Ese libro y yo, nos conocimos en Valencia, en casa de su autor, a donde voy virtualmente con frecuencia, desde que somos amigos.
Hubo una gran química entre nosotros, desde que nos presentó mi amigo y no pude separarme de él, hasta que me contó toda su historia. Él reía y me brindaba café, al ver mis ojeras devoradoras de sus renglones. Me enamoré de su esencia y pactamos reunirnos físicamente, en la primera oportunidad.
Meses después, hubo una celebración en otra ciudad de España. En cuanto el libro se enteró de que asistiría un mexicano, me avisó en un correo: ¡Pronto!... ¡Me atreveré!
En el trayecto, comentó el plan a su autor, quien le respondió: ¡¿Cómo crees?!, es una locura, hay demasiados peligros, ¡México!! que los narcos, los secuestros y robos... incluso hasta la aterradora vecindad con Trump, para que desistiera.
Pero el libro ya estaba decidido y sin permiso de todas formas lo haría, aunque no le iba a resultar fácil pasar inadvertido, siendo uno de los protagonistas.
En los aplausos, abrazos y felicitaciones, saltó desde la mesa donde había estado posando para los fotógrafos, hasta el maletín que tenía abierto el mexicano. Se escondió entre folletos, con su corazón a todo bum bum, por su nerviosa felicidad de no haberse lastimado ninguna hoja.
De allí, el mexicano regresaría a casa... al pasar apresurado al hotel por sus pertenencias, el libro, pudo cambiarse a una maleta grande, intuyendo que allí podría viajar mucho más cómodo, para descansar suficiente y llegar "muy fresquito" a México, donde tendría que estar bastante listo, por todo lo que sabía!
Muchas peripecias retrasaban su llegada a mí, ya estando en México, además de que el mexicano tardó días en reponerse del susto cuando el libro salió tan saleroso de su maleta, diciéndole que venía a vivir conmigo y que le ayudara a encontrarme.
El libro tuvo que luchar, empecinarse y ponerse bravo. Guardaba celosamente mis datos en la página 100 y por más que se lo decía, el mexicano no le creía, como tampoco que nos conocíamos y manteníamos correspondencia desde meses atrás (Gente rara que hay).
El libro tuvo que luchar, empecinarse y ponerse bravo. Guardaba celosamente mis datos en la página 100 y por más que se lo decía, el mexicano no le creía, como tampoco que nos conocíamos y manteníamos correspondencia desde meses atrás (Gente rara que hay).
Hasta que una mañana muy fría de diciembre, previa a Navidad, llegó a mi casa, cantando villancicos y muy abrigado, ese ejemplar tan guapo y paseado de "Sueños de Escayola", dándome una enorme y alegre sorpresa.
José Vicente García T. ¡Gracias, amigo! "Sueños de Escayola" cruzó el charco... y platica con todo detalle a cuanto mexicano conoce, que hizo una travesía más larga y azarosa que Colón... Y, ¡le creemos!
Cuando las siguientes ediciones de ese libro y los nuevos libros tuyos, puedan estar en muchas librerías de México y otros países, viajando en primera clase, respaldado por una buena casa editorial, me sentiré muy feliz y recordaré la osadía de este ejemplar que me acompaña y me supervisa esta entrada y que te manda saludos : )
Cuando las siguientes ediciones de ese libro y los nuevos libros tuyos, puedan estar en muchas librerías de México y otros países, viajando en primera clase, respaldado por una buena casa editorial, me sentiré muy feliz y recordaré la osadía de este ejemplar que me acompaña y me supervisa esta entrada y que te manda saludos : )
Una magnifica prosopopeya sobre un libro “viajero” del que se desprende que quieres tanto como a su autor, nos has tentado a buscar a sus hermanos por las librerías. Saltos y brincos, aplausos y vítores.
ResponderBorrarMujer, eres una bella, siempre agradezco a la vida que te he conocido.
BorrarBesos,
Que bello relato nos has dejado, evocando esa epopeya para llegar hasta tus manos.Seguro que ahora esta feliz y descansando en un lugar de honoren tu casa.
ResponderBorrarBesos
Gracias, descansado, que se diga descansado, no te creas, que habiendo cobrado vida, anda como Pedro por su casa, eh! Jajaja.
BorrarBesos, Ilesin.
Que bonito Sara, no tengo mucho más que decir. Tus palabras y tu dulce hacer y sentir te definen.
ResponderBorrarJosé Vicente es afortunado, como cada uno que tenemos la suerte de sentirte tan cerca, como si no existiesen charcos.
Un abrazo infinito.
Gracias, Raquel. Me haces sentirme muy bien con tu graaan cariño, siempre!!! Yo soy la afortunada de teneros.
BorrarMil besitos.
Una buena descripción nos has dejado, tan solo que el libro tenga el éxito debido y que lo crucen todas las fronteras.
ResponderBorrarUn abrazo.
Ojalá, Mari Pi... un libro es algo grande que bien merece ayudarle a llegar a donde deba llegar.
BorrarUn abrazo grande.
Vamos toda una aventura para el libro, me imagino lo impaciente que deberias estar tu en la espera de algo tan previado. Pero valia la pena, verdad? Seguro que disfrutaras con las peripecias de Pablo. Un abrazo.
ResponderBorrarHola, Molí!! Imagínate, lo bueno que ya sabía todo acerca de Pablo, de manera virtual, si no, hubiera sido mayor la ansiedad de que llegara.
BorrarUn abrazo grande... Bienvenida a esta casita.
Tu relato tan fantastico era como estar viendo una película de dibujos animados donde un libro nos relata sus peripecias!! Como me ha gustado la trama y la escenificación. Un gran abrazo
ResponderBorrarGracias, Alicia!! Qué precioso comentario. Será que pertenecemos a la generación Disney, y caricaturizamos con facilidad los objetos, jajaja
BorrarMil besitos.
me encanto seta historia :D
ResponderBorrarMuchas gracias, Lagarto. Fíjate que hasta llegué a pensar en ti en esos días, para que me hicieras el favor de rescatarlo de donde estaba en ciudad de México y me lo enviaras,
BorrarPero me dio pena.
Besos.
Muy buena historia, me haces recordar a mis libros infantiles que leía desde muy chica
ResponderBorrarMuchas gracias, Susy... si le di rienda suelta a mi parte infantil. Así soy, en el día a día, muy fantasiosa.
BorrarBesos.
Paisana, magnífica historiaaaaaaaaaaa!
ResponderBorrarMe quito el sombrero =))))
besito♥
Qué linda, paisana... eres un sol de Ensenada.
BorrarGracias, muchos besos.
Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee! nada de Ensenada, de Mexicali, por algo es la ciudad que capturó al SOL!!!!! jajajajajaajaja
Borrarbesos
Jajaja... no te digo!! Cegatona, despistada, medio loca y olvidadiza, jajaja de plano, no tengo remedio.
BorrarBesos.
jajajajaja es que con 9 hijos cualquiera anda así!!!! jajajajajajaja
Borrarjijijijiji :P
Y otro que viene en camino, jajajaja.
BorrarAy noooooooooooooooooo!
Borrarjajajaja Ya me acordé, era Doña Flor y sus dos maridos, de Jorge Amado! jajajajajajaja
No lo leí, voy a buscarlo. Está bueno, lo recomiendas?
BorrarPrimero busca la reseña.....y luego hablamos! ;)
BorrarTa güeno. :)
Borrarpues que tenga un viaje duradero
ResponderBorrarGracias, y le estoy gestionando su nacionalización, para que se quede en Chihuahua para siempre, jaja
BorrarBesos.
Una buena historia sobre este libro amiga,abrazo.
ResponderBorrarMuchas gracias, Fiaris. Me alegra que lo digas.
BorrarMuchos besos.
Pero qué linda eres!!!
ResponderBorrar:)
Besos.
Gracias, pa' servir a usté y a Dios, jajaja.
BorrarBesitos
Que historia más fantástica, genial ;)
ResponderBorrarBesos.
Muchas gracias, Alfred, que bueno que te gustó :)
BorrarBesitos.
Feliz eres de haberlo conseguido.
ResponderBorrarNo siempre podemos hacernos con libros que deseamos leer y que lamentablemente ni siquiera pdemos compralos en ebook
Cariños
Sí!!! No siempre es posible.
BorrarBesos.
Entusiasmado estoy con que este libro haya llegado feliz hasta tu biblioteca tras la árdua travesía. No podía faltar, ya lo sabes.
ResponderBorrarSara, querida amiga, que magnífico cuento te has imaginado para contar el modo en que Sueños de escayola llegó hasta a tí. No imaginas cuanto te lo agradezco. Le has puesto imaginación, ternura, humor. Un cuento delicioso.
Eres un encanto y te mereces todo lo mejor que te pueda venir.
Mi agradecimiento también a Sergio A. Vistrain por su colaboración en ese viaje.
Muchos besos.
Gracias, José, me alegra que te haya gustado. Y sí, fue fundamental la colaboración de Sergio, "el mexicano", que sin él hubiera llegado más pronto, jajaja, pero sin cuento... Jajaja. No es cierto, bromeo, le estoy muy agradecida y contigo.
BorrarBesos.
Hermosa manera de relatarnos. Los libros llegan asi a nuestras vidas. Y nos dejan las huellas de las palabras con su viaje. Besito
ResponderBorrarAsí es, Demian... algunos llegan de maneras tan insospechadas, que cada uno tiene su historia secundaria.
BorrarBesos.
Qué bellísima historia nos dejas!!.
ResponderBorrarEres un encanto de persona y llena de generosidad.
Un beso grande
Muchas gracias, Amalia, tú sí que eres muy generosa. qué comentario tan bello.
BorrarUn abrazo grande.
Voy a tener que meterme a escritor pa que me hagas caso...jajaja
ResponderBorrarBesos y salud
Jajaja, tú no necesitas meterte a nada, que siempre estoy contigo. Además ahora que andas de anfitrión en tu ranchito, nada que nos haces caso a tus amigos. A poco crees que no nos dan celos? Jajaja
BorrarMuchos besos.
Quizá ese libro llegue a Argentina y tendré el gusto de leerlo.
ResponderBorrarGracias por tu paso por uno de mis blogs, si lo deseas pasa por el otro, seguro que te entretendrás
http://norma2-siempreesprimavera-norma2.blogspot.com.ar/2016/03/agua-que-se-convierte-en-musica.html
Estaría muy bien que llegara el libro por allá. Quizá más adelante.
BorrarY... Claro que si, Norma. Vi que tienes dos. Iré.
Un beso.
El triunfo de la amistad sin fronteras sería el título de este libro, un abrazo Sara!
ResponderBorrarJajaja... sí es un magnífico título ;)
BorrarUn abrazo Cristina.
QUÉ TRAVESÍA!!!!!
ResponderBorrarABRAZOS
Gracias, ReltiH
BorrarUn abrazo grande.
todo lo que no es en balde vale la pena, jejeje. Y esta travesía bien la valió!!!
ResponderBorrarbesitos
Sirvió para una entrada, ja ja.
BorrarAbrazo, chiquilla!
Bonita manera de narrar como ha llegado un libro a tus manos. Y recuerda un dicho muy popular en España "Quien presta un libro pierde el libro y el amigo."
ResponderBorrarY otro que dice: Tonto el que presta un libro, más tonto quien lo regresa.
ResponderBorrarBesos.
Que bonita anecdota, sobre todo lo literario siempre es un viaje, quemejor que los ojos de un viajero nos lo cuente
ResponderBorrar;)
que emoción
Gracias, Jo. Hay vías por las que creemos que llegará más rápido un paquete y resulta más lento que por las vías habituales. Fue un show todo lo que pasó con este ejemplar que no llegaba y que no llegaba, hasta que por fin llegó. Jaja.
BorrarBesos.