Soñé hija, contigo. Me llevaste a un campo hermoso. Si con flores y de qué clases, nombres, tamaños y colores; si aves, de cuáles, etcétera; sinceramente, no lo sé. No me fijé en todo éso que decora, los escenarios lindos, de los sueños o de los cuentos infantiles.
Pero si sé, que era un campo hermoso. Simplemente hermoso. Porque no había miedo, ni desajustes climáticos, ni hambre, ni prisas, ni presiones, ni hostigamientos, ni abusos, ni crisis de nada.
No me preguntes mucho, pues tú lo conoces mejor que yo, ¡es tu mundo! El mismo en el que juegas siempre, con Candy, con Fabis y todos los demás…
En cuanto llegamos, me tomé el elixir de agua de lluvia, con los ingredientes que solo tú supiste que agregaste, para hacerme tan niña como tú, a toda prisa. El sol, las flores y tu alegría, exaltaron a más no poder, todas mis emociones y mi amor por ti. Que jugueteaban en mi pecho, como las notas musicales en una partitura viva.
El eco reía como loco de nosotras, al vernos subir a las nubes, de unas cuantas zancadas, por la escalinata de cristal, que viene con todos los arco iris actuales.
Brinca, flota, que bota y rebota. Espuma de azúcar, blanco algodón, caramelo disuelto, ¡Mmm! – Muerde ésta orilla ¡otra mordida!, ¡quiero más!
Tu carita de nácar, los vientos jaspeados de azul y blanco en el fondo gris. Una muñequita vestida de tul - ¡No, ja ja ja, de azul! – zapatitos blancos y delantal…
¡Sch! Habla, no grites. Que cállate… despacio, silencio, que si gritas y brincas, puede que llueva más. -y qué.
-Que qué. Y que empieza a llover otra vez ¡Aaaay! ¡Aaaay!
El viento nos hizo el favor de introducirnos en dos burbujas de jabón, de las que siempre tiene para este tipo de casos. Sopló para inflarlas todo lo necesario y así bajamos, muy suave, sin el sopetón que imaginamos, cuando gritamos y gritamos, al ver que empezaba a desbaratarse la nube que comíamos y en la que tanto brincábamos.
¡Plot, plot!, explotaron las burbujas, en la cama al llegar. Despierto y te miro, tan feliz y tan dormida, con un cacho de nube en tu mano aún.
Cuanta ternura.
ResponderBorrarun beso.
Gino.
Gracias, Gino. ¿ya comentarios? jajaja, que lindura.
ResponderBorrarY a tí otro.
Hermoso sueño.
ResponderBorrarTodavía conservo el cacho de nube, para compartirlo contigo... siempre.
¡Gracias!
Gracias, Sara, por tu comentario, tan generoso.
ResponderBorrarY gracias por la inmensa ternura de este texto, que me ha emocionado profundamente.
Un beso desde Madrid.
Muy bonito y tierno tu sueño, ojalá haya sido un sueño de verdad. Yo hace tiempo q no tengo sueños. Un beso
ResponderBorrarEse amor es tan intenso, divertido, sincero, eterno y real..
ResponderBorrarque flote contigo en las nubes vuestras..
besitos
Hija, cógelo bien fuerte, para que lo cedas a un hijo o hija si un día eres mamá y le platiques como lo obtuviste. Claro que todavía falta muuuucho tiempo para eso, jajaja.
ResponderBorrarDon Antonio, generosidad la suya, que ni se imagina el gusto enorme que siento cada vez que viene a mi casita con toda esa su amabilidad que lo distingue. Gracias por su beso.
ResponderBorrarHola Querida Chus, si lo soñamos despiertas, estando ella muy pequeñita. Jugábamos mucho a imaginar mundos mágicos, todos los días.
ResponderBorrarAmiga... sueña despierta... Nunca dejes de soñar, porque se te seca el alma.
Te mando un gran abrazo con un beso muy ensoñadores, para contagiarte muchas ilusiones. Con un te quiero muy especial y recien hecho a tu medida. Jajajaja.
Estrella... ¡Definitivo!, así es ese amor, es mi más grande amor, el más incondicional, total y maravillosamente recíproco.
ResponderBorrarBesitos también.
Es precioso. Y todo lo que escriba a partir de esas dos palabras sobrará, ya que nada como esas dos palabras para describir tu dulce texto. Has conseguido transformarme en niño mientras te leía, tal y como te has sentido tú al escribirlo. Un placer.
ResponderBorrarJoker
(no me deja publicar el comentario normalmente)
Que tierno y que bonito Sara. Que bien se te da hablar con los niños. Esa inocencia y esa dulzura tan bien descritas.
ResponderBorrarMe ha gustado mucho
Un fuerte abrazo
Jose Vte. Me encanta lo infantil, creo que me quedé atrapada en mi niñez que fue tan maravillosa, todavía fuimos de los niños que jugábamos mucho con la imaginación, jajaja.
ResponderBorrarOtro abrazo muy fuerte para tí, amigo.
Joker, No sé que sucede, pero si están fallando los comentarios. ¡Snif!
ResponderBorrarGracias por intentarle y dejarlo "anónimo" pues me encanta que vengas a casita.
Que feliz me haces, sabes, yo me quedé niña, en muchos sentidos. jajaja. Y sé que tu también.
Un gran beso.
Hermoso sueño.
ResponderBorrarMañana es la iniciativa bloguera de la FE, blogs unidos en letras.
Gracias por participar.
Un beso.
We'll be there, my dear María. Gracias por venir a recordarnos.
ResponderBorrarUn beso lleno de fe.
Aquilato cada uno de los regalos que me has dado, esperando algún día poder compartirlo... ya sea con tus nietos (si es que tienes, porque al paso que voy... jeje) o con los niños que tenga en mi entorno. Tremendo reto me has puesto de replicar lo que he recibido de ti. Gracias!!! TQ
ResponderBorrar"Porque no había miedo, ni desajustes climáticos, ni hambre, ni prisas, ni presiones, ni hostigamientos, ni abusos, ni crisis de nada.".
ResponderBorrar¡Ayyyyyy, qué tiempos aquellos! Y nada lejanos... Sorprende cuánto y cómo ha cambiado todo o casi todo. Lo que permanece intacto y eterno es el amor materno hacia tu bellísima hija y ella hacia su adorada y amantísima madre.
¡Qué bien escribes, Sara!
Apapachos, muchos,
Ámber
Hola Sara!! Maravilloso. La ternura de la niñez y la dulzura de sus juegos lo relatas de una forma hermosa.
ResponderBorrarFeliz fin de semana!!
Un beso enorme con nubes de algodón
Qué bella eres hija. El regalo has sido tú.
ResponderBorrarMi querida Ámber, No precisamente tiempos aquellos... sino mundos aquéllos y mundos estos y los que vienen. Que las madres deben crear para sus hijos. Con tan sólo poquitos minutos diarios que les dediquen a soñar.
ResponderBorrarLos mundos ideales, se crean en cualquier época, latitud y condición económica y social... Y, los del mañana, traerán escaleritas todavía más padres, ya recibí el catálogo. Quieres que te mande la suscripción.
jajaja.
Un gran beso.
Gabriela, Es un experiencia extraordinaria, convertirnos en niños, siendo ya adultos, para convivir con ellos en su mundo.
ResponderBorrarQué sea de lo mejor tu finde.
infinitas gracias querida y admirada poeta por regalarnos la belleza y ternura de tu sueño, besinos de esta amiga admiradora que te desea con cariño feliz fin de semana
ResponderBorrarGracias Ozna por tu comentario y por venir. Mis mejores deseos siempre para ti también. Besos.
ResponderBorrar¿sabes la ternura que me llevo de esta entrada? gracias a ambas dos (he descubierto a tu hija, bella entre las más bellas) felicidades, mi amiga
ResponderBorrardos abrazos y dos besos :)
Me alegra que la hayas descubierto Mariluz,
ResponderBorrarY yo, con esto ya te conocí otro pedazo de tu esencia.
Dos abrazos, dos besos, con mucho anís.
Preciosa y tierna entrada Sara, bello amor!
ResponderBorrarBesitos,
Tu sabes que es el más bello amor, hacia los hijos.
ResponderBorrarBesitos.