muy complicado entre tú y yo,
porque “siempre te he amado”,
no es igual a “siempre te amaré”.
Por lógica, si hoy te amo más,
mañana se mantendría la tendencia.
Pero tu miedo a que no se cumpla,
te obliga a despedirte siempre.
Dejándome como la paciente tejedora,
de capítulos de espera,
con los recursos polifacéticos,
que el destino deja siempre a mi alcance.
Para enredarte a cada encuentro,
más fuerte que tu impulso de soltarte,
que es más tu anhelo secreto,
de permanecer unido siempre.
Claro que la palabra siempre suscita esos pensamientos.
ResponderBorrarSin embargo, es curioso que los políticos, cuando usan tanto la palabra siempre como la palabra nunca, se están refiriendo solamente al momento presente. Qué elasticidad la de algunos adverbios.
Cierto. Adverbios de dudosa moral. : )
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