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viernes, 18 de febrero de 2011

No necesitamos amar

 
Yo me lo hubiera comido a besos en público

En un café, escuché sin querer, hace unos días, la plática de dos mujeres muy jóvenes. Digo sin querer, porque no me gusta escuchar conversaciones ajenas y menos de ese tipo.  Sin embargo, no hubiera sido fácil no oír, pues el volumen de su voz y sus carcajadas, atraían la atención de todos.  

Ambas entre los 25 y los 30 años. Con una excelente apariencia.  Se mofaban del novio de una de ellas, quien le había enviado un regalo, junto con un ramo de flores a su oficina. ¡Qué cursilón! ¡Qué ridículo el wey! ¡Qué vergüenza tener un chico así!

–Imagínate el osote que hice cuando lo recibí. ¿Cómo se le ocurre, algo tan… tan obsoleto? –Mejor que me pusiera más saldo en mi celular, que me mandara un Blackberry… Que me llegara con un botellón de tequila, motelazo y yo feliz. -¡Me cae! ¡Qué pendejo! ¡Naco!– ¿Qué hiciste con las flores? –Nada, botarlas ¿Cómo me vería saliendo con mi ramazo?...

¿Qué quieren las chicas? ¿Se hacen las faltas de romanticismo o fingen para estar “in”? Soy bastante liberal. Pero estas posturas me trastornan y me confunden tanto. Pues dentro de los millones de blogs, existen muchísimos, verdaderos diarios de confidencias, en que chicas: deprimidas, solas, desoladas, amargadas, desilusionadas, buscan salir del vacío de no tener un hombre con ellas.

Hace unos años, entré a revisar un foro sobre depresión. La constante de las mujeres era la desilusión, la soledad. Se me ocurrió decirles, escríbeme a ésta dirección, yo te ayudo a salir del estado en que te encuentras.

Me llegaron decenas de correos, a mi buzón de doctora corazón. Insólitamente, más de hombres que de mujeres. Todos ellos entre los 28 a los 40 años. Con  gran facilidad me abrieron sus corazones y mantuvimos la terapia por años. No saben como tratar a las mujeres, no las entienden, se sienten aniquilados. Desean amar, respaldar, respetar y las mujeres no lo permiten. Ni detalles que puedan ser memorables. A la primera ocasión, ellas les son infieles, les hieren, les maltratan. Los usan y los desechan. Se pasó del abominable machismo a la degradación feminista.

La equidad por la que luchamos tanto sus predecesoras, no iba encaminado a la que están ejerciendo. Es muy diferente tener el mismo nivel de oportunidades, laborales, profesionales, salariales, el negarnos a una discriminación por ser mujeres, peno nunca encaminado al exterminio del amor y de todas sus demostraciones.

El objetivo no era castrarlos, ni manejarlos como marionetas o como máquinas de dar placer. Benditas sean las diferencias entre hombre y mujer, así como el uso de esas diferencias, como complemento. Aprovechar al máximo las capacidades inherentes a cada sexo. Ambos sexos nos necesitamos para vivir. Sin amor la vida sería un infierno, o sería nada. 

No importa cuantas veces nos desencantemos, se puede volver a empezar, a creer, siempre. Me opongo a ese miedo de amar. Sin amor no hay sol, ni luna, ni música, ni perfume o copa de vino que  nos deleite. El amor es el único motor para los humanos, es la mejor vitamina para nuestro ser. No somos robots.

Te dejo con mi predilecto amor:

http://www.youtube.com/watch?v=rhlASJJFQTE&feature=fvsr

2 comentarios:

  1. No temas, no soy otro pesado, soy el mismo Soros bajo otro nombre con el que me manejo en otro blog. En él escribo más raramente que en el que ya conoces. Me empeño en no pasar en él de las cien palabras, por eso se llama "Todo a cien o a menos". Tal vez por su brevedad sea más adecuado a los tiempos que corren y también un poco más intimo.
    Un abrazo.

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