El Profe

De chico leyó un poquito a Marx,
y quiso cambiar al mundo,

se revolvió en varias revueltas,

e intelectualizó.

Su madre, puso el grito en el cielo,

lo readoctrinó, 

ella no quiso un héroe en casa,

ni un mártir nacional.

Entonces él, muy rebelde,

pero mucho muy rebelde, se acomodó,

Conoció a la Chelenita

y se casó.

El proletariado le seguía latiendo,

y se entregó de lleno a lo rural,

durante un año completo,

de servicio social.

Soñó que su primer hijo, varón,

viniera a reformar,

como un líder de  verdad,

tan de izquierda como él.

Chelenita lo siguió,

en la “primera dama” se convirtió,

la más importante de todo el ejido,

como esposa del estimado profe.

Nunca llego el varón,

dentro del sistema “maduró”,

y siguió siendo tan pero tan rebelde,

aunque…  ya solo en los cafés.

Ahora sueña, que alguna hija

un nieto le pueda dar, para seguir

de revolucionario, cuando logre

su jubilación.

... Para juntos leer el “Granma”

¡Claro!, en los desayunos buffet,

las mañanas de domingo,

en el mejor restaurant.

Los maestros representaban el eje del desarrollo social. Con suma vocación, se entregaban a su labor y de paso, preparaban a la población para exigir sus derechos, muy comprometidos con el bien común. Estaban muy prendidos con el rollo del Ché y de una unión entre los pueblos de Latinoamérica, muy acorde al sueño de Bolívar.

Antes de que cantara un gallo, se perpetró la multiconocida "Masacre de 1968 en Tlatelolco", en la ciudad de México. Con lo que a muy pocos personajes izquierdosos les quedaron ganas del "Socialismo o muerte" a la mexicana, pues aparte de que les ficharon de por vida penalmente, les cerraron todas las alternativas de continuidad de sus adoctrinamientos y posibles levantamientos.

En paralelo, les dieron "el chance" "de madurar" los terribles gobiernos priístas (responsables de la decadencia político-social mexicana). Instrumentando el control de ese sector, que es el más numeroso, y, con varios cambios deplorables en el sistema de impartición de la educación, el fortalecimiento de su sindicato "Jurázico" (es el único aldjetivo que se me ocurre, para no ofender a los animales y dar a entender algo peor. Aunque parezca exageración, me quedo muy corta), han favorecido a los profes de mil formas, siempre en perjuicio absoluto de la educación, condicionándoles a que sigan apoyando al partido PRI, que es nuestro cáncer (partido contrario al actual Presidente) y totalmente ciertos de que el hambre y la ignorancia son la clave para someter al país.

Esto... muy jodido económicamente para las familias "proletas", las madres en la maquila y los profes "anda vete", he aquí los resultados, con la barbarie que hoy padecemos, en que muchos jóvenes crecieron sin normas, buenos ejemplos, modelos, guía y control, aunado al sueño americano que reciben constantemente en todas las modalidades de publicidad, para crearles necesidades inalcanzables, por la vía natural de cualquier hijo de vecina, así que tienen que delinquir para darse esa vida de capricho que creen que existe del otro lado. La alcanzan por un rato, y a cambio de living su vida loca, nos la desgracian a todos los demás.

Eso es parte de la historia que inspiró esta poesía del Profe...

Y ahora sí... Paso a lo fuerte:

Esta semana, se perpetró el primer acto terrorista en la ciudad de Monterrey, México, en donde fallecieron más de 50 personas, en menos de 2 minutos. Cuando ya las catástrofes alcanzan esos "decibeles", no podemos ni siquiera derramar una lágrima más, porque ya no nos salen, pero si podemos volver a poner el dedo en la llaga de uno de las aristas de nuestra degeneración social, que es el sector educativo. Mi manera de llorar esta vez es en seco, pero es mucho más dolorosa... Excede toda mi capacidad de asustarme y de sufrir. Lo sucedido, no tiene nombre y me intensifica la rabia.

Mis más sentidas condolencias y toda mi solidaridad para la gente de Monterrey. Se decretaron 3 días de luto nacional y estamos profundamente consternados.

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