Hoy 11 de abril es mi cumpleaños y quiero agradecer:
A mis amigos por su compañía, comprensión, aliento y cariño constante.
A mis contadas, pero enormes amigas, de quienes recibo tanto siempre.
A mi nuevos y amables amigos blogueros, tan cerca de las cosas que pienso y siento.
A mi nuevos y amables amigos blogueros, tan cerca de las cosas que pienso y siento.
A mi familia, sin quienes yo no sería como soy.
A mis enemigos, de quienes más he aprendido.
A Guango, por sus desplantes continuos que tanto disfruto.
A todos mis amores y desamores, que me han hecho vibrar.
A mi hija, el mejor regalo que he recibido de Dios, para dar sentido a mi vida, y explicarme paso a paso los cómos, mi fuente generadora de esperanzas, con su dulce sabiduría, mi gran maestra, amorosa e insustituible, que tanto amo. Mi ejemplo a seguir.
A Dios que me da todo lo que necesito, no lo que deseo... ¡Siempre!
Al felicitarte este cumpleaños de hace siete años, me imagino que tu hija estará muy cambiada. Siete años es mucho tiempo en la infancia y ya no sé si existirá Guango... pero usted seguro que habrá progresado. Por lo que voy leyendo tiene usted muy buenas trazas. Enhorabuena y felicidades con mucho retraso.
ResponderBorrarImagínate, sí. Son muchos años. Claro que hemos cambiado mucho. Ella es una hermosa adulta, yo voy envejeciendo.
BorrarGuango murió en este enero con casi 18 años. Lo extrañamos horrores.