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sábado, 14 de diciembre de 2024

Veloces

Al día siguiente que publiqué sobre gatos, nos visitó uno muy joven y lindo. Cuando me acerqué tan amable: "michi michi, michi", este se esponjó, se arqueó y luego se estiró del tamaño de un lince (con algo de exageración) y me mostró todos sus filos en dientes y uñas. Cuando ya estaba en posición de saltarme a la yugular, muy serena y con total disimulo, tomé a Cuca y volando entramos a la casa. (Con taquicardia y temblor general).

¡Nada, qué! No crean lo de michi, michi... Yo no me acercaría :))) 

La verdadera versión es que si vino, muy pequeño, muy lindo y muy blanco y Cuca evaluó que "tremendamente feroz" y yo le creí, no me detendría jamás a dudar de su criterio. 

Hasta que se fue (estuvimos ventaneando), salimos a pasear. Claro, con el miedo de que nos abordara en alguna vuelta de esquina.



2 comentarios:

  1. Creí haber entendido que Cuca era un perro guardian... :)))))
    En cuanto al "michi, michi"... ¿No sería un jaguar disfrazado de gato para producir tanto miedo?

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  2. Los gatos siempre me ha parecido especiales.
    Como si hubieran vivido otras vidas y estuvieran es esta de paso hacia otros universos.
    Tienen ojos sabios y misteriosos.

    Besos.

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