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lunes, 6 de junio de 2011

Un hombre, cualquier día

Cualquier día, se asomó por la ventana, pasaba mucha gente apresurada, sin trabar relación, con rostros inexpresivos.

El hombre quiso llamar su atención, pero todos pasaban de largo, sin verlo.

Deben estar jugándome una broma, se dijo, para confundirme, mañana serán igual, mis amigos.

Los esperó la tarde siguiente, pero por su portal, nadie pasó. Un silencio total, sin vestigios de vida, la ciudad vacía.

Algo desconcertado, se fue a dormir temprano, soñó tanques de guerra cruzar, frente a su casa, al amanecer.  Despertó.

Se fue a bañar de inmediato, para aliviar su sobresalto. Estaba enjabonándose, cuando escuchó patrullas y sirenas, muy cercanas: otra vez, Dios mío.

Sin desayunar salió a hacer gestiones pendientes, estaba de vacaciones y aprovecharía el tiempo para todo; encendió su coche, entró a a una oficina, no había filas. Salió pronto.

Se dirigía hacia su coche, no estaba, ni el estacionamiento, ni las calles, nada ¡Sigo soñando!, pensó.
 
Cruzó una muchedumbre corriendo, gritando, en total anarquía, destruyendo todo. Sintió que la rigidez se apoderaba de su cuerpo. Se agazapó cerca de una barda,  mimetizándose, inmóvil.

A poco tiempo transcurrido, llegaron patrullas, convoyes de ejército, helicópteros, ambulancias… Él jadeante, abandonó su escondite, se arrastró hacia la mitad de la banqueta y se desmayó.

Despertó en un hospital, con varios observándolo, ¿Desde cuándo tiene estos ataques? ¿Le había sucedido antes? Lloró como niño, sin poder pronunciar ninguna palabra. Desconsolado.

No puede tomarse las cosas tan a pecho, ¡acostúmbrese! Como todos. ¡Qué bueno que ya está bien! y desaparecieron. 

Él, ya se acostumbró... a llorar. No sabe cómo saldrá a la calle cuando terminen sus vacaciones, ya  el día de mañana.

  

6 comentarios:

  1. Si los sueños y la realidad se mezclan de ese modo...

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    1. Pretendí expresar cómo el caos presiona a la mente de las personas al límite. Se termina la pesadilla soñada y sigue la real, la violencia en las calles, hasta entrar en ataque de pánico y perder el conocimiento, como la libertad de desplazarse sin riesgos, así como los días que debían ser para diversión, quedando en el encierro, por temor a salir.
      Exagerado, pero era el sentir de cualquiera en los años de guerra de Calderón hacia "el narco." Fue una situación de locura. No sé cómo lo hemos ido superando. Resiliencia, supongo.
      Abrazo.

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  2. Respuestas
    1. Quería asegurarme, porque te ha interesado cómo han sido estoy años. Te puedo decir que infernales. Lo que más me afecta es que bebés y niños han presenciado toda esa ola de violencia y sin sentido. Ven las armas con toda naturalidad y los cadáveres. Juegan a narcos, sicarios y soldados. Dime si no han acribillado su humanidad? Hubo y hay tiroteos a las afueras de las escuelas. Ya nadie se espanta con la muerte por violencia. Todavía no empieza lo malo, que es cuando esos niños crezcan. Tenemos en los registros actualmente 3 ciudades entre las más peligrosas del mundo.
      Bueno, me voy a dominguear.
      Hasta pronto. .

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  3. Sí, los han vejado. No sé las consecuencias, pero las temo.

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