablemente siempre esperamos algo: que nos llevemos bien, una amistad, un amor, que se adelante a nuestras necesidades... y eso tiñe la mirada y la opinión que nos vamos formando de esa persona.
Espero que ese disgusto se te pase pronto y no te haga sufrir mucho.
Besos