Mi femenino agradecimiento

Siempre me ha gustado conocer sobre la manera de pensar y de vivir a través de la historia universal. Los cómos y los porqués.

Adoro el haber nacido mujer, en una época, en que gracias a las feministas de épocas anteriores, a las que nunca juzgaría, porque no viví en lo suyo... y aunque puedo imaginar, nunca sería como estar en su realidad. Pero por mis antepasadas, más o menos me pude establecer el marco de referencia.

Gracias a las luchas feministas, yo he podido y puedo elegir lo que quiero hacer con mi vida. Si alcanzar sueños, si desear, anhelar, trabajar, realizar, amar desde mi rol... O negarme y frustrarme y ahogarme en el mar de llanto masoquista, como hacen muchas y les funciona muy bien. Puesto que ni siquiera aprenden a ganarse el pan que se comen a diario, a costa de sus hombres.  Indigno a mi ver.

Por eso, la frase de la entrada anterior. Yo sí me identifico. Pues creo que "los hombres" siguen siendo el problema central en la mente de muchas mujeres. Pero no porque los hombres les creen los problemas y no les permitan ser; sino porque la mujer se "entontece" y luego muy hábilmente, se escuda en el hombre para no ser. Se autoboicotea. Es más fácil "autosacrificarse" y echarle la culpa al hombre de lo que no hacen. No autodeterminan su vida. Se encadenan en la codependencia hacia el hombre. Detesto esa práctica tan cómoda.

Pues desde Eva hasta el día de hoy, mujer que ha querido realizarse y figurar en el área que sea de su elección, lo ha hecho.

Hoy... nada es razón suficiente de una mujer para no ser, cuando ya tenemos el piso parejo hombre y mujer.

 Los hombres son lo flexibles, accesibles y respetuosos que nosotras seamos con ellos. Pero si nos gusta jugar con fuego, seguro que saldremos quemadas.

Hoy no sé que les piden a los hombres, si en infinidad de casos, ellos están para pedir auxilio, ante los abusos femeninos.