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martes, 26 de febrero de 2013

El SPA del alma de Alma

No siempre le fue bien económicamente a Alma, en realidad tuvo que afrontar una época de serias penurias. Fue tan oportuna la compra antes de su quiebra, de un par de libros de cocina, de esos grandes, gordos y hojas tamaño cuartilla, con papel muy fino e ilustraciones de cada platillo. 

... Con cien pesos hacía la compra de la semana, ¿para cuánto alcanza eso? Fideos, espagueti, arroz, frijol, café, a veces pan, jabón… ¡párale de contar!  y a tomar la fruta de cualquier árbol del vecindario, de esa sagrada tierra tan fértil. "Antes padecer algo de hambre que no pagar el alquiler o los servicios, o pedir favores a gente inconveniente".  Más intuitiva y desconfiada, en medio de su soledad y vulnerabilidad. 

El refrigerador resistió a base de recipientes con agua, que de tan vacío empezaba a tronar, estallidos recordatorios de su estado. Las comidas se convirtieron en café por las mañanas y las noches y solo una vez, con esos productos, a medio día, a veces con sal, un poco de grasa, nada de sazones. Abría sus libros de cocina y mientras masticaba muy lentamente, recordaba los sabores tan gozados antes, agradecida de haberlos conocido, sintiéndose rica por ello, soñando con elaborar los que desconocía después.  

Fue como ingresar el alma de Alma a un SPA, el ciclo de su mayor cosecha, atrapó todas las cosas que importan para sobrevivir y después vivir con toda la fuerza que encontró, esa tarde tan definitiva y lluviosa, de nubes metálicas, con el sol por fin aguardándola, exactamente en el centro de aquel reto tan profundo, cuyo acceso le parecía más lejano de lo que realmente era, por el miedo de lo que encontraría, a ella misma, perfecta desconocida, sin vestigios de vanidad.




17 comentarios:

  1. Es bueno, real e interesante tu relato Sara. Muchos saludos!!

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    1. Gracias, Lao, mi buen amigo!
      Recibe un buen abrazo de banquete de alma.

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  2. Me hiciste recordar un programa de radio nocturno, que escuchaba hace años.donde sers solitarios dejaban sus sentires.
    Si vieras contas Almas hay por el mundo.
    Gratisimo leerte

    Cariños

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    1. Fíjate que a mi a pesar de todos los cambios, todavía me gusta mucho el radio. Pero con lo que me dices, recuerdo cuando era pequeña, en familia casi al anochecer escuchábamos radio, qué delicia, se soñaba mucho, porque lo propiciaban.
      Fuerte abrazo, amiga linda!

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  3. Aquí, un libro, el de Doña Petrona, hubiera sido el sueño de Alma.
    Le hubiera alcanzado para derribar todas esas nubes metálicas.
    Y mucho más.
    Estás haciendo volar tanto, tanto la imaginación, Vecina.
    ¿Ya vas por los postres? ¿O todavía te quedan restos del mole?
    Sigue así, por favor, sigue así, Sara.
    Abrazos.

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    1. Gracias Alicia, de tanto y tanto andar cerca de ti, por fin surgen algunos pájaros imaginativos.
      La gallina robada rinde más que la comprada, todos los amigos alcanzaron.
      Si, ya voy por los postres de la página 85.... jajajaja.
      Besos.
      Fijate que viéndolo bien, ya pasado por agua no está tan mal, Ele. Jajajaja!

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  4. Los libros de cocina son muy útiles sobre todo cuando hay crisis y el libro de cocina es de la época delas abuelas, sabían cocinar con poco.

    Me gustó mucho tu relato, muy bien llevado.

    Saludos.

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    1. O hacen imaginar también lo que no hay, en caso de crisis extremas, como a Alma. La cocina es como la literatura, hay quienes con poco hacen exquisitos platillos y quienes con mucho no sacan ni un pensamiento. He de conseguir el libro de las recetas de cocina de Sor Juana Inés de la Cruz, es extraordinario, pero no logro encontrarlo en mi pueblo, tendré que pedirlo a la capital...
      Saludos, vecina bonita!

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  5. Mmmmmm, un spa...ahora mismo mi alma lo necesita más que mi cuerpo

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  6. Me ha encantado tu texto, es desgarrador. Por un momento pensé que masticaba hojas de recetas añorando los sabores.
    Besos

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    1. Gracias por tu preciosa imaginación... eso es maravilloso.
      Besos de anis!!! (leídos)

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  7. Es un texto encriptado, donde la metáfora se cierra tanto sobre sí misma que casi nadie puede pasar. Hoy no vale decir 'qué buen texto', 'yo también tengo un libro de cocina' o 'me sentí identificado con Alma', hay que tratar de introducirse en el alma del texto para poder -entonces- hacerlo hablar... cosa que yo no conseguí, por supuesto. Seguramente alguien acepte el reto.
    Un beso enorme.
    HD

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    1. Qué generoso eres Humberto... Ojala que un día surja el intercambio de recetas de libros de cocina, de nuestros personajes, ya pasados, que al abrirlos, abran las cajitas de sorpresas...
      Un beso de verso.

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    2. Y nada... que me estás diciendo que le ha faltao, y yo re contenta, jajajaja!

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  8. Dicen que solemos valorar las cosas cuando las perdemos!!! yo pienso que no, que empezamos a valorarlas cuando nos están ocurriendo, cuando las sentimos y vivimos, ahí empezamos a darnos cuenta que son importantes para nosotros, de todo lo que nos aportan, y empiezan a tomar transcendencia en nuestra vida.
    Después, al perderlas de algún modo, volvemos a revivirlas con la intensidad y a veces la ansiedad de sentirlas lejanas, pero a la vez tan dentro, podemos valorarlas de diferente manera, y es justo ahí cuando nos damos cuenta que son necesarias para nosotros, algunas tan indispensables que sentimos que no podemos continuar...sin embargo avanzamos.

    Te cambio la frase "no sabemos lo que tenemos hasta que no lo perdemos" por esta otra..." no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo, hasta que no lo encontramos"

    A ver si encuentras mi abrazo de hoy.

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  9. Muy interesante tu análisis, hay que reflexionarlo muy a fondo... gracias por tanta generosidad.
    Tu abrazo, voy a buscarlo. Abrazo de correspondencia.

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