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martes, 4 de marzo de 2025

Imprudente

 


Yo no soy prudente. 

Ni en palabra, ni en acción. 

Y eso me ha hecho entrar en ¡Cada berenjenal! ¡Que tú vieras!

Lo peor del caso, es que la mayoría de las veces, por causas de otros y no las mías. Me he creído la justiciera... Solidaria y leal, a morir. 

De chiquita siempre traía golpes, heridas, moretones, rasguños, porque muchas veces tuve que irme a "las manos con alguien."

Me enseñaron que "todos tenemos los mismos derechos" y me lo creí a pie juntillas.

Era la jungla, no tan diferente a como es hoy; en la escuela, en la calle, con ciertas reglas que había para la lucha y la guerra, pero hoy, casi no se respeta ningún código de ética del pleito. Incluso hay quienes exigen respeto, faltando al respeto de la manera más cruel y grotesca. 

Y ¿Tú, eres prudente?

(Esto sí es anecdótico y personal. Me veía más o menos como la imagen, un poco más flaca, pero de actitud y gesto, muy parecida). 

4 comentarios:

  1. No, no lo soy.
    Me subleva la injusticia y no puedo quedarme callado.
    También es cierto que como tiendo a aislarme cada vez más es menos probable que cometa "imprudencias"...
    Además... qué es una imprudencia ante una injusticia?
    Yo creo que hay mucho cobarde bajo el paraguas de la prudencia.

    Besos.

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  2. Imprudente imprudente no creo haber sido...
    Consecuente con las cosas, sí! Que ello me haya llevado a situaciones de ...riesgo? ¡Pues no!
    Pero podría haber sido... ¡Pues "echado para adelante" sí soy. :))))))
    Pero no ha sido. Y ello es porque en mi vida se han dado las circunstancias "x". Y no las "z".
    Es decir, vivido lo vivido, no vivido lo que no estaba/está en el guion de mi ola de vida.
    Y con esa carita angelical de joven risueña que tu fotografía en el blog pinta, ¿llegabas a casa con "las manos con alguien"?
    Abrazos Sara.

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  3. De pequeño no comprendía el mundo y era más o menos como tú. Ahora que ya peino canas soy el más cobarde. Antes de jugarme el pellejo por lo que sea, tiro de móvil y llamo a las fuerzas del orden y la ley y que se ganen el sueldo. He visto a muchos valientes morir por causas ajenas. Y lo peor de todo: perdidas.

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  4. A ratos soy prudente, hasta que acaban con mi paciencia y entonces veo como la prudencia se va metiendo en un baúl. Me has hecho pensar y creo que no quiero ser prudente. Un abrazuco

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